Capitulo 16
[Narra
Alba]
Dios,
ya era Miércoles… ¡Miércoles! Mañana ya era jueves. La Premiere. No me lo podía
creer. Y ahí estaba mi vestido. Era precioso, llevaba colgado en una percha
desde que lo compre. No me había atrevido a probármelo de nuevo. Había ido a
comprarlo el martes por la tarde después de salir de trabajar en la tienda con
Danielle. Ella también se compró un vestido para la Premiere. El suyo era
dorado, muy sencillo, de corte griego y con un hombro al descubierto. Con su
piel morena y sus rasgos le sentaba muy bien. El mío era simplemente perfecto.
Era largo, coral, palabra de honor y con escote de corazón. Era como un corsé
hasta la cintura, lleno de pedrería, pero después tenía un corte y bajaba en
raso. Me quedaba genial y me iba con unos pendientes y una pulsera que me había
comprado doradas con detalles en verde botella. Danielle me dijo que se le daba
bien hacer peinados así que vendría a casa de los chicos para peinarnos. Yo
quería un moño bajo, aunque a decir verdad no lo sabía muy bien. Liz no tenía
ni idea de cómo se iba a peinar.
Llevaba
ya tres días trabajando en la tienda, el trabajo estaba bastante bien. Era en una
tienda de caballeros, así que no me distraía mucho mirando la ropa. Aunque
alguna vez me imaginaba a Louis con alguno de los trajes que vendíamos, estaría
guapísimo. La mayoría de los clientes que entraban eran señores mayores, así
que tampoco me alegraba la vista. Estaba cerca de Covent Garden y el horario
era lo mejor. Tenía las tardes libres al contrario que Liz, pobrecita, no pudo
venir con nosotras a comprar el vestido. Aún no tiene nada que ponerse para
mañana, y yo no la podía acompañar esta tarde por que Niall y Zayn me habían
pedido que los acompañara a mirar los trajes que les había buscado la
estilista. Tendría que ir sola. No me lo
quería ni imaginar, con lo indecisa que era, volvería loca a la dependienta.
Liz aún
estaba en el trabajo. Estaba sola en casa con Harry y Louis. Harry estaba
encerrado en su cuarto, no estaba teniendo su mejor semana. Me dirigí al salón
con Louis. Ahora nos llevábamos exactamente igual que antes de que pasara todo.
A veces había momentos incómodos pero alguno de los dos lo rompíamos con una
broma o sacando conversación. Me senté en el sillón.
- ¿Cómo
ha ido el trabajo? – Me preguntó.
-
Aburrido. Y ¿los ensayos qué tal?
- Nos
hemos hartado de reír. Porque estábamos ya cansados y hemos empezado improvisar. Ni te imaginas las cosas que han
salido, Niall estaba tirado por los suelos riéndose – Comentó con una sonrisa…
Qué sonrisa más bonita… - Y tú que, ¿te vas a probar el vestido para mí?
- No,
no. Tienes que esperar a mañana cuando este toda guapa y pintada. En serio me
queda genial, voy a ser un abuso – Le comenté riendo.
- Te
creo, te creo. Voy a tener que apartar a los hombres de ti… – Siguió la broma
Louis.
De
repente me di cuenta de que me miraba de forma extraña. Cómo si la idea de
tener que apartar hombres de mi no le gustase un pelo. Bueno, posiblemente
serian imaginaciones mías. Cómo cada vez que sentía uno de eso momentos
extraños, cambié de tema.
- ¿Cómo
esta Harry? – Pregunté.
- No
sé. Está raro de cojones… – Comentó – Yo creo que es culpa de Liz.
- Si,
yo también lo creo – Le dije.
- Pero
no lo quiere reconocer el muy capullo. ¡¡Tenemos que hacer algo!! - Y se
levantó del sofá dándose con el puño derecho en la palma de la mano izquierda.
- ¡Totalmente
de acuerdo! – Yo también me levanté.
-
Pensemos – Y se volvió a sentar.
Era
imposible no reírse con Louis. Estaba ahí súper serio haciendo como que se
estrujaba la cabeza pensando. Yo estaba dando vueltas por el salón pensando. Sabía
que Liz estaba con Rhys… En realidad no me debía meter… ¡Pero es que harían tan
buena pareja! Además yo sabía que algo sentía Liz por Harry.
Ya que yo no podía
estar con quien quería estar ella se merecía estarlo. Y su teoría de no salir
con ellos porque eran famosos, porque nos íbamos en dos meses… Bla bla bla, me
daba igual. Se me ocurrió algo.
- Liz
no tiene quien le acompañe a por un traje para mañana… – Lo dejé caer…
- Harry
podría acompañarla… - Continuó. Había pillado la idea.
- Y
entre vestidos y probadores…- Dije medio riendo.
- ¡Se
enamoran! Es perfecto – Vino hacia mí y empezó a saltar – ¡Somos muy listos!
-
Perdona, pero la idea ha sido mía – Le corregí riendo.
- Minucias…
– Dijo y paró de saltar – ¡Voy a decírselo! Tengo que inventarme, algo sino no
va a querer ir.
Se fue
corriendo por el pasillo. Casi se cae al chocar con una lámpara que había al
lado de la entrada al pasillo. Me reí al verlo tropezar. No escuché lo que le
decía a Harry pero al rato salieron los dos.
- Verás,
ella te lo explica. De verdad Harry – Le oí decir mientras se acercaban al
salón.
Llegaron
al salón. Harry para variar, iba en bóxers.
- ¿A
que si Alba? – Me dijo señalándome Louis - ¿A qué Liz te pidió que le
acompañaras pero no puedes y yo tampoco y te dijo que no quería ir sola y si
hacía falta que fuera Harry pues te dijo que si?
- Si,
si eso dijo –Estaba improvisando totalmente. Eso nunca había ocurrido. Tuve que
aguantarme una risa, las ocurrencias de Louis podían conmigo.
- Ósea,
que soy la última opción – Dijo Harry sin ganas.
- Eres
UNA opción – Le dijo Louis.
- Pero
vamos que paso de Liz, si no hay otra opción iré. Que si se la deja sola es
capaz de comprase un vestido horrendo – Comentó.
- Perfecto,
sale de trabajar a las 5 y media – Le dije.
[Narra Liz]
Que día
más aburrido. No había habido nada de movimiento en el restaurante. Ni siquiera
Rhys se había podido pasar a verme. El lunes y el martes lo hizo. Al menos me
alegraba un poco el día. Aunque su tía no le dejaba entretenerme mucho, siempre
me estaba mandando hacer algo aunque ya lo hubiera hecho. No paraba ni un
momento, pero así era trabajar. Pero al menos lo veía, porque la verdad es que
no tenía mucho tiempo para estar con él. No quería llevarlo a casa de Harry y
Louis y él vivía con sus padres, además yo trabaja y el tenía que estudiar para
septiembre. El martes discutimos un poco. Se que no le hace nada de gracia que viva
con los chicos, por Harry, además lo de la Premiere tampoco le hacía mucha
gracia… Pero yo novios celosos no quiero, y claro se lo he dejado. Yo nunca
pondría los cuernos, por que me parece que es lo peor que se le puede hacer a
una persona, traicionarlo de esa forma. Tenía que irme del piso de los chicos.
Teníamos que encontrar un piso propio. Para poder ir con Rhys. Aunque esa no
era la única razón. Aunque pasaba un buen tiempo con Rhys y era guapo, no
sentía lo mismo en mi interior que cuando me cruzaba con Harry por la casa. Y
sabía que cuanto más tiempo estuviera en esa casa sería peor. El levantarse y
encontrármelo en bóxer todo despeinado, o escuchar como canturreaba mientras
cocinaba o cualquier cosa. Era perfecto.
Ya estaba
otra vez pensando en él… ¡Qué no! Que yo estaba con Rhys muy bien, sin
presiones, sin problemas. Disfrutando. Menos mal que ya quedaban cinco minutos
para cerrar y al ir a buscar el vestido me entretendría. Me dirigí al cuartito
donde nos cambiábamos los camareros. Me dejé la cola de caballo que llevaba
porque tenía el pelo sucio. Y me puse mi ropa. Danielle me había hablado de un
par de tiendas en las que podría encontrar vestidos para la noche de mañana.
Quedaba un minuto. La tía de Rhys era muy estricta con el tiempo, pero me
dirigí ya a la puerta, para que cuando fueran las 5 y media en punto pudiera
irme ya de allí. Era la hora. Salí del restaurante. Y ahí lo vi, justo cuando
ya no estaba pensando en él me lo encuentro de frente. Ahí plantado, mirándome.
Llevaba una sudadera y unos vaqueros. Iba sencillo. Pero guapísimo. Estaba
apoyado en el coche, el cual había aparcado enfrente de la puerta del
restaurante.
- Eh,
¿se pude saber qué coño haces aquí? – Le dije.
- Mira
que eres malhablada, eh – Me dijo- Nada, que me ha dicho Alba que te acompañe a
por el vestido, que no quieres ir sola.
[Narra
Harry]
Por la
cara que había puesto me di cuenta de que todo había sido una encerrona de Alba
y Louis… Ya tendría unas palabras con ellos cuando volviésemos.
- Me
dijo que tienes un gusto horrible y que yo visto genial. Así que lo mejor seria
que te ayudara antes de que te comprases algo hortera y horrible y nos dejaras
a todos en evidencia – Le dije – Además traigo el coche – Moví las llaves en
mis manos de forma chulesca.
- Mira,
mejor me callo todas las cosas que te quiero decir – Me miró - ¡GILIPOLLAS!
- Venga
no te quejes. Será como en ‘Pretty Woman’ – Le dije riendo. Pensé que eso le
haría soltar un ‘¡Oh!’
- ¿Me
estas llamando puta? – Dijo, pero estaba sonriendo.
- ¡Y te
vuelves a cargar los momentos bonitos! Anda vámonos o se nos hará muy tarde – Dije
abriendo el
coche.
Se
montó de copiloto, muy seria. Apenas habló de camino a la calle donde estaban
las tiendas.
- ¿Cómo
ha ido el día de trabajo? – Le pregunté por sacar conversación.
- Es un
puto coñazo… Pero es lo que toca para poder quedarnos aquí, pagaros lo que os
debemos y mudarnos a un piso para nosotras.
- No
hace falta que os mudéis ni que nos paguéis nada, pareces tonta. Lo hacemos
encantados –Aprovechando que estábamos en un semáforo la miré – Además, a mi me
encanta que estés en casa.
Por un
momento creí que había surtido efecto. Pocas chicas se resisten a mi mirada
mientras digo cosas tiernas. La verdad es que esta seguridad con las chicas no
la tenía antes de estar en One Direction. Pero ahora me salía casi solo y tenía
siempre buenos resultados. Sus ojos se entornaron y estuvo a punto de
sonrojarse y sonreír. Me dí cuenta. Pero cambió su expresión rápidamente y me
dio un coscorrón con la mano en la cabeza.
- ¡Se
ha puesto en verde ‘Casanova’! – Dijo riendo.
No
hablamos mucho más. Pues ya habíamos llegado a la zona y estaba concentrado
buscando aparcamiento. Al fin encontramos uno bastante cerca de donde estaban
las tiendas. Alba me había dicho cuales eran.
Bajamos
del coche y nos encaminamos a las tiendas. Liz iba muy tiesa delante mío a paso
rápido. Parecía que no quería que la vieran andando por la calle conmigo. Tuve
que pararme un par de veces a firmar autógrafos y dar abrazos. Ella se dio
cuenta y se paraba un poco más adelante y miraba escaparates mientras esperaba
a que terminase. Eso me sorprendió. Cualquier chica hubiera querido que la
vieran conmigo, que le hicieran fotos andando por la calle con Harry Styles,
pero ella no. No sabía si por no causarse problemas a ella misma o a mí.
Finalmente llegamos a una de las tiendas y entramos. La dependienta se dio cuenta
de quién era y juró privacidad y no sé qué más. Le sonreí. Era una chica joven
y guapa. Le pregunté si quería un autógrafo.
- ¡Eh
tu! ¡Menos ligar y más ayudarme! ¿O no habías venido por eso? – Era Liz que
gritaba con un par de vestidos en las manos al lado del probador. Parecía
celosa.
Sonreí.
Y me dirigí hacia ella.
- ¿Te
los vas a probar uno por uno y me los enseñas? – Le dije riendo.
- Más
quisieras tú – Dijo aún enfadada.
- ¡Venga
como en las películas! – Insistí.
No
tardó mucho en ceder. Se emocionó.
- ¡Ay,
venga, vale! ¡Siempre lo he querido hacer! – Tenía una sonrisa enorme. Se veía
que le había gustado la idea- Con música seria mejor, pero bueno, me conformaré.
- Anda
que no cambiamos de opinión rápido – Le dije riéndome y sentándome en uno de
los sillones que había frente a los probadores.
- ¡Qué
me dejes! – Dijo cerrando la cortina del probador.
No
tardó mucho en salir con el primer vestido. No me gustaba mucho como le quedaba,
no era fiel a todas sus curvas. Así se lo dije.
-
Déjate tu de fijar tanto en mis curvas – Comentó riendo- Pero la verdad es que
a mí tampoco me gusta.
Salió
al rato con el siguiente. Era rosa palo. Demasiado cursi para Liz.
- No
hace falta que digas nada – Dijo antes de que pudiera decir nada – Es horrible.
- A ver
tan feo no es, pero no es tu estilo – Dije.
Volvió
a dentro. Y a los pocos minutos habló desde dentro del probador:
- A la
tercera va la vencida – Dijo.
- A ver
que yo lo vea – Le contesté.
- Me da
igual si te gusta o no, me quedo este – Abrió la cortina del probador y salió.
Era
gris perla. Con una sola tiranta trenzada. El escote de la espalda era bastante
bajo. Aunque por delante no tenía mucho escote, aun así le hacía unos pechos
geniales. Me fijé bastante en esa parte del vestido. Luego me fijé en el resto.
Seguía liso hasta las rodillas, donde dejaba de ser tan ceñido y quedaba más
holgado. Era bastante sencillo, excepto por la parte del escote, donde había
bastantes piedrecitas, como diamantes, que iban por el borde del escote y
subían por la manga trenzada. Le quedaba bastante bien.
- Me
gusta – Le dije.
-
Aunque no te gustase ya lo tenía decidido. Está bien de precio y me queda
genial. ¡Estoy súper buena! – Dijo riéndose. No la contradije.
Entró
de nuevo al probador, se cambió y salió derecha a la caja. Le cobró la misma
dependienta con la que había hablado al entrar. No paraba de echarme miradas y
eso parecía poner furiosa a Liz. Me gustaba que sintiera algo de celos.
¿Pero
que más me daba a mí si sentía celos o no? Ella estaba con Rhys y yo podía tener
a quien quisiera, a esa dependienta incluso. Eso era lo que tenía que hacer.
Buscarme alguna chica que me entretuviera y así me dejaría de tonterías.
El
camino a casa fue silencioso. La verdad es que yo no tenía muchas ganas de
hablar con ella.
[Narra
Liz]
Harry.
Ese fue el primer pensamiento cuando desperté. Había soñado con él. Lo sabía
aunque no recordaba claramente el sueño. Supongo que tendría que ver con que
anoche me durmiera pensando en él. En el día de ayer. Pensé que lo estábamos
pasando bien, a nuestra manera, pero bien. Pero a la vuelta estaba muy raro. A
lo mejor se había enfadado conmigo por no dejarle ligar con la dependienta esa,
pero la verdad es que era muy fea. Harry se merecía algo mejor. Sí, era eso. No
estaba celosa, es que la chica era bastante feílla.
Me
levanté de la cama y me dirigí a la ducha. Los chicos no tardarían en
levantarse para ir a ensayar y no quería encontrarme con Harry. Alba ya no
estaba. Ella entraba antes que yo y el camino en metro hasta la tienda era
bastante largo. Me duché y arreglé dentro del baño. Cuando estuve lista aún no
se habían despertado, pero no tardarían mucho en hacerlo. Si es que no estaban
en ello ya, porque la alarma de Louis comenzó a sonar. Cogí mi bolso y salí del
apartamento camino del trabajo.
La
mañana fue bastante tranquila, hasta que apareció Rhys justo después de la hora
de comer, osease sobre las tres. Le conté que ya tenía el vestido para la Premiere
y se me escapó decirle que fui con Harry. No era que no quisiera contárselo,
pero lo que quería evitar era lo que vino a continuación. Se enfadó. Y se puso
celoso. Y eso hizo que yo me enfadara.
- Tienes
que entenderme, así soy yo – Le dije.
- Eso
no es excusa – Contestó.
- Mira
Rhys, ya te lo dije y te lo vuelvo a repetir. Estoy aquí dos meses y me
encantaría pasarlos contigo, pero sin presiones, sin celos y sin peleas, porque
no he venido aquí a pasar mis vacaciones amargada.
- Ya,
ya lo sé – Dijo relajándose un poco. -Pero
es que el Harry ese, me saca de mis casillas. No sé cómo puede ser tu amigo…
- Pues
lo es. Pero es sólo eso, un amigo - ¿Era sólo eso? No lo sabía, pero no era el
momento de parar a pensarlo – Y tienes que confiar en mí, porque sino no vamos
a ningún lado.
- Lo
siento Liz – Me dio un tierno beso en los labios – Ahora me tengo que ir. Disfruta
mucho esta noche. Ah, y acuérdate de mí un poquito.
A las
seis y media llegué al apartamento. La Premiere comenzaba a las ocho pero antes
no podía salir del trabajo. Llegué acalorada, había corrido desde la parada del
metro para llegar cuanto antes. Al entrar en el piso me encontré a Danielle.
-
Metete ya en la ducha – Me dijo como saludo – Alba y yo ya estamos duchadas,
solo quedas tú.
- ¿Y
los chicos? – Le pregunté.
- Se
están arreglando en casa de Zayn o de Niall… No sé – Dijo – ¡Venga, venga! A la
ducha.
Cuando salí
de la ducha no me podía imaginar el estrés que me esperaba fuera. Y a esto debía
sumarle que empecé a darme cuenta de que estaba nerviosa. Muy nerviosa. Era una
chica normal, de diecinueve años, que ni en sus mejores sueños se habría
planteado ir a una Premiere con un vestido precioso con los chicos de ‘One
Direction’.
Fui al
cuarto, me había puesto ropa de estar por casa. Ninguna de las dos estaba en el
cuarto así que me dirigí al salón. Tampoco estaban allí. Entonces oí risas
desde el comedor así que fui para allá. Cuando llegué estaba todo patas arriba.
Los vestidos colgados de la puerta, un montón de maquillaje, pendientes,
collares y como mil horquillas encima de la mesa. Además de dos planchas para
el pelo y unas tenacillas.
Danielle
ya estaba peinada. Llevaba un sencillo moño bajo a un lado, el lado contrario
de donde estaba la manga de su vestido. En esos momentos estaba peinando a
Alba.
-
Tenemos una duda existencial. Si no encontramos respuesta quizás no sobrevivamos
– Me dijo Alba al verme.
- A ver,
¿qué pasa?
- ¿Nos
vestimos y luego nos pintamos con cuidado
de no manchar el traje? O bien, ¿nos pintamos y después nos ponemos el traje
con cuidado de no mancharlo?
- Yo
digo que la segunda – Dijo Danielle.
- Ya,
pero tú no conoces lo torpe que es Liz – Añadió Alba.
-
Gracias por lo que me toca – Dije- Pero estoy con Danielle, a pesar de mi
torpeza, creo que así sería mejor.
- Vale,
vale – Dijo cediendo.
- ¡Ea!
Pues esto ya está – Dijo Danielle señalando al peinado de Alba.
Le
quedaba realmente bien. Era un moño bajo en el centro. Pero no era uno de estos
moños aparatosos, si no todo lo contrario. Era muy desenfadado, con algunos
pelos así como salidos, pero en realidad todo estaba realmente calculado. Era
uno de esos peinados que los ves y piensas ‘se ha cogido un moño así tan normal
y le queda genial’, pero en verdad se había llevado horas para conseguir ese
efecto.
- Ahora
te toca a ti Liz – Dijo Danielle.
- Que
tengas suerte. Se mueve más que un… No sé, no se me ocurre una comparación graciosa,
pero no se está quieta – Dijo Alba.
La miré
con cara de ‘Gracias amiga yo también te quiero’.
- ¿Qué?
Es verdad. Así que yo me voy a maquillar al baño, no quiero estar aquí cuando
empiece a perder la paciencia.
Me
senté en la silla y dejé que Danielle hiciese lo que quisiera. Me preguntó si
había pensado en algo, pero la verdad es que no lo había hecho, así que la dejé
que improvisara. Intenté moverme lo menos posible, pero la verdad es que me
costaba trabajo. Me agobian este tipo de situaciones en las que tienes que
estar quieto. Una vez mi madre me regaló un masaje para que me ‘desestresara’ y
acabé saliéndome a los dos minutos. No aguantaba, y al pensar que me quedaban
aún cuarenta minutos me ponía más nerviosa. No me desestresé una mierda. Creo
que fue hasta peor.
Pero
Danielle fue rápida. Me dijo que no me pegaba un recogido, así que lo único que
hizo fue ondularme todo el pelo, y echármelo hacia un lado. Para el lado dónde
llevaría el hombro al descubierto. La raya iba en medio, así que los pelos del
flequillo que tenía más cortos no se iban para ese lado y se me quedaban en su
sitio.
Cuando
fuimos al baño Alba estaba terminándose de pintar. Era única, se llevaba casi
una hora para pintarse los ojos. Pero siempre conseguía unas pestañas
larguísimas sin ningún pegotón y hacía que sus ojos parecieran mucho más
grandes, lo que le quedaba genial. Cada una se pintó por separado, aunque yo
necesité ayuda con mis ojos. Estas cosas no se me daban mal, pero tampoco tan
bien como a Alba. Eran las siete y sólo nos quedaba ponernos los vestidos. Así
que no íbamos tan mal de tiempo.
Cuando
estuvimos las tres vestidas, el efecto fue increíble. Nos fuimos al cuarto de
Harry, porque tenía un espejo enorme. Y nos vimos a las tres. Estábamos
guapísimas. Alba, bueno Alba, estaba…
despampanante. Si, esa era la palabra. El moño bajo, con el collar dorado con
piedras verdes estilo babero, junto a unos pendientes dorados sencillos y un
anillo le quedaban genial con sus rasgos y su vestido. Danielle iba muy guapa.
El dorado le quedaba genial con su piel morena y lo había combinado con unos
pendientes y una pulsera en tonos corales que le quedaba genial. Y yo… Yo casi
no me reconocía. Sólo me había puesto unos sencillos pendientes de unas piedras
imitando al diamante, un brazalete precioso y un anillo. Pero en conjunto,
peinado, vestido, maquillaje y joyas, me hacían parecer una actriz camino de
los Óscar. Me estaba flipando.
- Pues
cogemos los abrigos y esperamos a que los chicos nos avisen – Dijo Danielle.
-
¿Abrigos? ¿Qué abrigos? – Pregunté.
- ¡No
me lo puedo creer! Mira que te dije que bajaban las temperaturas y que te
pillaras un abrigo – Dijo Alba medio enfadada.
- ¿Pero
no se supone que vamos al cine? Estaremos dentro ¿no? – Dije.
- Sí,
pero después iremos a una fiesta que es al aire libre. Aunque supongo que
también habrá una parte de
interior – Comentó Danielle.
- Pues
yo no tengo nada de abrigo… - Nada de lo que me había traído de España valía
para ponérselo encima de ese vestido, se lo cargaría – Bueno no pasa nada,
tampoco hará tanto frio, es verano – Dije.
Alba me
miraba poco convencida, pero no dijo nada. Los chicos llegaron enseguida. Bueno
los chicos no, llego Liam sólo. Nos dijo que los demás estaban ya abajo.
Bajamos
y nos montamos en un coche enorme. Dentro cabíamos sin problemas. El conductor
con uno de los seguratas delante. Después iban Niall, Harry, Zayn y Louis. Tras
ellos se montó Liam y después Danielle. Así que Alba y yo no sentamos atrás
solas. Yo pasé primero. Me costó la vida entrar con el vestido y los tacones.
Estaba nerviosísima. Miraba a Alba cada dos segundos. Me sonreía. Pero sabía
que
ella estaba igual de nerviosa que yo.
- Creo
que tengo que ir al baño – Le susurré en español.
Me
volvió a sonreír. Creo que no me contestaba porque temía que si hablaba acabaría
vomitando.
El
camino se me hizo muy corto. Demasiado. De repente ya estaba el conductor
avisándonos de que estábamos a punto de llegar. Yo no sabía que era lo que nos
esperaba. Una alfombra o algo si suponía. La verdad es que se me había olvidado
preguntarle a los chicos como sería. Ya era tarde. El coche paró. Mi estómago
dio un vuelco. Abrieron la puerta del coche. No vi quién era, pero ayudó a Alba
a salir, así que esperaba que a mí también me ayudaran, por que no me creía
capaz de bajar sin caerme.
Miraba
a mis pies, así que extendí la mano sin ver quién me estaba ayudando a bajar. Cuando
estuve en tierra firme me permití a mi misma mirar a mí alrededor y ver quien
me había ayudado. Y ahí estaba él, guapísimo como siempre que iba en esmoquin.
Estaba sonriéndome. Me fijé en que movía sus labios sin decir ni emitir sonido
alguno. ‘Estás preciosa’, entendí que quería decir. Le sonreí. Miré lo que me
rodeaba.
Estábamos en una alfombra negra, rodeada de antorchas encendidas. Había
gente tras las antorchas en los dos lados. Yo sólo oía gritos. Ni una palabra
inteligible. Y sólo veía flashes por todos lados. Miré a Alba y vi que ella
estaba agarrada de Louis, quién la sujetaba con fuerza. Estaban genial juntos.
Niall se
acercó a ellos y posó con ellos para las
fotos. Zayn hizo lo mismo pero con nosotros. Supongo que era para que no
pensaran que éramos la pareja de Harry y Louis, si no que íbamos en grupo.
Andamos por la alfombra. Yo me debatía entre mirar al suelo para no caerme o
seguir mirando a todos lados sonriendo.
Los chicos pararon algunas veces para
firmar autógrafos o dejar que les hicieran fotos, pero Harry no me soltó ni un
momento. Es más, intenté alejarme para que pudiera hacerse fotos sólo y que la
gente no pensara nada, pero al notar que me movía me agarró más fuerte. O eso
me pareció.
Llegamos
finalmente al Photocall. Ahora tocaba posar para los medios. Dios, ¿qué cara
pongo? ¿Qué hago? Pero los chicos nos lo hicieron todo muy fácil. Actuaban como
siempre, cómo en casa. Poniendo caras y metiéndose en las fotos de los otros para
estropearlas. Yo me fijé en Danielle, pero también actuaba muy natural. Miré a
Alba y me asintió. Ninguna de las dos éramos modelos y haríamos el ridículo si
pretendíamos serlo. Así que nos unimos a las tonterías y fuimos nosotras
mismas. A los diez minutos o así, nos dejaron continuar. Y por fin entramos
dentro del cine, a salvo.
Vi un
banco y me dirigí hacia allí. Me senté. ¡Por fin! Me sentía como si me hubiera
llevado horas
entrenando en el gimnasio. Tenía todo el
cuerpo agarrotado. Alba se sentó al lado mía.
- ¿Tampoco ha ido tan mal, no? – Ya hablaba.
Pero no pude contestarle. La agarré y señalé a la
puerta, para que viera quién acababa de entrar. No me lo podía creer. Aunque pensándolo
bien era evidente que los actores iban a estar en la Premiere de su película en
Londres. Ahí estaban Jennifer
Lawrence, Elizabeth Banks, Josh Hutcherson y
Liam Hemsworth. Y por supuesto la escritora, Suzanne Collins.
¿Dónde estaba
Harry? Quería que me los presentara, me lo había prometido. Lo busqué con la
mirada pero no estaba con los demás chicos. Aún así me le levanté con Alba. Los
chicos iban a ir a saludarlos, así que fuimos con ellos. Los actores aún
estaban saludando a más gente que había por allí. Louis nos vio aparecer y
comenzó a dar saltitos:
- ¡Oh dios, oh
dios! Son Josh Hutcherson y Liam
Hemsworth – Dijo riendo.
- ¿No deberías
emocionarte más por Jennifer Lawrence? ¿O te nos has vuelto gay? – Dijo riendo
Alba.
- Te estaba
imitando – Dijo Louis con un tono de voz en plan ‘era evidente’.
- No, pero Alba
seria más así… – Y me puse a imitarla exageradamente.
- ¡Dios, lo hace
igual! – Exclamó Niall, quién no paraba de reír.
- ¡Que os den! –
Dijo Alba, pero no estaba enfadada, estaba riéndose.
- Pero ¿a que ha
surtido efecto? ¿A que ya no estás tan nerviosa? – Dijo Louis.
- No, ahora estoy
enfadada – Rió Alba.
- Lo ves, si es
que yo sólo miro por ti – Pero ya no sonreía. Se había puesto serio mientras lo
decía.
Niall, que seguía
riéndose no se dio cuenta, pero Alba sí, y se quedó muy callada. Y yo también
me había dado cuenta aunque por suerte Zayn, Liam y Danielle estaban metidos en
otra conversación.
- ¿Dónde está
Harry? – Pregunté para cambiar de tema.
- Ni idea –
Contestó Louis. Parecía que se acababa de dar cuenta de dónde estaba. Dejó de mirar
a Alba.
- Vamos a
conocerlos, ¿no chicos? Hasta yo estoy nervioso – Dijo Liam uniéndose a nuestra
conversación.
Zayn llegó
también y empezó a hacerle cosquillas a Liam mientras canturreaba:
- ¡Oh el pequeño
Liam está nervioso! ¿¿¡¡Le da al pequeño Liam vergüenza conocer a famosos!!??
- ¡Danielle ayúdame! - Dijo entre risas Liam.
- ¡Danielle al
rescate! – Exclamó ésta.
- ¿Queréis
comportaros cómo personas normales? ¡Nos están mirando! – Era Harry, que había llegado
hasta donde estábamos.
Pero aún habiendo
dicho eso, se unió a Zayn haciéndole cosquillas a Liam. Finalmente Liam se zafó
de ellos.
- Venga que va a
empezar – Dijo. Era verdad, ya era la hora.
- Joder, con vuestras
tontería no los hemos podido conocer – Dije haciéndome la enfadada.
- Venga Liz no te
enfades. Los conocerás en la fiesta. Te prometí que los conocerías y yo no sé
mentir.
- ¡Esa frase es mía!
– Le dije - Por cierto ¿Dónde estabas?
- Bah, por ahí.
Hablando con viejos amigos – Dijo sin darle importancia, pero miró hacia la
derecha.
Mientras
entrábamos en la sala miré a donde había mirado Harry. En realidad no era de mi
incumbencia con quién hubiese estado Harry. Pero tenía curiosidad. Había un grupo
de gente en aquel lado del vestíbulo. No reconocí a nadie. Excepto a una mujer.
Me sonaba la cara… ¿Pero de qué? Entonces rió y me acordé. Era Caroline. Caroline
Flack.
me ha dado un infarto*_* Caroline.. joder, ¡no me la esperaba!
ResponderEliminaryo tampoco me la esperaba, y realmente espero k no vuelva a salir en la novela :(
EliminarME ENCANTAAA!
ResponderEliminarme encanta toda la noveela, xro aora esta muuuy interesante. Por favor que harry no haga NADA con caroline flack, x favor, esk no lo soportaria, aunk se k no es de verdad, me da mucha rabia. caundo vas a poner el capitulo 17??? esk amo esta novela y me muero por leer el capitulo 17, x favor k sea pronto!!!
No, Caroline no, porfavor!!! lo que quieras menos Caroline!! :'( No puedo con esa tia!
ResponderEliminarMe encanta! Por dios Caroline no :| que asco da... jajaja síguela ya! jajaja un besazo guapísima <3
ResponderEliminarMe encanta, siguela pronto :3
ResponderEliminar¡MOTHER OF GOD! ¡CAROLINE NO, QUE LA MATO! Jajajajajaja.
Que ganas de seguir leyendo, esta muy interesante, un besazo precioso <3
dios dios dios dios dios dios, no nos dejes asi, CAROLINE FLACK , ellaa!! noo!!! necesito mas!
ResponderEliminarCAROLINE NOD: LA MATO(? okno. Jajajaja. Me encanta sgtyhgtrfdes, sigue<3.
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