miércoles, 11 de julio de 2012

Utimo capitulo.

Capitulo 31.


[Narra Liz]

- ¡Quieres estarte quieto! – Le dije casi gritando – Me estas sacando de quicio.

Nuestro vuelo salía al día siguiente por la mañana temprano, y ya estábamos terminando de organizar las maletas. Pero Harry apenas me dejaba terminar de hacer la mía.

- Es que no sé porque estas metiendo tanta ropa – dijo – Si vas a volver.

- Meto la ropa de verano porque aquí ya está empezando a hacer frío y tener esta ropa ocupando espacio es una tontería así que me la llevo y traigo la de invierno – le dije usando el tono de cuando las madres le explican cosas a los niños pequeños.

- Pero es que parece que te vas para siempre, apenas estas dejando nada aquí – me contesto -sacando la camiseta que acababa de meter.

- ¡Qué pares! – le dije – Venga, vete a consolar a tu amigo y déjame tranquila terminar de hacer la maleta – dije metiendo de nuevo la camiseta.

- Vaaaale – dijo sin ganas.

Se incorporo y me dio un beso en el pelo mientras cogía la camiseta de dentro de la maleta y la volvía a sacar. Me di la vuelta para reñirle, pero se había ido corriendo de la habitación. Me conocía bien.
Por fin me dejo sola. Mientras seguía haciendo la maleta pensé en todo lo que había cambiado mi vida en apenas un mes. Y en lo rápido que había pasado el tiempo. Parecía que había sido ayer cuando estaba sentada en el avión con Alba con todas las esperanzas puestas en este viaje. El cual había sido mucho mejor que lo que nunca hubiéramos imaginado. Y ahora había acabado. Aunque volviera en unos días a Londres, Alba no vendría conmigo y además no sería lo mismo, había alquilado un pisto cerca de la facultad para mi sola. Se me iba algo de precio pero aun no me hacía a la idea de que Alba no fuera a vivir conmigo y tuviera que buscarme a una desconocida para que sea mi compañera.

El piso lo tenía desde el uno de octubre así que la última quincena la pasaría con los chicos y quizás encontrara una chica con la que no me importaría vivir. Aunque ninguna seria Alba.

Ese pensamiento me puso muy triste, pero enseguida lo quite de mi mente, no me parecía justo estar triste cuando era Alba la que de verdad tenía motivos para estarlo. Yo tenía que estar feliz y como siempre por ella, me parecía egoísta que con todo lo que va tener que pasar se tenga que preocupar por mí.
Seguí haciendo la maleta. Por mucho que dijera Harry, dejaba aquí bastante ropa y aun así temía que me fuera a dar sobrepeso en el aeropuerto. En ello estaba pensando cuando caí que con los chicos no había ese problema, ellos pagaron los billetes y no teníamos límite de peso. Eso era una de las cosas buenas que tenia ser famoso y rico.

- ¿Cómo vas? – escuche que me preguntaba Alba.

- Bueno, terminando ¿y tú? – le pregunte.

- Hecho. Ya esta lista y cerrada- dijo sentándose en la cama

- Y ¿Cómo estás?

- De momento bien, ya sabes, aun es pronto para darme cuenta que tú te volverás con ellos y yo me quedare allí, ósea, lo sé, pero aun lo veo lejano… no se es raro – suspiro – Ahora solo pienso en esta noche.

- ¿Estas deseando que nos vayamos, eh? – le sonreí

Harry y yo habíamos pensado que lo mejor sería dejarles la casa para ellos solos y salir a dar una vuelta nosotros por ahí, así tendría más intimidad y podrían tener una última noche en condiciones.

Habíamos quedado para cenar con Niall y Charlotte, quien no podía venir con nosotros a España. Danielle si, había pedido unos días libres y nos acompañaría. La idea era pasar el fin de semana juntos en Mallorca, pero no había podido ser, bastante trabajo les costo que le dejaran dos días libres para poder venir con nosotras. En nada comenzaban la presentación por todo Reino Unido de su nuevo disco y después la gira. 

Lo que a mi me venia bien, así me concentraba en los estudios, nunca se me habían dado muy bien y la universidad ya eran palabras mayores, si encima estaba Harry distrayéndome me iría aun peor.
Así que el plan se quedo simplemente en una cena todos juntos porque los chicos tenían que dar una entrevista a una radio española. Ademas yo tenia que despedirme en condiciones de Alba. Ella estaba con Louis, si, y seria duro para ellos dos, pero también seria muy duro para nosotras. Nunca desde que nos conocimos habíamos estado tanto tiempo separadas. Necesitábamos un tiempo para nosotras solas. Al día siguiente por la tarde yo y los chicos nos volveríamos a Londres y ella se quedaría allí, sin mí, sin ellos, sin Louis.

La mire y me compadecí de ella, yo en su situación no se que hubiera hecho, ella sin embargo lo estaba llevando con madurez. Yo estaría llorando por las esquinas y suplicando a mi madre.

- No me mires así – me dijo – No soy un perrito abandonado.

- Tienes algo de cara de perra – le dije riendo

- Esa es mi encantadora Liz – sonrió.

- Por cierto, que me pongo – le dije señalando los dos conjuntos entre los que dudaba.

-  Pues me gusta más el vestido azul con las sandalias – me dijo.

- Buena elección – cogí el conjunto y la ropa interior y salid e la habitación – Me voy a la ducha.

- Voy a conectarme un rato, entonces – dijo.

- Por cierto, si ves a Harry déjale caer, así como quien no quiere la cosa, que el pantalones caqui le quedan muy bien y que esta noche es muy de pantalón caqui.

[Narra Alba]

Reí ante la manera tan sutil que tenia Liz de decirme que le dijera a Harry que tenía que ponerse.
Me dirigí al salón, los chicos estaban jugando con la ‘play’. Seguramente jugando al FIFA y seguramente Louis le estaría dando una paliza a Harry, este no era muy bueno.

- Harry, Liz ya se está empezando a arreglar – Le dije

Le dio al pause y miro el reloj.

- ¡Ostia va siendo hora de que yo también! – Dijo levantándose – Lo siento Louis tendrás que perder otro día.

- ¡Pero si te iba ganado yo! – Protesto Louis – ¿Alba terminas el partido por Harry?

- Vale, ahora sí que vas a perder – Era buena en estos juegos.

Harry se levanto y yo me senté donde él había estado hacia unos segundo y cogí el mando, antes de darle a play le llame.

- Oye Harry – se paró a medio camino del pasillo y se giro para mirarme – Liz quiere que te pongas los pantalones caqui.

- ¿Te ha dicho que me dijeras que me quedan bien o algo de eso?

- Si, pero he preferido ser mas directa – le dije riendo. Me hacia gracia ver cuanto la conocía  a pesar que solo se conocían de un mes.

En el fondo si lo pensaba yo también conocía bastante bien a Louis. Empecé a pensar en ello y a ponerme triste pero levante la vista a la televisión y vi que Louis ya le había dado a reanudar y está  jugando sin avisarme.

- ¡Eh! Eso es trampa – le dije dándole un empujón para que perdiera la concentración.

- Si te quedas embobada mirando a la nada me aprovecho, la vida es así, injusta – dijo riendo.

No le conteste preferí meterme de lleno en el juego y ganarle. Lo cual no fue posible, a pesar de que se me daban bien los juegos de fútbol, Louis era un freake y se conocía todos los trucos. Al final quedamos 3-2, lo que no estaba nada mal. Para cuando terminamos Harry y Liz ya estaban listos y a punto de irse.

- Pasároslo bien – le dije – Vais muy guapos.

- ¡Verdad, es! – Dijo Louis – Darle recuerdos a Charlotte y una patada a Niall de mi parte.

- Lo haré encantado- dijo Harry mientras se dirigirán a la puerta.

- Hasta mañana – dijo Liz.

- Mañana hay que levantarse temprano, así que no lleguéis tarde – les recordé.

- ¡Si, mama! – contestaron los dos a la vez.

Ya estábamos los dos solos, era raro pensar que sería nuestra última noche juntos.

- Vete a la ducha que yo haré la cena – dijo dándome un beso.

Me levante y me dirigí a la ducha. Cada vez que hacia una cosa pensaba que sería la última vez que haría aquello. La última vez que me ducharía en aquella casa, que usaría ese champú, que utilizaría esas toallas. Cualquier cosa que hacia lo hacía pensando que sería la última vez que la haría.

Con ese pensamiento llegue a la cocina con la idea de ayudar a Louis con lo que quedará por preparar. Pero no estaba en la cocina así que fui al comedor y me encontré la mesa puesta, con velas inclusive.
Me acerque mas para ver que había preparado de cena y vi que eran dos pizzas precocinadas y unos nachos con queso.

- ¡Era un sorpresa! – Era Louis que pasaba la lado mía con dos latas de cerveza.

- ¿Pizza precocinada y nacho, en serio? – Le dije riendo.

- Lo importante es la intención además que hay mejor que una pizza y unas cervezas – dijo separando mi silla de la mesa como todo un caballero – Por favor, madame.

- ¡Oh! Muchas gracias, señor – dije sentándome.

El se sentó en la silla de enfrente.

- ¡Bon apetit! - dijo

Comimos hablando de tonterías. De esto y de aquello, con el siempre tenía tema de conversación. No quisimos hablar de lo que se estaba avecinando. De nuestra separación y todo eso, preferimos tener una cena tranquila y normal.

Pero terminamos de cenar, recogimos las cosas y nos sentamos en el sofá y ya no se pudo posponer mas, teníamos que hablar… ¿Qué iba a ser de nosotros?

- Podíamos intentarlo… - empecé.

- Deberíamos seguir… - dijo él al mismo tiempo.

Reímos.

- Bueno, tenemos claro que ambos queremos intentarlo – dijo acariciándome la mano.

- Si, es un poco egoísta por mi parte… – le dije

- Eso ni lo pienses, también es egoísta por la mía si lo miras así – me corto.

- Sí, bueno… podíamos ver que tal, quieras o no estaré ocupada estudiando, las aprobare todas para venir en julio otra vez.

- Y yo estaré de gira y con cosas del grupo, y en mis descansos intentare ir a verte…

- Quizás funcione – dije

- Funcionara – apretó mi mano y se acerco a darme un beso.

Me acurruque en él, apoyando mi cabeza en su pecho, que subía y bajaba al compás de su respiración. El me acariciaba el pelo.

- Una vez te dije que pararas el tiempo… ¿No has inventado aun nada para hacerlo? – le susurre.

- Desgraciadamente, aun no.

- Siento decirlo – empecé – Pero tengo celos de Liz, ya sabes ella se queda aquí, no en el piso pero al menos en la misma ciudad, en el mismo país…

- Aunque suene mal, yo tengo celos de Harry… - dijo él.

- ¡Lo ves! ¡Estamos hecho el uno para el otro! – dije incorporándome.

- Nunca lo dude – me sujeto la cara con sus manos y me beso.

Me levante del sofá y le cogí la mano haciendo que él también se levantara.

- Ahora te vas a llevar tu regalo de despedida – Le dije con un tono picaresco  - Me he comprado hasta un conjunto para la ocasión.

Llegamos a su habitación y le deje sentado en la cama.

- Tu espera aquí – me dirigí hacia el baño.

Había ido con Liz a comprarlo, a ella le gustaban más este tipo de prendas que a mi. Siempre he sido muy básica a la hora de la ropa interior, quitando el conjunto que me regalo Louis no tenia nada sexy en mi armario. Así que decidí comprarme algo para nuestra ultima noche. No sabia cuando volveríamos a tener una noche para nosotros así que quería que fuera especial.

- ¿Preparado? – le dije tras la puerta.

- Mas que preparado.

Abrí la puerta y me lo encontré totalmente desnudo encima de la cama y con la postura de un modelo de ‘Calvin Klein’.

- ¡Eres único! – le dije cuando pare de reír – La sorpresa te la quería dar yo.

- Ya sabes cómo soy – dijo cogiéndome la mano y arrastrándome hacia el – Me gusta destacar y ser el centro de atención.

- Lo has conseguido amigo, me has eclipsado – Le dije sentándome sobre el.

- ¡Qué va! Eso es imposible, eres preciosa y perfecta – me beso.

La situación no daba más de sí. Ya no era momentos para palabras. Solo para disfrutar de nuestra última noche juntos. Y lo hicimos, disfrutamos, varias veces.

[Narra Liz]

- ¡Qué vamos a aterrizar! – grite mientras zarandeaba a Niall.

- Lo sé, lo sé – dijo.

- ¿No estáis nerviosos? – les pregunte.

Zayn me miro con cara de dormido, llevaba durmiendo todo el viaje, se acababa de despertar, seguramente por mis gritos.

- ¿Qué hora es? – parecía que no sabía ni donde estaba.

- Yo si estoy nerviosa – dijo Danielle – Es que nunca he estado en España.

- Pues preparate para pasar calor, mucho calor – dijo Alba.

Estábamos aterrizando en el aeropuerto de barajas. Nuestros padres y amigos vendrían  recogernos. Los chicos se irían por otro lado para intentar pasar desapercibidos, aunque algo se había filtrado ya a la prensa. Nos veríamos a la noche para cenar, ellos tenían a la tarde una entrevista con una radio de aquí. Danielle se vendría conmigo y con Alba, se lo había dicho a mi madre, que llevaría una amiga, no puso ninguna pega.

- Te llamo en una horas – me dijo Harry justo antes de separarnos.

Me acerque a él y le di un beso como respuesta. Me dirigí a la puerta de salida, junto con Danielle quien ya se había despedido de Liam. Esperamos a Alba en la puerta. Me fije en Zayn y Niall, estaban haciendo tonterías con las maletas, las empujaban y corrían detrás de ellas intentándolas saltar, era imposible no reírse. Entonces me fije en Alba quien se despedía de Louis con un beso. Pensé en lo duro que tenía que ser y también en lo injusto que era.

- Os vemos en unas horas chicas – grito Zayn que se había caído al suelo – No nos echéis de menos.

Niall intento decir algo pero no podía pues no dejaba de reírse por la caída de Zayn
.
Finalmente Alba se unió a nosotras y cruzamos la puerta. Nada más cruzar vi a mi madre con un enorme cartel con mi nombre, ella era así, ya no me avergonzaba su actitud. Los padres de Alba y su hermano estaban al lado, sin cartel, pero con la misma cara de felicidad. También estaban mis abuelos y una prima de Alba, Celia, con la que se llevaba genial.

Fuimos corriendo hacia ellos. Abrace a mi madre casi llorando, en verdad había sido duro. Luego abrace a mi abuelo y después a mi abuela, seguía oliendo a bebe y era tan blandita como recordaba.

Les presente a Danielle, quien sonaba muy graciosa intentando hablar español, y fui a saludar a los padres de Alba. Su padre era un hombre estricto, pero bueno y su madre era muy comprensiva, no entendía como Alba ni si quiera les había planteado la idea de volverse. Salude a su hermano, que era guapísimo y me gustaba desde que era una enana, ahora era casi como mi hermano mayor también.

Iríamos a comer todos juntos para ponernos al día. Durante la comida de vez en cuando me encontraba a mi misma pensando en que estarían haciendo los chicos, y por las miradas perdidas en las que a veces pillaba a Dan y Alba, ellas también se acordaban de los chicos.

Por fin llego la noche e iríamos todos a cenar juntos. Cuando llegamos al restaurante, uno de los más caros de Madrid, los chicos ya estaban allí.

- ¿Por qué habéis tardado tanto? – pregunto Liam.

- Mi padre casi no me deja salir, decía que era mi primera noche aquí que debería cenar con la familia, al final lo convencí – dijo Alba sentándose al lado de Louis.

- Menos mal – dijo Niall.

- Por cierto, habéis sido ‘Trending Topic’ en la entrevista – comento Zayn riendo.

- ¡Verdad! Parecía que estaban más interesado en  vosotras que en nosotros y el nuevo disco – dijo Harry.

- Es comprensible, yo también estoy más interesado en ellas que en vuestra música – dijo riendo Louis.

- ¡Es una mierda de disco! – Dijo Zayn siguiendo la broma.

De repente se puso de pie y dijo casi gritando.

- Eso no se lo cree nadie!¡Es el mejor disco del mundo!

- Molamos – añadió Niall.

- Es mi país, chicos… no me avergoncéis en él – dijo yo mientras me sentaba.

- Eso ya lo haces tú sola – dijo Alba riendo.

Estaba riendo y contenta, lo cual era todo un logro después de la bronca con su padre, a punto estuvo de no salir.

La cena fue bastante normal, muchas bromas y risas. Nadie hablo de que era nuestra ultima cena juntos. Niall dijo que era una pena que Charlotte no hubiera podido venir, pero viajar a otro país era una de esas cosas fuera de lo normal que el padre no quería que Charlie hiciera.

Pero la hora de la despedida llego. Alba no nos podía acompañar al aeropuerto a la mañana siguiente así que tocaba despedirse ahora. Danielle iría a dormir al hotel con los chicos y Alba y yo volveríamos juntas dando un paseo a casa, así también podría despedirme de ella como era debido.

- Te voy a echar mucho de menos – Dijo Liam – Eres increíble y en nada nos vemos, te lo prometo.

- Eso cariño, no vas a poder ni echarnos de menos – añadió Danielle.

Ambos la abrazaron y Alba no aguanto más y algunas lágrimas se le escaparon.

- No llores preciosa – dijo Zayn acercándose a ella – Piensa en que hubiera pasado si no fumara o le hubiera pedido fuego al gordo que teníais al lado – intentaba hacerla sonreír- Quédate con todo lo bueno y con que nos veremos pronto.

- Solo tienes que comprarte una revista o encender la tele y allí estaremos para ti – Dijo Niall.

- Estamos hasta dentro de tu ipod – añadió Harry.

- En serio, para mi eres una gran amiga y no dejare que la distancia arruine eso – continuo Niall abrazándola – Gracias por todo, te quiero.

- ¡Te queremos! – dijo Zayn.

Le toco el turno a Harry. Su abrazo duro mucho pues Alba se derrumbo y empezó a  llorar mas. Hablaron en susurros y no oí que decían aunque creo que cuando se separaron Harry le decía a Alba ‘No te preocupes, cuidare de ellos’

Todos nos separamos para dejar que Louis y ella tuvieran más intimidad. Yo me despedí de todos aunque los vería al día siguiente en el aeropuerto.

[Narra Alba]

Era muy emotiva, en el fondo. Y con las despedidas aun mas. Pero esta era superior a mis fuerzas, les quería tanto. Es increíble como en dos meses unas personas pueden llegar a ser tan importantes para ti. Habíamos vivido tanto juntos, parecía de serie de televisión, pero no lo era. Y tenía fin.

La despedida de Louis fue la más dura, sin duda, aun habiéndonos despedido la noche anterior, esa sería la última vez que vería su cara en algunos meses. Solo de pensarlo lloraba más.

- La última imagen de mi, con ojos rojos y mocos – dije intentando reír.

- Te he visto recién levantada, ya nada me asusta – cometo sonriendo – Pero te digo ya que no es la ultima – me acaricio la mejilla con el pulgar – Tengo algo para ti.

Era un iPod, yo no tenía, lo mío era simplemente un mp3 de los antiguos y siempre le estaba pillando el suyo a Liz.

- No hacía falta Louis, te has pasado.

- No, quería regalártelo y lo he hecho – dijo – Por cierto, solo tiene una canción… Paradise… se que te encanta… bueno, no es la de Coldplay… Es una cover mía... No sé...

Le abrace. Le abrace lo más fuerte que pude mientras lloraba. Sabía que le estaba manchando la ropa de lágrimas pero me daba igual. Había sido la gota que había colmado el vaso. Quizás Louis no era perfecto, pero era perfecto para mí y ahora tenía que estar lejos de él.

Se separó de mi con cuidado.

- No te doy un beso porque no podría aguantar separarme de ti – dijo – Y porque no quiero que haya último beso, así tendré que volver a verte para dártelo…

- Me parece – sonreí.

Levante la mirada hasta sus ojos azules.

- Te quiero – me dijo mirándome directamente.

- Y yo.

Tras eso me di la vuelta y me fui hasta donde estaba Liz. Justo cuando llegue todos se abalanzaron sobre mi, incluida Liz y Louis y me abrazaron a la vez. Apenas podía respirar, pero me encanto.

La vuelta a casa con Liz, fue como un día normal. Hablamos como siempre, he hicimos muchas tonterías. Ahora la gente nos miraba por la calle, se nos olvidaba que ahora nos entendían.

Vivíamos en el mismo barrio aunque mi casa estaba antes que la suya.

El camino se me hizo cortísimo y enseguida estábamos en mi portal. Cuántas veces nos habíamos quedado horas en el portal hablando cuando se suponía que ya nos íbamos. Esta vez fue igual, aunque creo que también alargábamos a la situación, ninguna de las dos quería despedirse.

- Pues a mi hermano la novia lo esta amargando… - no pude continuar mi historia sobre la vida de mi hermanos.

Liz me abrazaba muy fuerte.

- Todo será igual – empezó. Ósea, no igual, obviamente… - se empezó a liar- Ya sabes lo que quiero decir que aunque estemos lejos, nada cambiara, a ver , algo cambiara… pero que a pesar de la distancia seguiremos siendo como hermanas, tú me entiendes.

- ¿Si no te entiendo yo, quien lo hará? – le dije.

- También es verdad. Joder como te voy a echar de menos… ¿Quién me aguantará? O peor… ¿Quién te aguantara a ti?

- Amen a eso – sonreí- Pero como tu mal has expresado, no cambiara, tu y yo podemos no vernos en meses que el día que nos veamos será comí si nos hubiésemos visto el día anterior. Somos así.

- Lo somos… Pero aun así te echare de menos y me gastare mucho dinero en llamadas…

- En nada nos veremos – Me hacía gracia la situación. Tenía que ser ella la que me dijera este tipo de cosas a mí.

- Te quiero Alba – dijo volviendo me abrazar y dándome sonoros besos en las mejillas.

- Yo también te quiero Elizabeth .

Se alejo un poco por la calle, pero se giraba cada dos por tres para gritarme que me echaria de menos o que pronto nos veríamos. Yo me reía en el portal. A pesar de todo estaba feliz, tenia la mejor amiga del mundo y había vivido el mejor verano de mi vida.

[Tres días después]

La felicidad no me duro mucho. Todo yo era un cumulo de sentimientos, ni la menopausia causaba tantos altibajos emocionales. Estaba arisca con todo el mundo, apenas salía de mi habitación. A veces estaba feliz y me decía a mi misma que no tenia nada por lo que quejarme… otras veces, mucho más numerosas, me deprimía y estaba celosa de Liz, por estar allí. Habíamos hablado todos los días y aunque intentaba que no se me notara mi ánimo, ella me conocía muy bien. A Louis se lo supe disimular un poco mas aunque muchas veces cuando terminábamos de hablar no podía dejar de llorar. Otra persona que me lo notaba era mi madre. Solo hacia preguntarme que me pasaba y yo no se lo decía. No por nada, si no porque sabia que no iba a solucionar nada y prefería llevar mis problemas sola, al menos hasta que explotara.

Ahora estaba en un momento de deprsion  máxima y no quería ver a nadie, quería que me dejaran en paz. No tuve esa suerte.

- ¿Cómo sigues cariño? – Era mi madre.

- He tenido días mejores…

- No últimamente, la verdad – añadió ella sentándose en mi cama – He hablado con la madre de Liz.
La mire extrañada.

- ¿Qué?...Es que no sabía que te pasaba, pero sabía que algo te pasaba y también sabía que Liz y su madre se lo cuentan todo, más de una vez te has quejado de que cosas que le contabas a Liz luego te las comentaba su madre. Ellas están muy unidad. Desearía que tu y yo también… - bajo la cabeza.

- Mama – me dio pena y me sentí muy egoísta por mi comportamiento.

- No, no te preocupes, tampoco tenemos una mala relación – continuo- bueno, eso, que he hablado con ella y me ha dio que te has enamorado de un chico de allí y no solo eso, si no que has hecho amigos y que Liz se quedara allí todo el año… ahora entiendo que estés así. Liz le ha dicho a su madre que tu también te querías quedar…

- Ya, pero sabía que sería un lío y que no os haría mucha gracia...

- Hombre, la verdad es que no, pero menos gracia me hace verte así… Así que… he hablado con tu padre.

Levante la mirada hacia ella, expectante.

- Mas bien he discutido con el – dijo medio sonriendo – Y bueno con un poco de ayuda de tu hermano y de la madre de Liz…

No me lo podía creer, iban dejar que me fuera. No debía hacerme ilusiones quizás solo me dejarían ir a hacerles una visita.

- Puedes estudiar tu primer año de carrea allí, es como una beca, algo cara, pero una beca, tienes que sacar muy buenas notas para quedarte y si destacas podrás hacer el  segundo año también. A tu padre no le hace mucha gracia pero está de acuerdo conmigo que para tenerte aquí así es mejor tenerte lejos pero feliz.

No sabía ni que decir. Una sonrisa enorme se planto en mi cara. La abrace, la abrace muy fuerte.

- ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! – Era lo único que podía decir.

- Tu vuelo sale mañana, así que haz las maletas y baja a darle las gracias a tu padre.

Antes de que pudiera asumir lo que estaba pasando ya estaba en el avión rumbo a Londres. Solo había avisado a Liz y porque su madre se lo había dicho, a mi me hubiera gustado darle una sorpresa a todos. Pero aun así simplemente ver la cara de los chicos y de Louis seria genial.

Liz parecía más contenta de no tener que buscar compañera de piso que de otra cosa. Viviría con ella, en Londres de nuevo, cerca de Louis, en mi ciudad favorita, con mis amigos. Me parecía imposible que la vida fuera tan perfecta. Era de cuento.

Liz no vino a recogerme al aeropuerto, hubiera sido un descaro, pero se encargo de que fueran todos a casa de Louis y Harry a la hora que yo llegaba para darle la sorpresa a todos juntos.

No entendía porque pero estaba nerviosísima. En el taxi camino del piso mis tripas estaban de fiesta. Cuando me monte en el ascensor, la sonrisa ya no se me quitaba de la cara. Encima me acorde del famoso ‘momento ascensor’ y sonreí aun mas. Quien nos hubiera dicho a Liz y Alba de aquel momento que las cosas iban a acabar así. La vida siempre consigue sorprenderte.

Estaba en el rellano. Me acerque a la puerta. Respire hondo. Y estire mi mano hacia el timbre. Seguramente al puerta estaría abierta pero quería llamar, lo había hablado con Liz, ella iría a abrir así la sorpresa se la llevarían todos a la vez.

Cuando pulse el timbre me temblaban las manos, una nueva aventura comenzaba y estaba deseosa de vivirla.

FIN.


Muchas gracias a todos los que me habéis estado leyendo, tanto los que empezaron desde el primer capítulo como los que os habéis ido incorporando. No la hubiera seguido ni le hubiera puesto tantas ganas a la hora de escribir si no fuera por vuestros increíbles comentarios. Nunca pensé que sería tan larga ni que la leería tanta gente, os lo agradezco mucho.

Espero que os haya gustado y hayáis disfrutado leyéndola, que para mí es lo importante (Yo’s que se creen J.K. Rowling)

Bueno que os quiero, coño.

sábado, 23 de junio de 2012

Capítulo 30


Capítulo 30

[Narra Alba]

No sabía muy bien qué hora era, pero daba igual. Era sábado no había que ir a trabajar así que no tenia porque preocuparme porque hora era. Sonreí recordando la noche anterior. Me desperecé y al hacerlo noté que Louis no estaba. Pero su lado aún estaba caliente, así que no debía hacer mucho tiempo que se había levantado. Quizás era más tarde de lo que me parecía, pues Louis no era de levantarse temprano. Solo tenía que incorporarme un poco para mirar la hora, pero me daba tanta pereza…
Justo andaba debatiéndome entre levantarme o intentar volverme a dormir cuando abrieron la puerta. Seria Louis, así que cerré los ojos para hacerme la dormida y darle un susto.
Esperé a que estuviera lo suficiente cerca. Pero no lo oí acercarse. Al contario, oía que andaba por el otro lado de la habitación y que dejaba algo sobre la cama. Escuché el sonido de un vaso contra otro, o quizás contra un plato. El susto se lo daría otro día, tenía mucha curiosidad por saber que estaba haciendo así que abrí los ojos y me incorporé un poco.
- ¡Buenos días! – Le dije sonriente.
- ¡Ah! ¡Estás despierta! Pues mejor… - ¿Mejor para qué? – ¡Buenos días!
Miré hacia su lado de la cama y vi una bandeja con el desayuno. Era un té y un bol de los cereales que tenían en casa. No era nada del otro mundo pero para mí el detalle lo significó todo. Era increíble. Me incorporé más para buscarle y darle un enorme beso. Pero al girarme de nuevo lo vi ahí de rodillas en el suelo. Todo sonriente mirándome con una especie de anillo hecho con papel albal y fixo. Le miré espantada. ¿No estaría haciendo lo que creía que estaba haciendo?
- Alba, yo me he llevado toda la noche pensando… – Empezó y me alejé un poco del hacia el otro lado de la cama. Casi me caigo -  Y bueno, es la única solución que se me ha ocurrido… Y me parece que es perfecta pues sé que quiero pasar el resto de mi vida contigo – Me incorporé y me bajé de la cama. Él me seguía con la mirada -  Alba Recio Campos, ¿quieres casarte conmigo?
Salí escopeteada de la habitación y abrí la puerta de la habitación de Harry, que estaba justo enfrente y seria donde estaría Liz.
- ¡Louis me acaba de pedir matrimonio! – Grité.
No fue suficiente para despertar a Liz. Ni aunque le cayera una bomba al lado se despertaría, pero Harry si lo hizo. Me miró con cara de loco.
- ¡Tu amigo me acaba de pedir matrimonio!
En ese momento apareció Louis en el umbral de la puerta.
- Es que no se qué otra solución hay para que te quedes…
Le miré con cara de ‘¿En serio es la única solución que se te ha ocurrido?’ y ‘¿En serio se te ha ocurrido que nos podríamos casar?`. En ese momento me acordé de una frase que me había dicho Niall en el balcón cuando me habló del padre de Charlie, que una de las cosas de las que tenía miedo era de la locuras de los famosos como casarse demasiado jóvenes. Parecía que el destino me estaba poniendo en sobre aviso.
En aquellos segundos a Harry le dio tiempo a procesar lo que estaba pasando y a reaccionar.
- ¡BODA! ¡BODA! ¡BODA! – Empezó a gritar mientras saltaba en la cama.
- ¿Se puede saber qué coño pasa hijos de puta? ¡QUIERO DORMIR! - ¡Bien! Liz se había despertado, ella pondría un poco de serenidad a la situación
- ¡Que Louis y Alba se casan! – Dijo Harry zarandeándola.
Ella me miró con cara de ‘¿¡Qué coño!?’
- Louis me ha pedido matrimonio – Dije yo.
- ¿Y qué le has contestado? – Preguntó.
- ¿No le has contestado? – Preguntó Harry. Louis negó desde el umbral de la puerta – ¡Pobre Boo Bear!
- A ver – Dije girándome hacia Louis y acercándome a él – Te quiero – Era la primera vez que se lo decía y tenía que ser en esta situación y delante de Harry en bóxers y Liz aun con la cara mojada por la baba – Muchísimo y no me quiero ir, pero no creo que casarnos sea la solución. Somos muy jóvenes, y la vida da muchas vueltas. Pero que en ningún momento pienses que es porque no te quiero o porque no quiero pasar el resto de mis días contigo, que quiero, pero no se… Ya sabes, me entiendes, ¿verdad?
- Sí. En realidad sabía que era una estupidez y una mala idea, pero es que estoy desesperado ¿me entiendes tu a mi? – Me dijo clavando sus ojos azules en los míos.
Me acerqué a él y le besé.
- ¿Entones no hay bo…? ¡Ouch! – Harry había empezado a hablar pero Liz le había pegado un manotazo en la barriga, supongo que para que no se cargara el momento- ¿Por qué me has pegado?
- ¿Por qué no me has pedido tu a mí que me case contigo? – Le dijo de repente muy seria.
Louis y yo nos giramos y nos quedamos mirando la escena. Los dos en la cama con los pelos revueltos y aun con cara de dormidos.
- Bueno tú no te vas, ósea, lo más seguro es que te quedes.
- ¡Eso no es excusa! ¿Por qué no me has pedido matrimonio? ¡Es súper romántico!
- ¿Me hubieras dicho que si? – Preguntó Harry interesado.
- ¿Estás loco? Apenas llevamos dos semanas y además somos muy jóvenes – Contestó ésta indignada.
- ¿¡Entonces!?
- Pero una cosa no quita a la otra. Ha sido un gesto súper romántico, y a ti no se te ha ocurrido tenerlo conmigo – Se levantó de la cama y se dirigió a la puerta – Ahora me voy a desayunar, tengo hambre – Y con las mismas pasó entre Louis y yo y se dirigió a la cocina.
Harry iba a decir algo pero sonó su móvil que estaba en la mesilla. Lo cogió y lo miró.
- Es Niall, dice que baja que se ha quedado sin leche.
No me di cuenta de lo que estaba pasando. Harry se levantó lentamente y pasó a nuestro lado para salir de la habitación. Cruzó una mirada con Louis. De repente éste se puso muy tenso. En cuanto Harry salió al pasillo empezó a correr y Louis detrás de él. Yo no entendía nada. Serian cosas suyas. Me fui a la cocina aún en shock por todo lo que acaba de pasar.
Al llegar a la cocina escuché que abría la puerta.
- ¡Hola a tod... -Escuché que empezaba a decir Niall.
- ¡Lou le ha pedido matrimonio a Alba y esta le ha dicho que no! ¡Ya he avisado a todos por ‘WhatssApp’ para que bajen! – Gritó Harry interrumpiéndole.
Ahora lo entendía. Corrían para ver quien llegaba antes y le abría la puerta a Niall y así le contaba la noticia. Supongo que Louis la hubiera contado de otra forma para no quedar tanto en ridículo.
- Este niño es tonto… – Escuché que murmuraba Liz – ¡DEJA DE GRITAR QUE ES MUY TEMPRANO! – Gritó.
Miré el reloj de la cocina. Eran las 11 y media pasadas, la verdad es que no era tan tarde. Niall apareció riéndose a carcajadas por la cocina con Harry, detrás iba Louis refunfuñando ‘A ver si a alguno se le ocurre una idea mejor’ me pareció oír que murmuraba.
- He hecho café para todos – Dijo Liz.
Yo volví a la habitación y recogí la bandeja del desayuno. El té aun estaba caliente. Cuando llegué de nuevo a la cocina ya estaban allí Liam y Danielle. Por un momento recordé la serie Friends. Aquel piso era como el de Monica. Todo el mundo entraba y salía como si nada. Sonreí y me uní al grupo.
- ¡No te puedes casar! – Decía Liam – ¡El primero en casarme iba a ser yo!
- Bueno, eso habría que hablarlo – Dijo Danielle
- Ah, ¿no te vas a casar conmigo en unos años? – Le preguntó.
- Si – Respondió esta.
- Pues eso, yo y Dan íbamos a ser los primeros. Y lo sabíais – Dijo.
- ¿Podemos dejar de hablar de estupideces y pensar algo para que Alba se quede? Queda una semana – Dijo Louis.
Niall iba a hacer otro comentario pero Harry le hizo un gesto para que parara. Desayunamos todos en silencio, pensando. Yo realmente no veía ninguna solución.
- Y si… - Empezó Harry – Ah no…
Volvimos todos a enfrascarnos en nuestros pensamientos.
Sin darme cuenta Zayn estaba en la cocina. Obviamente las bromas volvieron a empezar. Niall, Zayn y Harry no pararon de reír y de hacer bromas. Louis se las tomó a bien y les siguió el juego. Hasta yo me uní a ellos.
- Quizás lo de casaros no es tan mala idea… – Dijo Zayn - ¡Es verdad! – Dijo cuando todos le miramos – Queda una semana y somos, uno, dos, tres… ¡Ocho cerebros pensando y no se nos ocurre nada!
- Lo que si está claro es que dentro de una semana, nos vamos todos a España – Dijo Liam.
- ¿Cómo? – Preguntó Liz sorprendida, yo también lo estaba.
- ¿No creeríais que os íbamos a dejar iros así como así? Lo teníamos ya pensado, y hemos pedido días libres.
- Lo teníamos decidido hasta antes de saber que Liz se quedaba – Añadió Zayn.
- Oye, hablando de eso – La miré - ¿Has hablado ya con tu madre?
- No, ahora mismo la llamo – Dijo.

[Narra Liz]

Con todo el lío de la no-proposición de boda de Alba me había olvidado por completo que había quedado para hablar con mi madre aquella mañana. Salí de la cocina, me dirigí al cuarto y cogí mi móvil que se estaba cargando. Me senté en la cama de Harry y la llamé.
- Hola, holita vecinito – Le dije cuando descolgó.
- ¿Qué pasa cariño? – Me dijo a modo de respuesta.
- Nada, aquí, terminando de desayunar con Alba – Obviamente no le había dicho a mi madre toda la movida que hubo, con el piso, y eso. Ni que vivíamos con dos chicos. Era moderna, pero no tanto- Sabes, he estado pensando, y bueno, si me dejas, claro. Si no te importa, yo creo que sería una gran experiencia y tal…
Me había puesto de pie y daba vueltas por la habitación. Era una manía que tenia mientras hablaba por teléfono.
- No des tantos rodeos y ve al grano Elizabeth – Mi madre me conocía demasiado bien.
- He pensado en estudiar la carrera aquí, o al menos el primer año y si me va bien quedarme…
- ¿Allí? ¿Sola?
- A ver, he hecho amigos, y el piso lo puedo seguir alquilando, también puedo seguir con el trabajo – En realidad nada de eso era verdad- Además no me han admitido en lo que quiero estudiar allí, pero aquí no tendría problema y tengo la nacionalidad… Y a lo mejor Alba también se queda.
- Me extraña que los padres de Alba la vayan a dejar – Tenía razón, sus padres eran bastante antigüillos para estas cosas.
- ¿Y tú? ¿Me vas a dejar? – Mi madre era muy lista y me conocía, no podía venirle con tonterías ni adornarle la situación. Con ella había que ser directa, esto era lo que pasaba, esto era lo que quería. Ya solo me quedaba desear con todas mis fuerzas que dijera que sí.
- Bueno, la verdad, es que es una experiencia, y quieras o no ese es tu país… - Dijo.
- ¿Eso es un sí? – Empecé a dar saltos por el cuarto y a bailar.
- Es un ya veremos-déjame pensarlo ¿vale? – Me dijo.
- Perfecto. Te quiero mama. Y estoy bien, sana y feliz – Le dije.
- Eso es un alivio – Contestó.
- Te dejo que he quedado – Era mentira pero quería contarle a todos que lo más seguro era que si. Conocía a mi madre y sus ya veremos y este parecía que era más un sí que un no.
- Vale, llámame pronto y abrígate. Los abuelos te mandan recuerdos y muchos besos. Te quiero.
- Y yo, mama.
Colgué. Seguí dando vueltas y bailando. Luego paré. Respiré hondo y me tranquilicé.
- Venga relájate – Me dije a mi misma en voz alta.
- Estás loca – Escuché a Harry detrás mía.
Me giré.
- Tienes la mala costumbre de espiarme, la última vez te llevaste una buena torta por ello.
- Verdad, pero esta vez me he cerciorado de estar lo suficientemente lejos.
Se acercó a mí y me rodeó con los brazos.
- Ahora no estás lo suficientemente lejos – Le dije sonriendo.
- La verdad es que no – Me besó – Oye, por cierto Elizabeth Petters, ¿quieres casarte conmigo? – Me susurró sonriendo.
- Algún día – Contesté y le volví a besar.

[Narra Niall]

La mañana del sábado había sido perfecta. Todos juntos en el apartamento de Louis y Harry. Nos habíamos reído mucho con lo de la petición de matrimonio pero en el fondo entendía a Louis, no sé que hubiera hecho yo en su situación. Seguramente algún acto desesperado como ese. Pero aun así la cantidad de bromas buenas que salían de aquella situación no se podían dejar pasar. El propio Louis hizo algunas. Hasta él se dio cuenta lo cómico que era todo. Parecía sacado de una serie de televisión y nuestras vidas ya eran bastantes surrealistas como para añadirle una boda.
Entre una cosa y otra nos dio la hora de comer. Y nos quedamos todos juntos a comer allí también. Pedimos unas pizzas y pusimos la tele aunque no le echamos mucha cuenta.
Había sido un día de los que a mí me gustaban. Tranquilos en casa. En pocas semanas tendríamos terminado el disco y otra vez volverían las giras, firmas y viajar de un lado para otro. Lo cual me encantaba. Vivía experiencias increíbles y conocía gente fantástica, pero a veces se agradecía estar tranquilos con unos amigos sin hacer nada y riendo por tonterías, como si fuéramos chicos normales de nuestra edad, lo cual no éramos.
- Os va encantar España – Les dije a los chicos.
- ¿Eso no lo deberíamos decir nosotras? – Dijo Alba riendo.
- Eh, que yo también he estado allí ‘amigas’ – Dije esa última palabra en español – Y puedo decir que les va a encantar.
- ¡Estoy con él os va a encantar! – Dijo Liz – A ver, no es nada del otro mundo, pero tiene sitios realmente preciosos y lo mejor es la gente. La gente es simpática y agradable por naturaleza, no como aquí que sois unos sosos.
- Te recuerdo que eres de aquí – Dijo Zayn – Un poco de ‘respecto’ – Dijo imitando a Ali G.
- ¡Qué mal te ha salido! – Le dijo Louis – Es más así… - Y se puso a hacer tonterías.
- Tú te callas que te han dado calabazas – Le dijo Harry.
- No le han dado calabazas – Se quejó Alba – No ha sido así.
- No te metas Alba – Dijo Liam en tono conciliador – Tu aquí no te metas. La presión por nuestra parte que le corresponde después de lo que ha hecho se la merece, y lo sabes.
- Amen – Dije yo.
Me lo estaba pasando tan bien que se me olvidó estar pendiente de la hora y cuando miré ya eran las seis de la tarde y aún tenía que ducharme y arreglarme para no llegar tarde a mi cita con Charlie.
- Amores míos, me voy – Dije levantándome – He quedado y me tengo que acicalar.
- Dales besos a Charlotte – Dijo Danielle.
- ¿Quién ha dicho que haya quedado con ella? – Dije haciéndome el interesante
Todos me miraron con cara de ‘no nos engañas’.
- Bah, dejadme. Me voy – Me despedí de ellos desde la puerta.
- Te queremos Nialler – Gritó Zayn y todos gritaron cosas como ‘¡Si!’ y eso, aunque me pareció escuchar a Louis diciendo ‘Yo no’.

[Narra Harry]

La buena noticia de Liz nos alegró a todos. Pero obviamente al que más a mí. Por eso decidí llevarla a cenar a algún lado para celebrarlo. Aunque no estuviera confirmado intuía que su madre diría que sí y eso se merecía una celebración. Así que sobre las siete nos levantamos y nos empezamos a arreglar. Zayn, Liam y Danielle decidieron que ya era hora de dejar de ser ocupas e irse a su casa. Zayn había quedado con Josh y Andy para ir a tomar algo y lo más seguro es que Liam fuera con ellos. Louis y Alba tendrían la casa sola para ellos, y por fin algo de intimidad. Nos lo habíamos tomado todos a broma pero era obvio que ellos tenían muchas cosas serias de las que hablar y no habían tenido ni un segundo en todo el día.
Quería que el sitio de la cena fuera secreto pero como Liz no sabía que ponerse, pues según el restaurante se tenía que poner una cosa u otra me acabó sacando que sería un restaurante de lujo. Podía llegar a ser muy pesada.
No tardé mucho en arreglarme. Me duché rápidamente y me puse una blusa blanca y unos pitillos negros con una americana. Iba muy yo. Me gustaba ese estilo. Liz tardo más. La esperé sentado en el sofá mientras Louis y Alba se hacían la cena en la cocina. Los escuchaba reír y cuchichear. Me daba mucha pena lo de Alba, ella era increíble y me caía genial y además era muy importante para las dos personas más importantes para mí, así que no quería que se fuera para nada.
Pensando en ello estaba cuando Liz apareció por la puerta. Llevaba unos tacones de plataforma marrones y unos pitillos vaqueros oscuros, conjuntado con una blusa en tono salmón que le quedaba genial. Llevaba el pelo recogido en una cola tirante y alta y los ojos maquillados con eyeliner. Estaba guapísima. Me sonrió. Tenía la sonrisa más grande del mundo.
- Preciosa – Le dije.
- Como siempre - Rió ella.
Bajamos al garaje y cogimos el coche. El restaurante estaba en el centro de Londres. Aparqué algo lejos pues es casi imposible aparcar por esa zona. Además hacia buena noche y nos gustaba pasear.
Tuve que pararme a firmar un par de autógrafos casi en la entrada del restaurante. Liz como siempre se quedó apartada y no hizo ningún comentario. Pensé en la discusión de hacia unos días por una situación como esta.
Pero esta vez ella seguía igual de feliz cuando retomamos nuestro camino y entramos en el restaurante. Aún así yo no dejaba de darle vueltas a como debía de sentirse cada vez que leía en los periódicos cosas sobre mí, muchas de ellas mentira, o al oírme decir a los demás que solo era una amiga.
Pronto olvidé aquellos pensamientos y me centré en ella. La cena fue maravillosa. La comida estuvo buenísima y como era un restaurante de categoría no nos molestaron en ningún momento. La clientela estaba acostumbrada a gente famosa al igual que los camareros.
Hablamos de todo un poco y obviamente del hecho de que se quedara aquí y de que Alba se tuviera que ir. Veía como se le entristecía la mirada al hablar sobre ello, así que cambie de tema pronto y como era tan entusiasta y hablaba por los codos se podía hablar con ella de cualquier tema, así que no me fue difícil.
Al salir del restaurante había un par de paparazzi. Esto era algo relativamente nuevo. Antes no éramos los suficientemente famosos para que nos siguieran. Pero en los últimos meses ya había pasado en un par de ocasiones, supongo que se habría corrido la voz de que estaba allí con una chica.
En cuanto nos vieron comenzaron las miles de preguntas: ¿Cómo estás? ¿Es tu novia? ¿Dónde está Louis? ¿Es verdad que ya tiene otra novia? ¿Qué tal los demás? Lo típico. Contestaba a todas brevemente mientras me abría camino hasta el otro lado de la calle, no le echaba mucha cuenta. Hasta que una pregunta me sobresaltó:
- ¿Es esta otra chica de usar y tirar del jovencito Harry Styles?
No me sentó bien la pregunta en general. Pero sabía que a la que no le sentaría nada bien seria a Liz. En ese momento y un pensamiento se apoderó de mí. Paré. Apreté más fuerte la mano de Liz. Miré al paparazzi que había soltado tremenda pregunta y le dije:
- No es ninguna cualquiera, es mi novia así que te exijo un poco más de respeto.
Sabía que Liz me estaría mirando con la boca abierta o quizás enfadada porque le había dicho al mundo que ella y yo estábamos juntos, pero me daba igual. El mundo lo tenía que saber o sería peor, habría rumores, más preguntas incómodas y demás. Porque yo no pensaba dejar de salir por ahí con ella así que lo mejor era reconocerlo de una vez. Y que fuera de mi boca.
Me giré hacia ella y le planté un beso en los labios. Al principio la pilló por sorpresa pero después noté como se relajaba y se dejaba llevar.
- Ahora, por favor, déjenos pasar – Dije cuando terminé.
Pensé que ahora vendrían incluso más preguntas y atosigamiento. Pero para mi sorpresa se echaron a un lado y me dejaron pasar sin problemas. Quizás les había pillado tan de sorpresa que no habían sabido reaccionar.
Al fin salimos de allí y pudimos continuar camino hacia el coche, más tranquilos. Aún cogidos de la mano.
- Lo siento – Le dije.
- ¿Por qué? – Contestó – Ha sido más romántico que… ¡Que te pidan matrimonio! La verdad…
- Pensé que…
- Bah, algún día tendría que pasar y más si me voy a quedar. Además, ahora también tengo una anécdota romántica que contar a mis nietecitos.
- Nuestros nietecitos.
- Bueno, sí, eso, lo que sea – Contesto riendo pero me apretó la mano.
Le devolví el apretón mientras seguíamos cambiando por aquella calle de Londres rumbo al coche y con unas sonrisas de idiotas.

[Narra Niall]

Llegué a su casa diez minutos antes. No sabía qué hacer. Quizás sus padres nos e habían ido aún y la liaba si llamaba al telefonillo. Le di un toque y me llamó.
- ¿Qué haces? ¿Por qué me llamas? – Me dijo - ¿Vas a llegar tarde o algo?
- No, no ya estoy aquí abajo – Dije nervioso. ¿Por qué estaba nervioso? – Es que no recuerdo que piso era.
- El tercero B. Anda llama, que te abro.
Le colgué y llamé. Abrí la puerta y pasé al portal, avancé hasta el ascensor, nunca había llegado más lejos de ahí. No sabía cómo sería su casa ni su cuarto ni nada.
Subí por las escaleras. No tenía ganas de esperar a que llegara el ascensor y después tener que estar dentro de él, ahí, quieto.
Cuando llegué al rellano supe perfectamente cuál era su casa, básicamente porque ella estaba allí con la puerta abierta esperándome apoyada en el quicio de esta.
Vino corriendo hacia mí y dio un salto y yo la agarré. Sus piernas rodeaban mi cuerpo, sus manos se apoyaron en mi cuello y sus labios buscaron los míos. Me besaba mientras sonreía. Estaba feliz.
Ahí estábamos los dos besándonos en medio del rellano. Ojala hubiera podido parar ese momento y que no acabara nunca.
Se bajó al suelo y me miró sonriente. Llevaba una camiseta de estar por casa y unos pantalones de chándal cortos. Iba bastante informal.
 - He preparado la cena – Dijo cogiéndome la mano y llevándome hacia la puerta de su casa.
En cuanto crucé el umbral escuché una música. En seguida caí en que canción era, ‘Tell the world’ de Olly Murs. Olly era un buen amigo nuestro y había sido nuestro telonero así que me sabía todas sus canciones.
- No sabía que te gustaba Olly – Le dije.
- ¡Me encanta! – Contestó – Voy a enseñarte mi humilde morada.
La casa era pequeña. Nada del otro mundo. Tenía un salón comedor, al lado se encontraba la cocina y un baño. Después había un pasillo donde estaban los dos cuartos, el de sus padres y el de ella, y otro baño más. La verdad es que era una típica casa de familia.
Su cuarto fue lo último que me enseñó. Le daba vergüenza. En cuanto entre entendí el por qué. No tenía nada que ver la decoración de éste con la personalidad de Charlie. Ella era más madura y artística. El cuarto era demasiado rosa y tierno. Era más un cuarto de una chica de ocho años que de una de dieciséis.
- Mi madre no me deja cambiarlo – Dijo – Pero aun me queda enseñarte mi parte favorita.
Se giró hacia el armario, que era blanco y bastante grande. Abrió las puertas. Y entonces vi que tenía las caras interiores de las puertas del armario llenas de pegatinas, fotos, recortes de revistas. Y sobre todo, dibujos, que me apostaba lo que fuera, había hecho ella. Eran preciosos.
- No le hace mucha gracia pero como no se ve, me dejo hacerlo – Dijo triunfante.
- ¡Es genial! – Le dije.
Sonrió.
- Venga y ahora a comer que te he hecho pasta. Espero que esté buena. Creo que me he pasado un poco al cocerla, aunque bueno he hecho el tiempo que ponía en la receta pero aun así…
La callé con un beso.
- Seguro que esta buenísimo.
Y lo estaba. Había hecho espaguetis a la boloñesa y le habían salido geniales. No paramos de reírnos durante toda la cena. Me encanta hablar con ella, era todo fácil y sencillo. Hacía mucho que no me sentía así con nadie, hablábamos de todo y éramos nosotros mismos. Seguía teniendo su punto tímido pero, para mi gusto, eso la hacía más sexy.
Tras la cena nos sentamos en el sofá. Pusimos la tele pero no tardé mucho en dejar de echarle cuenta y centrarme en ella. Le besé el hombro. Me miró. Yo seguí subiendo hacia su cuello dándole besos. Llegué a la mejilla y me dirigí hacia su boca.
Pero ella giró la cara antes de que yo llegara, dándome ella el beso a mí. Me sorprendió y sonreí ante ese descaro impropio en ella.
Empezamos besándonos y no se muy bien cómo, acabé tumbado en el sofá con ella encima mía. Aún besándonos y acariciándonos.
No aguanté mucho aquella situación. Sabía que ella había insinuado que hoy acabaríamos haciéndolo pero no quería presionarla. Aún así mi cuerpo reacción ante esa situación.
Se dio cuenta y rió. Se levantó del sofá sin decirme nada. Me cogió la mano y me levantó. Me llevó hasta su cuarto y me dejó sentado en su cama.
No sabía qué hacer, ella estaba tomando las riendas de la situación y eso me gustaba. Se quitó la camiseta y se quedó en sujetador. Tuvo un momento de timidez, se lo noté, pero le volvió la seguridad que estaba teniendo y se bajó los pantalones. Estaba en ropa interior delante de mí. No era la primera vez que la veía así, pero era diferente, ahora estaba de frente, no se ocultaba ni estaba ruborizada, estaba segura y sexy.
Se acercó a mí, la rodeé con los brazos y la tiré a la cama conmigo. Yo me encargué de quitarle el sujetador y de hacer el resto. Se notaba que estaba nerviosa pero segura de que era lo que quería hacer. Pero ahora todo esto era nuevo para ella así que yo me hice con las riendas de la situación.
La primera vez fue torpe por su parte y con dudas. Pero yo me empeñé en que todo fuera bien y pudiera tener un buen recuerdo de este día. Pues no lo olvidaría. A la segunda la cosa fue mucho mejor, ella estaba más tranquila y relajada y disfrutamos mucho más los dos.
- A partir de hoy lo vamos a hacer todos los días – Dijo.
Reí por su frase y la besé. 

sábado, 16 de junio de 2012

Capitulo 29

Cariños mios os pido un favorcito, que me sigais a una de las personas mas importantes de mi vida, es nuevo en Twitter y drectioner, es @AgusLachowski y mola demasiado.
Y si no seguis a @LadyHaappiness estais OBLIGADOS a hacerlo, me ayuda mucho con la historia cuando me bloqueo y lo corrigue antes de que lo suba por si me dejo alguna falta o algo.
¡Quedan pocos capitulos asi que espero que este os guste mucho!
---------------------------------------------------------------
Capitulo 29.
[Narra Alba]
Danielle nos ayudó un poco a organizarlo todo. Aunque la verdad es que en la azotea había una piscina, pistas de tenis y una zona con mesas donde haríamos la cena.
Unimos unas cuantas y pusimos unos manteles. Llamamos al restaurante de comida asiática y compramos algunas bebidas para después. Menos mal que el tiempo acompañaba y hacía bastante calor por la tarde, lo que significaría que por la noche haría una temperatura agradable para una cena al aire libre.
Los chicos llegaron sobre las ocho. Charlie vino con ellos y Ed no tardó mucho más en llegar.
Ed nos habló de su gira por EEUU que acaba de terminar. Era un chico increíble y muy gracioso. Aunque se notaba que era algo tímido, con los chicos se comportaba con naturalidad. Era gracioso que me flipara de esa forma al pensar que estaba hablando con Ed Sheeran, de quién tengo todas las canciones en el iPod, ya que estaba sentada con los chicos de One Direction e incluso salía con uno y vivía con él. Pero a ellos no los veía ya como One Direction, si no como mis amigos, y con Ed aun no me había acostumbrado.
- Bueno Charlie, el año que empieza es tu último año de instituto, ¿qué vas a hacer después? – Le preguntó Danielle.
- Pues, no sé. Creo que haré Bellas Artes.
- ¿Bellas Artes? – Le preguntó Liz sorprendida – Con las notas que sacas pensé que harías derecho o medicina, o algo así.
- Eso es porque no la has visto pintar.
- ¿Y tu padre que opina de eso? – Preguntó Liam. Todos sabíamos que el padre de Charlie era muy especial.
- Pues, me da igual lo que opine, con mis notas puedo conseguir una beca y como soy de mayo ya tendré los dieciocho, así que hare lo que quiera.
- ¡Así se habla! – Dijo Harry.
- ¿Y vosotras qué vais a estudiar el año que viene? – Nos preguntó.
No lo había pensado. Lo tenía más o menos claro pero no estaba segura. Y ahora menos, porque intentaba planificar mi futuro incluyendo a Louis. Pero claro, luego me daba cuenta de que eso no era posible. Siempre había querido hacer periodismo. Me encantaba el deporte y entendía y quería ser periodista deportiva. Tenía nota para ello y me habían cogido, pues echamos la suscripción antes de venirnos a Londres, aunque aun tenía que aceptar la plaza. Liz lo tenía más complicado, quería estudiar Relaciones Públicas, algo que le pegaba mucho. Pero no había alcanzado la nota y estaba en lista de espera. Aun así ella no perdía la esperanza.
- Yo voy a hacer Relaciones Públicas – Dijo.
- ¿De discotecas? – Rió Louis.
- Exacto y la voy a estudiar aquí, en Londres – Continuó ella.
Había oído pero no había escuchado. Hasta que mi cerebro comenzó a procesar la información recibida, lentamente. ¿Qué había dicho? No sé que de Londres… ¿¡Qué iba estudiar aquí!? ¿¡QUÉ!? Finalmente procesé sus palabras y la miré con una cara que claramente expresaba ‘¿Qué coño acabas de decir?’
Ella no me vio la cara, Harry la estaba abrazando, mientras gritaba. Supongo que al igual que yo, él no sabía nada. Liz era así. A veces se le ocurría algo en el momento y lo soltaba sin darse cuenta que hay cosas que hay que pensar antes de decir y comentar con la gente a la que le puede afectar esa decisión. Recuerdo cuando se tiñó. No se lo dijo a nadie y de repente apareció con el pelo de otro color. Ella dice que es que llega un momento en que su vida la aburre y que necesita un cambio y hace lo primero que se le viene a la cabeza. Hizo exactamente lo mismo la vez que se hizo el piercing de la nariz, el cual no le duró ni un año, se cansó enseguida. Aquella vez al menos me aviso a mí, aunque fue para que la acompañara porque no quería ir sola, si no, tampoco me hubiera dicho nada. A veces se pasaba de independiente. Y esta era claramente una de esas veces.
Aparté la vista de ella, ya hablaríamos en otro momento. Miré a Louis quien me estaba mirando con una extraña expresión en la cara. Supongo que esperaba que yo dijera que también me quedaba o algo así. Su expresión cambió al verme la cara, supongo que se daría cuenta de que yo no tenía ninguna noticia por el estilo. Me medio sonrió como dándome ánimos. Y en ese momento me enfadé mucho con Liz, más que porque no me hubiera dicho nada, estaba enfadada con ella por que se quedaba. Estaba celosa, la envidiaba. Ella podría estar con Harry y los chicos y yo tendría que despedirme de Louis. Fueron solos unos segundos. Después lo pensé mejor, era mi amiga y se merecía ser feliz, además vendría a visitarla.
- ¡Esto estaba buenísimo! – Dijo Niall dándose palmadas en la barriga - ¡Y Liz se queda por aquí, esto hay que celebrarlo!
- ¡Eso! ¡Vayamos a la piscina!
- Hay que hacer dos horas de digestión y es de noche- Dijo Liam.
- Si te metes con cuidado y primero te mojas las muñecas y la nuca, no pasa nada – Dije yo.
- No seas un bajona Liam, solo se vive una vez – Dijo Zayn guiñándole un ojo.
- Vale pero con cuidado todos,  eh – Añadió
- Vale, papa Liam – Dijo Ed riendo.
Aunque no le hicieron caso. Zayn, Niall y Ed ya estaba dirigiéndose a la piscina, quitándose la ropa. Charlotte fue tras ellos peleándose con Harry porque este quería empujarla, pero al final dejo que se metiera ella sola. No se quitó el vestido, era demasiado vergonzosa para eso. Yo me senté en una de las hamacas, la verdad es que no me apetecía bañarme. Liam y Danielle se sentaron en el bordillo e hicieron todo lo que les había dicho. Liam obligó a Danielle a hacerlo otra vez, ambos se quitaron la camiseta y se metieron en pantalones. Louis se dirigió hacia mí, venía hablando con Liz.
- ¿Venís? – Nos preguntó Louis cuando llegaron, Liz se había sentado en la hamaca de al lado.
- A mi no me apetece – Le dije.
- Ni a mi – Contestó Liz y me miró con cara de ‘sé que tenemos que hablar’.
- Vale, pues me voy contoneándome.
Louis se alejó moviendo el culo de una forma muy graciosa.
- ¡Qué sexy! ¡Quién estuviera contigo! – Le dije riendo.
Movió más el culo, se quitó la camiseta y los pantalones y se metió en la piscina.
- Es único – Dijo Liz riendo.
- Bueno, creo que tienes algo que contarme. No se, llámame loca – Le dije muy seria.
- Lo sé, lo siento – Empezó – Pero es que… Ya sabes cómo soy, ni siquiera lo he hablado con mi madre, solo fue una idea que me vino a la cabeza y la solté.
- Si, eso es muy tú – Le dije.
- Perdóname…
- ¿Lo vas a hacer? – Le pregunté.
- Si. Si mi madre me deja sí. A ver, no he entrado en la carrera que quiero y, seamos realistas,  no creo que entre, estoy como la doscienta en la lista. Además quieras o no este es mi país y mi ciudad favorita, hablo bien el idioma y casi nada me ata a España.
- Además Harry esta aquí… - Le dije.
- Harry es solo un 5%... – Vio mi cara de ‘¿un cinco enserio?’- Bueno vale un 20… O quizás un 30% de por qué me quiero venir a estudiar aquí.  ¿Y tú que vas a hacer? – Me preguntó.
-¿Cómo? No te entiendo…
- ¿De verdad creías que me iba a venir aquí sin ti? Ósea, entiendo que a lo mejor no te dejan, pero tendremos que intentarlo. Es más, ni si quiera yo sé si me dejaran quedarme.
La idea de estudiar allí me encantó. Aunque siendo realistas no creo que fuera posible. Liz lo tenia más fácil, ella era inglesa y tenia familia aquí. A mi seguro que me ponían mil problemas para estudiar aquí y a mis padres no les haría mucha gracia tenerme tan lejos.
- Bueno, ya veremos… - Empecé a decirle pero Harry me interrumpió.
Apareció chorreando y se tiró encima de Liz, iba en calzoncillos. Justo me reía de ellos cuando apareció Louis e hizo exactamente lo mismo conmigo, también iba en calzoncillos.
- A la piscina, venga – Dijo Harry cogiendo a Liz.
- Eso, que ya estáis mojadas, ya no tenéis excusa – Dijo Louis tirando de mí.
Liz se quitó la camiseta y se metió con los shorts. Yo llevaba un vestido, no sabía qué hacer. Pero Louis no me dejó pensarlo mucho. Me tiró con él a la piscina con la ropa puesta.
Lo pasamos genial. Hacía mucho que no me bañaba en una piscina con amigos, ahogándonos unos a otros, salpicándonos, y viendo quien aguantaba más sin respirar. Parecía que éramos unos críos, pero nos lo estábamos pasando genial. Sin preocupaciones ni responsabilidades. Sólo un grupo de amigos en una piscina.
[Narra Harry]
Estábamos todos empapados. Y hacía frío fuera de la piscina. Ya era medianoche y las temperaturas habían bajado. Charlotte y Niall se fueron a casa de éste a secarse y Danielle y Liam hicieron lo mismo. Luego se pasarían por casa para seguir la fiesta. Ed y Zayn se fueron juntos y nosotros cuatro fuimos al apartamento a cambiarnos y esperar a los demás. Ed, Louis y Alba bajaron por el ascensor pero yo le pedí a Liz que bajáramos por las escaleras. Quería hablar con ella.
- ¿Es seguro? – Le pregunté.
- Si te soy sincera, no – Me contestó bajando los escalones dando saltitos.
- ¿Cuándo lo sabrás seguro? – Insistí.
- Pues tengo que hablarlo con mi madre, no creo que me ponga muchas pegas, pero tampoco lo sé seguro. Es que aquí quitándoos a vosotros no conozco a nadie… Y si tú y yo – Fui a interrumpirla – No, Harry, déjame hablar. Sé que ahora estamos bien, pero tú y yo puede que algún día lo dejemos. Nadie sabe que va a pasar, y entonces yo estaré sola… Y no sé.
- Harás amigos. En el fondo eres simpática – Le dije riendo – Además aunque lo dejemos, no te dejaré sola. Es un cliché, lo de ser amigos después de una ruptura, pero yo de verdad que lo intentaré.
Se acerco a mí y me besó tiernamente en los labios.
- Quiero intentar convencer a los padres de Alba para que ella también se quede. Será difícil pero ella es uno de los motivos por los que no se si quedarme. Es como mi hermana, no podría vivir tan lejos de ella.
- Primero convence a tu madre y después ya veremos como hacer que Alba se quede. Yo te ayudaré.
- ¿Sabes? – Me dijo – Nunca, jamás, había estado tan bien con alguien. Es cursi, pero verdad. Creo que esos rizos tienen la culpa – Dijo revolviéndome el pelo, que se me había secado y estaba todo alborotado.
- Es un secreto, pero los rizos son mi arma secreta – Reí.
Me acerqué a ella y la cogí en volandas. Ella se revolvía queriéndose bajar, decía que nos íbamos a caer por las escaleras.
- Si no te paras de mover seguro que nos caemos – Le dije sujetándola con más fuerza – ¿Quieres ser una persona delicada por una vez? Cómo una princesa.
- Perdona – Dijo estándose quieta – Pero yo soy tan delicada como un  pétalo de rosa, para que los sepas.
Reímos los dos con su comparación. Estaba feliz. No recordaba estar así de feliz desde hacia tiempo. Era como salir con mi mejor amiga, había muchas risas y pocas peleas, por no decir ninguna, aunque llevábamos poco tiempo. Además estaba el sexo, que era increíble y de vez en cuando también teníamos nuestro momento romántico. Era la relación perfecta y ahora que sabía que había una mera posibilidad de que no se acabara en una semana, pensaba hacer lo que fuera necesario para que así  fuera.
[Narra Niall]
- Besaría cada una de las pecas de tu piel – Le dije mientras miraba como se cambiaba.
Charlotte era una chica tímida y que se avergonzaba de su cuerpo. Pero cuando fui a salir de la habitación para dejarle intimidad mientras se cambiaba me pidió que me quedara y me dejó verla. Sólo estaba en ropa interior, que era casi como estar en bikini, pero aun así fue un momento muy excitante e íntimo. El hecho de que aun no lo hubiéramos hecho no me impacientaba aunque tenía que reconocer que estaba deseándolo. Pero la apreciaba mucho, es más, la quería. Y quería que ella estuviera cómoda y lista. No me importaba esperar, no por ella.
- Te quedarías sin besos, los agotarías todos – Dijo riendo.
- En ti no me importaría – Le contesté.
 -Vete cambiando tu también anda, que no quiero que lleguemos los últimos – Dijo mientras se ponía la camiseta y las calzonas que le había dejado.
- Estas muy sexy vestida de mi – Dije acercándome a ella.
- ¡Para! ¡Venga! ¡Cámbiate! – Dijo pero no me apartó de su lado.
Le di un beso y me alejé hacia el armario. Cogí lo primero que vi y me cambié de espaldas a ella.
- Contempla mi cuerpo – Le dije riendo.
De repente sentí sus manos en mi espalda. Acariciándome. Me di la vuelta y la estreché entre mis brazos.
- ¿No decías que no querías llegar tarde? – Le susurré.
- Bah, por unos minutitos no pasa nada – Dijo riendo y besándome.
Tras unos cuantos besos de más, subimos al apartamento. Ya estaban allí Zayn y Ed, Danielle y Liam aun no había llegando.
- ¿Aun no han llegado Liam y Danielle?– Pregunté.
- No, y suponemos con que se están entreteniendo – Dijo Louis con cara pícara.
Zayn y yo empezamos a hacer gestos en plan, ’¡Eh eh están haciendo cosas de mayores!’. Harry se unió a nuestro baile. Liz, Alba y Charlotte nos miraban divertidas y Ed se puso a improvisar un rap sobre el tema. Louis lo acompañó haciendo un beatbox malísimo.
- Eso déjamelo a mí – Dijo Liam entrando en el apartamento.
- Si y dejadme a mí lo de bailar chicos – Añadió Danielle riendo.
- ¡Ya estamos todos! – Gritó Zayn.
Todos gritamos y aplaudimos. Parecíamos imbéciles, pero así éramos nosotros. Nos sentamos en el salón y nos tomamos unas copas mientras charlábamos. Entonces me acordé de que no le había contado a Alba mi conversación con el padre de Charlie que había tenido hace unos días. Además quería hablar del hecho de que Liz se quedaba, quería saber que pensaba hacer ella.
- ¿Vienes al balcón a hablar un ratito? – Le dije.
- ¡Claro! – Me dijo levantándose.
Salimos al balcón.
-Te tengo que contar mi conversación con el padre de Charlie.
- ¡Verdad! ¡Quiero saberlo todo!
- Pues a ver, quedamos el otro día, el miércoles creo… Si, el miércoles. Quedamos en la cafetería de Charlotte a la hora de comer así después se iría con ella a casa que sale sobre esa hora…
- No te andes por las ramas – Me interrumpió.
- Es un hombre serio y un poco chapado a la antigua, pero no es mala persona. En el fondo lo entiendo, lo que más le echa para atrás es que soy famoso y no quiere que trastoque la vida de su hija, ni que la convierta en alguien famoso le llene la cabeza de pajaritos o le haga daño. Básicamente tiene miedo. Es comprensible, muchos famosos hacen barbaridades jóvenes, se casan, o cosas así. Él quiere que la vida de su hija siga siendo normal. Y bueno en ese punto, ambos pensamos lo mismo. Además le puse a vosotras y a Danielle de ejemplo. Vuestra vida sigue siendo normal…
- ¿Todo arreglado entonces? – Le pregunté.
- Bueno, me disculpé por mi comportamiento en el portal. Aunque obviamente no me arrepiento – Dije riendo.
- ¿Te deja estar con Charlotte o no? – Dijo.
- ¡Pues si! Le caí bien. Si es que, soy un encanto. Seguirá teniendo toque de queda y no podrá venir a Premières ni a viajes ni nada de eso, pues aún es menor de edad y eso… Pero puedo estar con ella y verla  - Dije radiante.
Me abrazó.
- ¡Cómo me alegro por vosotros! – Dijo mientras me abrazaba.
Siguió abrazándome más tiempo, muy fuerte. Noté que le pasaba algo. Se separo de mí y se apoyó en la barandilla, mirando la ciudad.
- Como pasa el tiempo, ¡eh! – Dijo con voz triste.
- ¿Qué te pasa? – Le pregunté.
- Queda una semana – Dijo – Este día, la semana que viene, será mi último día aquí.
Hablando de mis problemas con Charlie y su padre, me había olvidado por completo de lo que Liz había dicho y de cómo eso afectaba a Alba.
- Pero, pero, pero… – Empecé – Pero Liz se queda… ¿No podrías quedarte tu también?
- No creo. Yo soy una chica normal Niall. No soy de aquí, mi familia y amigos están allí, tengo ya plaza en la universidad y no tengo dinero para vivir aquí… ¿Cuántas chicas normales conoces que se puedan ir a otro país a estudiar lo que quieren?
- ¿A cuántos chicos normales conoces tu que quedan terceros en un programa de televisión, donde hacen cuatro amigos increíbles y después graban un disco y se hacen famosos y cumplen su sueño?
- A cinco - Dijo con una sonrisa.
- Fíjate, la friolera cifra de cinco, no sólo uno, si no cinco. Si ellos cinco pudieron tu puedes. Pero tienes que intentarlo, no te puedes rendir.
La miré. Estaba llorando. Me acerqué a ella y la abracé.
- No creo que sea posible – dijo entre sollozos.
Alguien abrió la puerta.
- Niall cariño me tengo que ir… Ah, oh, lo siento – Era Charlotte - ¿Estás bien Alba?
- Si, si –Contestó ésta apartándose de mí y secándose las lagrimas – Niall acompáñala a casa otro día seguimos hablando. Espero verte pronto Charlie.
- Igualmente – Dijo sonriendo.
Le di un beso en el pelo y salí del balcón. Estaba apenado por Alba. No quería que se fuera, me había acostumbrado a tenerla en mi círculo de amigos y era una gran chica.
Le conté a Charlie lo que pasaba en el taxi camino a su casa. Estaba totalmente de acuerdo con que teníamos que hacer algo. No se podía ir.
Íbamos tarde así que no pudimos disfrutar de su portal como solíamos hacer.
- Mañana estoy sola en casa- Dijo dándome un beso de despedida – Mis padres se van a cenar por ahí. Querrás… ¿Querrás venir a cenar a mi casa y a ver una peli y eso?
Sabía lo que me estaba proponiendo. No era tonto.
- ¿Segura? – Le pregunté.
- Muchísimo – Me volvió a besar y abrió la puerta – Mañana a las ocho aquí.
Puse el pie en la puerta para que no se cerrara, la abrí, entré, le cogí la mano y la volví a besar.
[Narra Louis]
- Niall me ha dicho que no estabas en tu mejor momento – Le dije al entrar.
Estaba de espaldas a mí, mirando a la calle.
- La verdad es que he tenido días mejores, para que mentir – Me contestó sin darse la vuelta.
Me acerqué a ella y la abracé por detrás. Enterré mi cabeza en su pelo y le di un beso en el cuello.
- Me encanta como te huele el pelo – Le dije.
- Sabía que sería duro. Aún así decidí vivir el momento, pero ahora queda una semana y ya ni siquiera me sirve esa filosofía. No puedo quitarme de la cabeza que cada segundo que pasa está más cerca la despedida.
- Quizás podamos hacer algo, no sé… - No sabía que decir, el simple hecho de pensarlo me destrozaba.
- Mira - Dijo dándose la vuelta- Si Liz se queda podré venir a visitarla…
- Yo iré a España siempre que pueda, llevaremos la relación a distancia – Le dije.
- No, lo dejaremos – Dijo con dureza.
La miré extrañado.
- Lo siento, no estaremos juntos cuando me vaya. No quiero hacerte eso. Me parecería egoísta y tampoco me lo voy a hacer a mí. Tú irás de gira de aquí para allá y conocerás chicas, y no quiero que no disfrutes de eso por mí, que estaré a miles de kilómetros. Tampoco quiero que sigamos juntos y me engañes. Sé que no serias capaz, pero la distancia hace mucho. Además para mi seria más fácil estar en España sin tener un novio que vive en otro país y al que no puedo ver ni si quiera muy a menudo. Porque ya sabes cómo son tus años, andáis de aquí para allí todo el tiempo, Estados Unidos, Australia… Si, quizás consigas venir a España pero, ¿crees que os van a dejar venir muy a menudo? Y yo tendré que estudiar y sacarme una carrera para tener un futuro y no podré venir aquí cada dos por tres. No perderemos el contacto, eso te lo prometo… Pero no estaremos juntos. – Suspiró  y se apartó de mí – Y ahora vamos dentro con los demás.
- Se han ido todos – Le dije – Zayn y Ed han ido a tomar algo y Danielle y Liam se han ido a casa de éste, estaban cansados. Cuando entré, Harry y Liz estaban en el sofá muy entretenidos, supongo que ya estarán en la cama.
Se dirigió a la puerta y la abrió. Sin decir nada entró al salón. La seguí. Su discurso me había dejado sin palabras. Pero al fin había reaccionado. Me acerqué a ella, le cogí los brazos y la giré. Estábamos muy juntos, su cara estaba a pocos centímetros de la mía. Le agarré la cabeza con cuidado.
- Te irás, lo dejaremos, lo que sea… - Empecé – Pero ahora estas aquí. Aquí conmigo. Aún tenemos días por disfrutar. ¿Me oyes? Aún hay tiempo para estar juntos y no lo pienso desperdiciar – La besé – Lo voy a empezar a aprovechar ahora mismo.
Le cogí la mano y la llevé a mi cuarto. Empecé a darle besos. En un ojo, en el otro. En la nariz. En los labios. En una peca que tenía en el cuello. En la oreja izquierda, en la derecha, en el piercing que tenía en ésta. Le besé la clavícula y le quité la camiseta. Le besé los hombros y el ombligo. Y le quité los pantalones. Le besé cada cicatriz que tenía en las piernas y cada lunar. Levaba chanclas así que no me fue difícil quitarle los zapatos. Se tumbó en la cama.  Y se quitó el sujetador. Le besé los pezones. Y ella me besó la frente. La miré. Estaba llorando. Le besé las lágrimas.
La dejé tumbada en la cama y me desnudé. Me tumbé con ella. Y lo hicimos. Lentamente. Disfrutando el uno del otro. Fue el momento más íntimo y romántico que había tenido con nadie. Fue especial. No sería la última vez que lo hiciéramos antes de que se fuera. Lo haríamos muchas veces más, eso lo tenía claro. Pero lo hicimos como si fuera la última vez. Fue perfecto, siempre decía que había sido perfecto, pero esta vez lo fue.
Se quedó frita después de hacerlo, la verdad es que había sido más largo de lo normal. Lo cual había sido genial. Pero yo no podía dormir. Me había quedado pensando en su discurso, en todo lo que había dicho. Tenía razón en algunas cosas, pero me dolía pensar en ello. Quizás hubiera alguna solución. Me quedé dándole vueltas, tenía que encontrar una solución.