miércoles, 28 de marzo de 2012

Capitulo 19


Tengo que deciros que el capitulo 20 va a tardar no sé si estará para el próximo Miércoles o vais a tener que esperar para después de Semana Santa, lo siento mucho pero me voy de viaje y me va a ser imposible escribir.
Si os gusta, recomendarlo :)

Capitulo 19

 [Narra Louis]

No estaba siendo una buena semana. Estábamos a Miércoles. Pero los días estaban pasando lentamente. Desde el viernes, todo al mí alrededor había perdido un poco el sentido. El sábado me fui con Harry por ahí. A dar una vuelta. Los dos solos. Lo necesitábamos. Teníamos que ponernos al día y hablar de nuestras cosas, porque eso era lo que hacíamos, nos lo contábamos todo y nos dábamos consejos, y hacía tiempo que no temíamos uno de nuestros momentos los dos solos. Quizás fuera porque ahora en el piso ya no vivíamos solos, con lo cual no teníamos mucho tiempo para estar solos allí, pero sea lo que fuere, necesitábamos hablar. Con urgencia.

Y no me equivocaba, hablar con él me había venido genial. Harry daba muy buenos consejos, aunque no se los aplicaba a él mismo. Supongo que eso nos pasa un poco a todos. Es más fácil decirle a los demás lo que deben de hacer, que coger las riendas de tu vida y hacerlo tú.
Obviamente hablamos de Alba. Me dio la razón en cuanto a mis argumentos sobre porque es mejor no salir con ella. Creo que muchos de ellos se aplicaban a su relación con Liz, aunque de eso no quiso hablar en ningún momento. No me molesto, porque como su mejor amigo lo conozco bien y sé que hay veces que hay que dejarle a él solo con sus cosas, cuando él lo decide viene y te lo cuenta, así que le deje su espacio. Pero yo, al contrario que el, tenía una necesidad enorme de hablar todo lo que me pasaba por la cabeza.

A pesar de que me dio la razón en lo de mis argumentos me dijo que quizás en este caso estaba siendo peor el remedio que la enfermedad, es decir, que lo estaba pasando peor apartando a Alba de mi, aunque tuviera buenas razones para ello. Pero yo sabía que iba a sufrir si no salía bien o,  aun peor, si salía bien y ella se iba a las pocas semanas, sería horrible, y no creo que esté preparado para ello, no después de la ruptura con Eleanor. Tras explicarle esto, me volvió a dar la razón. Pero al final dijo una frase que no se me va a olvidar. Una frase a la que llevo dándole vueltas desde que me la dijo, mientras paseábamos camino a nuestro ‘Milshake’ favorito.  Recuerdo perfectamente la conversación:

- No sé, si debería de meterme ahora, ella está conociendo a Mark y no sé si saldría bien…

- ¿Pero y si sale bien? – Me dijo muy serio – Ya sabes lo que dicen ‘quien no arriesga no gana’

Puede ser una tontería pero no dejaba de darle vueltas ¿estaba perdiendo por el hecho de no disfrutar de Alba aunque fuera poco tiempo? ¿Estaba perdiéndome uno de los mejores veranos a su lado, aunque fuera solo eso, un verano? No lo sabía. Ahora lo pienso y  creo que lo quiero descubrir…aunque puede que ya sea demasiado tarde para ello. El viernes Alba conoció al Mark ese. Sé que quedaron el domingo. Y desde entonces insiste mucho más en la idea de que tienen que encontrar piso y mudarse cuanto antes, que ya han abusado mucho de nuestra hospitalidad y bla bla bla, pero yo sé que no es por eso. Es por el tal Mark, seguro que quiere intimidad y aquí en la casa no la tiene. Lo mismo le pasaba a Liz, aunque el domingo pasado Rhys vino a verla a casa. Me parecía una crueldad que él no pudiera venir a verla, estando ella mala, hasta a Harry estuvo de acuerdo en que había que dejarlo entrar. Aunque se encerró en su cuarto y no salió hasta que se fue.

El pensar en que Alba ya no iba vivir con nosotros y que a su nueva casa podría llevar a quien quisiera y hacer lo que quisiera, podía conmigo. Me molestaba mucho tener que reconocer que mi estado de ánimo se basaba en ella. Pero así era, y por eso esta semana, sin duda, estaba siendo la peor de mi vida.

[Narra Liz]

Era el primer día que iba a trabajar desde que me había puesto mala. Ni el lunes ni el martes había podido ir, apenas era capaz de levantarme de la cama como para haber podido servir mesas. La tía de Rhys, estuvo a punto de despedirme por faltar dos días pero finalmente creyó que de verdad estaba enferma, y menos mal porque necesitamos el dinero. Ya teniamos claro que nos queremos ir del piso de los chicos, la convivencia se está haciendo casi imposible, si es que a eso se le puede llamar convivencia porque apenas hablamos. Se notaba a leguas la tensión entre Alba y Louis. Y yo y Harry habíamos pasado de nuestras peleas a un trato totalmente cordial lo cual, para mi gusto, era mucho peor.

No había mucha gente en el restaurante. Estaba siendo un día bastante aburrido, lo que odiaba porque me daba más tiempo para pensar. Y eso significaba, básicamente pensar en Harry y en Rhys. Por ese orden, siempre pienso antes en Harry, luego recuerdo que estoy con Rhys, y que este se está portando muy bien conmigo. El domingo vino a verme, Louis dijo que no les importaba aunque creo que Harry sí que le importo. Aun así le hice prometer a Rhys que no dijera nada de la casa ni nada de eso, sé que no lo hará pero era mejor prevenir que curar. La verdad es que me deje de mimar por él, estaba mala y quería cariño. Aunque no era lo mismo que la noche con Harry. No la recuerdo claramente porque la fiebre hizo de las suyas y alguna cosa no logro recordarlas. Pero sí que me acuerdo que hubo un momento en que tuve los ojos de Harry muy cerca, demasiado. Quizás solo fueron cosa de los delirios. Pero si que era verdad que Harry había cambiado su manera de actuar conmigo después de esa noche.

Ahora era más frio. Más educado. Siempre muy correcto. Ni siquiera me pinchaba. Creo que echo de menos el antiguo Harry. Aunque me irritaba al menos sentía que estaba pendiente de mí, que de alguna forma le importaba. Ahora era indiferencia, así es como me trataba, y yo no sabía si es que había hecho algo mal mientras estuve el viernes con él. Pero tampoco debía de darle mayor importancia, el estar así con él incluso me venía bien con Rhys. Así podía estar más pendiente de nuestra relación y de él.  Aunque me engañaba a mí misma, la nueva actitud de Harry solo hacía que me cuestionara más lo que sentía por él, porque me importaba que hubiera cambiado. Me frustraba que no fuera el de antes y así sin razón aparente. Necesitaba mi explicación.

Al llegar casa del trabajo, los chicos no estaban. Últimamente pasaban muy poco tiempo en casa. Alba tampoco, supongo que habría quedado con Mark después de trabajar. Me alegraba por ella, tenía que pasar página, Louis había decidido que iban a ser amigos y ella no podía pasar todo el verano sola, ni esperando a que Louis cambie de idea, tenía que vivir su vida independientemente de él. Y yo… Yo tenía que hacer lo mismo ¡Eso es! Tenía que seguir adelante sin Harry, éramos amigos y eso era genial, más de lo que se podía pedir. Amiga de quiénes son tus cantantes favoritos y que además son unas personas maravillosas. Y además tenía a Rhys que se preocupaba por mí y pasábamos buenos momentos juntos, sus celos habían disminuido bastante, así que ahora estábamos bien.

Cene cereales, aun no estaba recuperada de el periodo con fiebre y no tenía mucho apetito. Me conecte un rato. Vi que en Twitter tenía más seguidores, pero no muchos más, nadie sabía nuestros nombres aun ni nada así que solo algunos fans me habían relacionado con los chicos, supongo que por eso me seguían. Sonreí al pensar cuando estaba tras una pantalla de un ordenador hace un mes en España, nada de esto se me habría pasado por la cabeza en ningún momento, fantaseaba, si, como cualquiera, pero esto superaba con creces todo. A veces tenia esos momentos, normalmente no era consciente de quienes eran ellos para mí solo eran chicos normales, Harry, Louis, Niall, Liam y Zayn. Pero cuando me paraba a pensarlo… eran One Direction,  no se es muy surrealista todo.

Con ese pensamiento me acosté sin esperar a Alba, estaba aun débil de la enfermedad y mañana era jueves y quería salir. Ya iba a hacer una semana de la premier, que rápido pasa el tiempo…

[Narra Alba]

Al llegar a casa, los chicos no habían llegado aún. Últimamente salían mucho o se iban a casa de Niall o Zayn, y no nos decían nada. No me molestaba, lo prefería en parte.

Llegue al cuarto, me puse el pijama y me acosté. Intente no despertar a Liz, quien dormía como siempre hecha un gurruño. Tenía muchas cosas en la cabeza como para poder dormirme así que me puse a pensar.
Estaba claro, que necesitaba irme de esa casa cuanto antes. No aguantaba ni un segundo más con Louis ahí. Cada vez que le veía me sentía fatal por dentro, no se me notaba porque no me lo permitía a mí misma. 
Usaba a Mark para distraerme, se que está mal pero era lo único que me sacaba de mi continuo pensar en Louis. Pero a la vez el hecho de estar con Mark hacia que me sintiera mal otra vez, como si traicionara a Louis, lo cual sabía que era una tontería pues Louis y yo no teníamos nada. Todo era muy complicado, demasiado para tratarse de unas vacaciones con tu mejor amiga. Esto había llegado sin ser buscado y ahora tenía que vivir con ello, a veces pienso que hubiera sido mejor no haberlos conocido. Aunque con ellos he pasado los mejores momentos de mi vida, quitando algunos en España. Me puse a recordarlos, el zoo, la primera vez en la discoteca, la cena, la premier, la fiesta de Ed…

Finalmente me quede dormida. Al menos lo hice pensando en los momentos buenos que habíamos tenido. Pero el despertar no fue tan bueno. Había tenido una pesadilla y no se me había olvidado. ¡Genial! Los mejores sueños siempre se te acaban olvidando, pues este no, este me acompaño toda la mañana del jueves.

Básicamente el sueño iba sobre Louis. Él quería estar conmigo y yo con él, pero algo nos lo impedía, no sé el que, y era horrible, era un sentimiento de impotencia agobiante. No fue un sueño largo, ni complicado, básicamente se basaba en eso, queríamos estar juntos y no podíamos. Era claramente una pesadilla, y la mitad de una realidad, porque yo quería esta con Louis, pero no podía, y por eso tenía que olvidarme de él, y por eso tenía que mudarme.

En un momento donde no había mucha gente en la tienda, mire mi ‘Blackberry’, me habían hablado por bbm, era Niall, ‘Esta noche salimos, es quince agosto, lleváis un mes aquí. Hay que celebrarlo. Avísame cuando lo leas’. Le escribí rápidamente que lo había leído y que me parecía perfecto, que avisara a Liz, aunque supongo que ya lo habrá hecho.

De repente la realidad, vino a mí. Llevábamos ya un mes, ¡Un mes! Dios, que rápido pasa el tiempo, no me lo podía creer, otro mes mas y nos íbamos de ahí. Yo ya consideraba Londres casi mi hogar, me había acostumbrado. Obviamente echaba de menos casa, a mi hermano y a mis padres, pero estaba genial aquí, con toda la libertad e independencia.

Cuando llegue a casa del trabajo, Harry estaba tumbado viendo la tele y Louis en el ordenador. Salude con la mano y les pregunte si venían esta noche, contestaron que sí, que habían quedado abajo a las 8 y media. Me comentaron que habían pensado pedir pizza para cenar antes de irnos. Pensé en lo raro que es cenar a las siete de la tarde, pero ya me había acostumbrado a ese horario.

Liz llego al poco tiempo, yo ya me había duchado, así que ella se ducho antes de cenar. Los chicos llamaron a las pizzas, y llego la hora. Teníamos que estar los cuatro juntos cenando. Normalmente evitábamos comer a las mismas horas. Eran horribles los silencios. Pero esta vez Liz, intento hacer amena la cena y yo también, nos quedaba un mes en Londres y quizás no mucho tiempo en esa casa, así que pasaba de malos rollos.

- Ya llevamos un mes aquí, ¿Qué rápido pasa el tiempo, eh? – Comento Liz.

- Hace un mes no teníamos problemas – Era una broma, pero como todas las bromas que hace Louis últimamente, tiene un deje horrible.

-  Bah, tonterías, los problemas hacen la vida más interesante – Dije yo, medio riendo.

- Bueno, y ¿Qué tal los ensayos? – No era muy original pero se notaba que Liz quería cambiar de tema.

- Están bien – Fue Harry quien hablo – Ya estamos empezando con el segundo disco, y estamos teniendo muchas ideas para nuevas canciones, se podría decir que estamos inspirados – Miro a Liz mientras que lo dijo, pero rápidamente aparto la mirada, parecía que lo había hecho inconscientemente.

Al menos ya teníamos tema del que hablar. Del nuevo disco y de la gira de otoño. Durante unos minutos, volvimos a ser como antes. Hacíamos bromas y hablamos como si nada, como si estos últimos días no hubieran pasado.

Tras cenar nos arreglamos. No tardamos mucho en hacerlo. Lo único que nos distrajo fue un ‘sms’ de Rhys, no podía salir.  Tenía una cena familiar por el cumpleaños de su madre. Sé que había invitado a Liz, pero esta se había negado a introducirse en la familia de Rhys. Yo había avisado a Mark de donde iba a estar, aunque esta noche trabajaba, me dijo que si podía se pasaba… Aunque yo no sabía si quería que se pasase.

[Narra Liz]

Fuimos en el coche de Harry. Niall se puso de copiloto y Alba, Zayn y yo nos pusimos detrás. Odiaba ver a Harry conducir, porque me encantaba. Me gustaba verlo tan serio y concentrado, le hacía parecer mayor, estaba más sexy que nunca.

Tenía que dejar de mirarle. Me distraje mirando por la ventana. Las calles de Londres se movían rápidamente y en poco tiempo estuvimos aparcando cerca de la discoteca. Fuimos a la de siempre, en parte porque a ellos les gustaba mucho y en parte porque allí fue donde nos conocimos y Niall dijo que era como algo simbólico. Era los más tierno que había, realamente era un gran amigo.
Louis, Liam y Danielle, fueron en el coche de Louis. Ya estaban en la puerta de la discoteca cuando llegamos. Le pregunte a Niall por Charlotte, quería conocerla, pero me dijo que trabajaba los viernes y que los padres no le dejaban venirse después de trabajar.

- Mañana tenemos nuestra primera ‘cita oficial’ – dijo entusiasmado

- Pues no la cagues, ¡eh! – le dije riendo

- Hazme el favor de apoyarlo que se nos hunde – comento Liam, entre risas

Y así metiéndonos con Niall, entramos en la discoteca. Meterse con Niall en plan broma era lo mejor, nada le importaba y todo le hacía mucha gracia, era la felicidad personificada. Lo cual no se podía decir de Louis quien  tenía una cara de tres metros. Realmente no se que le pasaba, parecía un muerto viviente estos últimos días, la única razón era que Alba estuviera con Mark, pero no creo que fuera eso, el habia perdido su oportunidad y ahora no tenía derecho a hacerse la víctima. Quizás estaba siendo dura con él, pero Alba no se merecía sufrir.

No tardamos mucho en subir a la parte Vip y sentarnos en la mesa en la que nos sentábamos casi siempre.  Yo no tenia ánimos ni fuerzas para bailar dándolo todo como me gustaría, simplemente bebía, y demasiado para estar recién salida de una enfermedad. Harry desapareció nada mas llegamos y no lo volví a ver. Niall y Alba acabaron yéndose a bailar. Louis y Zayn también se habían ido a dar una vuelta, por la discoteca. Estaba sola con Danielle y Liam, quienes no paraban de hablar y eso, pero yo sabía que querían estar solos y que si no se besaban o acariciaban era por mí, tenía la copa vacía, así que les deje solos y decidí ir a por otra copa, creo que era la quinta.

Camino de la barra y mientras que esperaba a que me la sirvieran, no dejaba de pensar en Harry. Sentía que estaba borracha, pero me daba igual. Pensé que si no lo hacía ahora, que si no aprovechaba el hecho de estar borracha y así no sentir reparo o vergüenza por decirlo, no lo haría nunca. Me levante, y me olvide la copa en la barra. Lo busque por toda la discoteca. La gente bailaba y me empujaba pero a mí me daba igual, lo estaba buscando y no podía desconcentrarme, tenía que preguntárselo…

Finalmente lo vi, hablando con una chica. Estaba muy cerca de ella le hablaba al oído. Eso me empujo a un mas a hacer lo que iba a hacer. Llegue a hasta allí, aparte a la chica y le dije:

- Fuera de aquí, zorra – Lo ultimo lo dije en español, no sé si a causa de la borrachera o porque mi subconsciente no quería que me metiera en peleas.

- ¿Liz? ¿Estás borracha o qué? – Me pregunto Harry, parecía preocupado. Eso me dio rabia. Ahora se preocupa por mí.

- Tengo que hablar contigo y no quiero que este ella aquí – Le dije señalándola. Ella tenía una expresión de asombro mezclado con un gesto de dignidad, nada acorde con su ropa, que era de todo menos digna. La mire de arriba abajo con asco y superioridad

- Me dejas un momento con ella, no te importa verdad…, eeehm… – No se sabía su nombre. Parece que eso fue la gota que colmo el vaso, la chica se fue indignada y enfadada. Pero a mí me daba exactamente igual.

Me miro, esperando a que hablara. De repente no fui tan valiente. Me puse nerviosa no sabía qué hacer. Le cogí su vaso y le di un buen trago, el alcohol me dio el valor que me faltaba. Todo lo que me había estado rondando por la cabeza durante la semana iba a salir por mi boca en segundos, seguramente atropelladamente, pero me daba igual. Él estaba ahí mirándome con la mano aun como si sostuviera una copa invisible. Por su expresión parecía que realmente no pensaba que pasase nada de lo que tuviéramos que hablar. Eso me ponía aun más furiosa.  Le mire a los ojos, me deje deleitarme con lo bonitos que eran uno segundos, y empecé a gritar:

- ¿¿QUÉ MIERDA PASA CONTIGO?? – le espete. No le deje tiempo ni a que contestara - De repente…, de repente no me hablas o si lo haces es como si fuese la vecina del quinto. Y no se a que viene. Y no lo entiendo. Y me da coraje ¿y sabes qué? Me debes una explicación así que deja de huir de mi y quita esa expresión de  ‘yo no he roto un plato’ y se valiente, se un hombre… – El alcohol me hacia ponerme teatrera – Y dime qué coño pasa.

Espere a que hablara. Tardo un poco en reaccionar. Vi como sus labios se abrían poco a poco. Por fin iba a llegar la explicación. Pero ningún sonido salió de su boca. Simplemente suspiró, se acero a mí y me beso.

Era lo que menos me esperaba, pero a la vez era lo que mas había estado esperando durante todo este mes. Desde el día que lo vi por primera vez en esta misma discoteca. Me deje llevar. No era un beso romántico, era un beso pasional. No sabía la tensión sexual que sentía hacia Harry hasta que me beso. No quería que se aparatarse de mi nunca. Lo rodee con los brazos y lo acerque a mí. A mi estas cosas me daban algo de reparo, pero con él era todo deseo. Quería más.

Se aparto de mí sonriendo. Yo cabeceé hacia él, no quería que me dejara de besar.

- Nos vamos a casa – No lo estaba preguntando, lo estaba afirmando.

No lo dude, le cogí la mano y deje que me arrastrara por toda la discoteca hasta la puerta. El camino hacia el coche estuvo interrumpido por pequeñas paradas en las que me besaba, con ansias. A veces era yo quien tiraba de su mano para que se parase y así lo podía besar.

Nos montamos en el coche. Me puse de copiloto. No quería distraerlo mientras conducía así que me contuve. Aunque el puso su mano en mi muslo, en la cara interior. Y empezó a subir por el muslo, justo antes de llegar, paraba. Bajaba, y volvía a empezar. Me estaba volviendo loca.

[Narra Alba]

Deje de bailar con Niall un rato. Estaba exhausta, bailar a la vez que te ríes, te deja agotada. Me dirigí hacia la zona Vip para estar un rato con Liz. No la vi mientras iba hacia allí, supuse que aun estaba lejos para ver bien quien había.
Pero cuando subí las escaleras, solo había una persona en la mesa. Y no era Liz. Ahí estaba él, con la mirada perdida, no se había percatado de mi presencia. Me acerque a él y decidí darle un susto.
- ¿Qué pa…? ¿Que pa…? ¿Qué pasa? – Dije riendo sentándome al lado de él.

- ¡Hey! – Dijo sin muchas ganas.

- Eres la personificación de la de depresión – Comenté

- No está siendo una buena semana – Me dijo

- ¿Y eso? – Pregunte. Necesitaba saber si yo era la causa de que su semana no estuviera siendo buena.

- Pues…- Comenzó, pero me sonó el teléfono y me hizo un gesto para que lo cogiera.

Descolgué. Era Mark. Me dijo que acaba de salir de trabajar y que iba camino de la discoteca. Que en cuanto aparcara la moto, me daba un toque para que fuera a la puerta. Yo en ningún momento pronuncie su nombre, pero no había que ser un lince para saber con quién estaba hablando. Colgué y le mire.

- Bueno, cuéntame porque es una mala semana – Le dije - Alba te escucha – Puse una entonación imitando a las pitonisas estas de televisión, al menos le saque una sonrisa. Y cuando sonreía era perfecto.

- Pues nada es… – Empezó- que estamos todo el día de ensayos, entrevistas, fotos, etc. Y a veces cansa. 
A veces tienes una semana que necesitas ser normal, aunque no te lo puedas permitir porque hay que agradecerle a las fans lo que hacen por nosotros y así es como lo hacemos, dando los mejor conciertos, entrevistas y haciéndonos fotos con ellas. Pero aun así hay veces que desearía no tener nada más que hacer que tumbarme en el sofá como en mis vacaciones de verano de cuando no era famoso. Aun así no cambiaría mi vida por nada del mundo, solo es que no se…

- Si claro, una mala semana, estresante y eso, la tiene cualquiera – le sonreí. No sé porque intuía que esa no era la verdadera razón de que estuviera así conmigo, pero no se lo dije. No sé si quería saber la verdadera razón.

Me sonó el móvil. Pero solo un segundo, eso significaba que Mark estaba aquí. Le mire, no quería ir a por Mark, quería quedarme con él y quería decírselo. Pero so solo lo empeoraría todo. Louis me quería como amiga, no era justo que yo le rayara más o le insistiera de forma indirecta. Así que me levante.

- El deber te llama – Dijo como broma

- Eso parece – Me aleje un poco pero me di la vuelta - ¿Sabes donde esta Liz?

- No, no la veo desde hace rato – Contestó.

- Ah, vale. Si la ves dile que la estoy buscando. Y avísame cuando os vayáis a ir, que me iré con vosotros – 
le sonreí.

Antes de irme me acerque a él y le di un beso en la mejilla. Si no podía dárselo en los labios, me conformaría con dárselo en la mejilla. Me di la vuelta y me fui en busca de Mark.

[Narra Harry]

Aparque. Y subimos en el ascensor. La puerta se abrió y se cerró casi tres veces antes de darnos cuenta de que ya estábamos en el piso. No la dejaba a de besar. Llevaba reprimiendo tanto el deseo de besarla, que ahora no quería parar. Había que agradecerle al alcohol que haya dado este paso, que la haya besado. Es que fue tenerla ahí delante, enfada pero graciosa a la vez porque se notaba que le costaba conectar lo que estaba diciendo, no me pude contener. Apenas la escucha mientras hablaba, solo miraba como sus labios se movían al hablar, como se le movía toda la cara, era muy expresiva. Y cuando paro de hablar no sabía ni que tenía que contestar y además no quería contestar, solo quería besarla y eso hice. Podía haberme llevado un bofetón, pero algo me dijo que no sería así, que ella tenía las mismas ganas que yo. La tensión sexual estaba más que patente.

Al salir del ascensor me salto encima. Me rodeo el tronco con sus piernas y empezó a besarme el cuello. Así llevándola en brazos me dirigí a la puerta. Saque la llave como pude y abrí la puerta, una vez estuvimos dentro del apartamento busque su boca con la mía y empecé a besarla mientras la llevaba aun en brazo. Me dirigí hacia mi cuarto. Menos mal que me sabía bien el camino, porque no veía. Aun así me lleve un golpe, pero no me importo, ni me pare a ver con que me había dado. Seguí hasta el cuarto y la deje caer en la cama.

La mire. No podía ni hablar. Hice un gesto de espera con la mano y volví a la entrada a cerrar la puerta. La había dejado abierta y con las llaves puestas. Una vez cerrada y puestas las llaves en su sitio, volví a la habitación.

Se había soltado el pelo y se había quitado la camiseta. Llegue justo cuando se empezaba a quitar la falda.

- Para – le dije. Por una vez en su vida me hizo caso.

Me acerque a ella y le bese entre los pechos, y fui bajando por su barriga dándole besos. Cuando llegue al principio de la falda pare. La agarre con las dos manos y fui bajándola por sus piernas. Estaba ahí en ropa interior en mi cama y con una cara de deseo que me volvía loco. Deje que me quitara la camiseta y el pantalón.

Y se quedo mirándome. No era la primera vez que me veía en bóxers, así que no entendía por qué me miraba. Y debía de notárseme en la cara porque dijo:

- Nunca he podido pararme a mirarte bien, me daba vergüenza. Ahora si puedo – Y sonrió, pero no de forma tierna si no con una expresión picaresca. Me acerque y la bese.

Nos dejamos caer en la cama. Pare de besarla un segundo, abrí el cajón y cogí un condón. Una vez estuvo solucionando el tema de la seguridad, nada me iba a parar. Pero apenas me dejo, me hizo tumbarme y se sentó a horcajadas encima de mí. Me beso la boca, el cuello, los hombros, hizo una pequeña broma besando todos mis pezones y volvió a besarme la boca. Su cuerpo subía y bajaba acompañado de su respiración. Le quite el sujetador. La primera vez no dure mucho, tenía demasiadas ganas, lo había esperado demasiado. Pero repetimos, esta vez yo estuve arriba, quería que descansara un poco. Y volvimos a repetir. Nos acariciamos, besamos, mordimos… Fue increíble.

Finalmente estaba exhausto. El alcohol ya se había ido de mis venas, así que el sueño vino a mí. Pero Liz se durmió primero, así que antes de dormirme pude admirarla mientras dormía tranquila, desnuda en mi cama. Era preciosa. Cuando me dormí lo hice con una sonrisa en la boca, no solo por el sexo sino también por lo que eso significaba, a partir de ahora las cosas seria distintas, irían a mejor. Cuan equivocado estaba.

Top- top- top. Eran pasos, creo. Entre abrí los ojos. Y Liz estaba dando vueltas por la habitación, llevaba una camiseta mía. Andaba pisando muy fuerte. De un lado para otro. Me acorde de la noche de ayer así que me incorpore sonriendo. En cuanto le vi la cara se me quito la sonrisa. Tenía los ojos rojos de llorar. Aun estaba llorando.

- ¿Qué? ¿Qué te pasa? – pregunte extrañado.

- ¿QUÉ, QUE PASA? Que he engañado a Rhys, eso pasa – se le cayeron dos lagrimones.
No sabía qué hacer. No sabía que decirle. Así que me quede callado mirándola.

- Nunca me lo perdonare- se llevo las manos a la cara – Siempre he pensado que poner los cuernos es lo peor, y lo he hecho. Tengo que decírselo.

Tenía que decir algo. Levantarme y consolarla. O cualquier cosa, pero no sabía qué hacer. Nunca había estado en esta situación y encima me enfadaba que pensara en Rhys en estos momentos. Así que dije lo primero que pensé que la consolaría, así podría a ir a por Rhys y seguir con él, si eso era lo que quería porque si no, no entendía porque lloraba. Lloraba porque se arrepentía, así que dije lo que pensé que era mejor.

- Ha sido solo sexo Liz, no pasa nada

Me miro. Estaba seria pero dos lágrimas recorrieron su cara. Medio sonrió, pero no era una sonrisa bonita no expresaba felicidad, era más bien una mueca de sarcasmo. No dijo nada, abrió la puerta y salió de la habitación.

Me deje caer en la cama. No entendía nada. Me lleva las manos a la cabeza. Y trate de pensar. Que iluso fui unas horas atrás cuando pensé que todo iba a ir a mejor. Ahora no sabía ni a donde iba. Solo sabía que dolía demasiado.

[Narra Louis]

No aguante ni un segundo más. No quería estar en la discoteca. Quería irme a casa. Le mande un mensaje a Alba, me daba igual si la interrumpía. Es más, mejor si la interrumpía. El simple hecho de pensar que estaba con Mark bailando, tocándolo, besándolo… estaba celoso, lo tenía que reconocer, estaba muy celoso. El hecho de que ella esté aquí con otro que no sea yo, me superaba. Y ese beso en la mejilla habían despertado una idea en mí. Y no había parado de darle vueltas desde entonces. Llevaba más de una hora, pensando.

¿Qué más me daba a mí que se fuera en un mes? ¿Qué más daba que fuera de España? ¿Qué más daba que acabase de dejarlo con Eleanor? Yo quería estar con ella. Quería besarla otra vez. Quería que estuviera conmigo y con nadie más, aunque fuera solo un mes. Pero ese mes tenía que pasarlo conmigo. Ahora que lo pensaba no entendía como no podía haberlo visto antes.

Me contesto el mensaje. Quedamos en la puerta de la discoteca. Me dirigí hacia allí. Le mande otro mensaje a Niall, les dije que me iba que se pillaran un taxi. Sé que nos les importaría.
Llegue a la puerta de la discoteca y allí estaba ella. Me sonrió y salimos a la calle.

- ¿Dónde están los demás? – Me pregunto cuando salimos a la calle.

- Quiero hablar contigo, los dos solos – Le dije

- Ah, vale – Volvió a sonreír. Por favor que parara de sonreír, que me desconcentraba – Dime ¿Qué pasa?

- Pasa que estoy celoso – Así sin más, era lo que le tenía que decir.

No dijo nada, se quedo callada. Así que continúe.

- Estoy celoso de Mark, de Mark o de cualquiera que este contigo, que disfrute de ti, de tu risa y de tu mirada. Sé que será solo un mes, pero ese mes quiero que este conmigo. Sé que ahora no tengo ningún derecho a pedirte nada. Que mi momento pasó. Que tú me otorgaste la oportunidad y yo la deje pasar, pero siento que si no te lo digo reviento…

Seguía ahí mirándome fijamente a los ojos. Intente descubrir que se le pasaba por la cabeza. Pero podían ser mil cosas, así que decidí esperara a que hablara. Como veía que no lo hacía, volví a hablar:

- Bueno… ¿Qué opinas? – Necesitaba saber su respuesta.

sábado, 24 de marzo de 2012

Capitulo 18



Capitulo 18

[Narra Niall]

- Harry no viene – Eso fue lo que dijo Louis después de colgar el teléfono – Así que será mejor que vayamos entrando ya que no tenemos que esperarle.
Estábamos todos allí. Zayn, Liam, Danielle, Alba, Louis, Charlotte y yo. Sí, Charlotte. Y yo no podía estar más contento de que estuviera allí. Tras el ensayo de esta mañana habíamos ido a la cafetería como siempre, pero esta vez no actué como si nada sino que se la presenté a los chicos; a ella le pilló un poco de sopetón, pero supo reaccionar. Enseguida los chicos empezaron a meterse conmigo, a contar cosas vergonzosas de mí y a meternos presión en general. Hasta que a Louis se le ocurrió que tenía que venir a cenar y a la inauguración del pub ésta noche con nosotros. A mí no me podía encantar más la idea, pero no sabía si ella iba querer. Sabía que este tipo de cosas de ‘famosos’ no le gustaban. Pero Louis le habló de Alba y de Liz, y creo que el saber que había dos chicas casi en su misma situación hizo que se decidiera y al final accedió.

Cuando salió del portal de su casa, estaba increíble. Era la primera vez que la veía con el pelo suelto, lo llevaba liso pero se le ondulaba un poco en las puntas. Apenas llevaba maquillaje, así que se le notaban todas sus pecas, cosa que me encantaba. Iba vestida sencilla, seguramente no sabría que ponerse para una ocasión así, pero iba perfecta, natural y dulce, exactamente como era ella.

Durante la cena la senté al lado de Alba, sabía que se iban a llevar bien. Y no me equivoqué. Fue una pena que Liz no pudiera venir. Qué mala suerte que se pusiera mala. A Harry no pareció gustarle nada la noticia, o esa fue mi impresión. Aun así sin Liz, que siempre hacia bromas, nos reímos mucho. Seguíamos teniendo a Louis entre nosotros, era imposible no reírse. Me daba algo de vergüenza que a Charlotte no le gustase lo escandalosa que era mi risa pero no pareció importarle. La mejor anécdota de la noche fue el ‘incidente’ en el coche de Alba y Louis. Louis lo contó entre lágrimas de risa aunque a Alba parecía que le había encendido la cara, estaba rojísima. Pero como siempre, siguió la broma y al final el que salió mal parado fue Louis y su cosita como la llamaba Alba. Harry participó en la conversación, dijo que no estaba de acuerdo para nada, que su Louis era todo un hombretón. No podía parar de reír y parecía que Charlotte también se lo estaba pasando bien, que se estaba dando cuenta de que nosotros éramos chicos normales. Nada de imbéciles famosos.

Al salir de la cena, nos dirigimos directamente al pub. Pero Harry dijo que ya nos alcanzaría, que quería pasarse por casa a por algo de abrigo. La verdad es que habían bajado las temperaturas, pero creo que había algo más. Creo que estaba preocupado por Liz. Estaba empezando a sospechar que esos dos tenían algo, y no era el único. En la entrevista de esta tarde, como ya nos esperábamos, nos preguntaron por las chicas, después de todas las fotos que habían salido en las revistas y periódicos no nos pillo por sorpresa.

Pero al parecer Louis y Harry ya habían hablado sobre el tema. Habían decidido contar una historia falsa sobre quien eran esas chicas misteriosas y porque salían con nosotros. Supuestamente la madre de Harry y 
la de Liz eran amigas. Pensaron que mejor Liz ya que su madre era de Liverpool y sería más creíble. 
Dijeron que ellas pasaban el verano aquí y que la madre de Liz le había pedido como favor a Anne que Harry les echara un ojo y eso, pero que nos habían caído muy bien y habíamos acabado siendo todos amigos. Pero sólo eso, amigos. Harry dijo que Liz era para él como una hermana, que se conocían desde chicos. Pero cualquiera que se fijase en cómo se miraban sabía que había tensión sexual. No lo habíamos hablado, pero sé que los chicos estarían de acuerdo conmigo en que ahí había algo. Aunque, según sabía, Liz estaba con un tal Rhys, así de medio rollo. Todavía no me lo había presentado y, obviamente, sin mi visto bueno no podía ser novio, como le había comentado y ella había estado totalmente de acuerdo. Sonreí. Hubiera estado genial que hubiera venido. Pero no podía y ahora Harry tampoco venía. O sea, que habían dejado a Zayn sólo ante las parejas. Porque aunque Louis y Alba no estuvieran juntos, lo parecían. 
Pasaban casi todo el tiempo juntos y él estaba muy pendiente de ella. Me apuesto lo que sea que si hubiera roto con Eleanor en otras circunstancias o tiempo atrás, ellos dos estarían juntos.

- Genial – Dijo Zayn – Noche de parejitas.

- Que yo sepa yo no tengo pareja… – Dijo Alba. Aunque Louis no dijo nada.

- Y yo no pienso dejarte sólo, ¿y si te violan o algo? – Dije y miré a Charlotte - ¿A que no le dejaremos 
sólo Charlie? – Le pregunté.

- Jamás – Comentó riendo.

- ¿Lo ves? – Le dije a Zayn pellizcándole la mejilla.

- Venga todos a dentro que quiero una copa – Dijo Liam.

- Liam cariño, tu no puedes beber – Era Louis, quién le hablaba como si fuera su madre.

- ¡Oh dios! ¿Por qué me haces esto? ¿Por qué eres tan cruel conmigo? – Dijo haciendo como que lloraba. Danielle fue a consolarlo y miró a Louis con cara de enfado. Yo no paraba de reír.

- ¡Venga ya anda! – Alba me agarró por el brazo a mí y a Zayn, yo agarré a Charlie y Alba nos llevó a los tres a empujones a la puerta. Louis se unió a ella y empezó a empujar a Zayn con ímpetu. Danielle y Liam iban detrás nuestra riéndose.

El pub estaba chulísimo. Imitaba a los típicos bares de los años setenta, a lo Elvis Presley. La cabina del Dj imitaba a una maquina de disco de las antiguas y todo estaba decorado a lo heladería de la peli de ‘Grease’.

- A Liz le hubiera encantado esto – Dijo Alba.

- Y Harry – Añadí yo.

- Pues entonces tenemos que volver otro día con ellos – Comentó Zayn riendo – Pero ahora quiero mi copa, que yo sí que puedo beber – Le guiñó un ojo a Liam.

- Dando donde duele ¿eh hermano? – Comentó éste riendo.

La noche pintaba bastante bien. Yo estaba con Charlotte, quien cada día me gustaba más. Siempre había 
envidiado a Danielle y a Liam por lo que tenían. Esperaba poder tener algún día algo así. Y si podía tenerlo con Charlotte, mejor que mejor. Sabía que aún teníamos que conocernos más, pero sentía que encajábamos.

Me pregunté, mientras me acercaba a la barra por cómo lo estarían pasando Harry y Liz…

[Narra Liz]

- ¿En serio esta es tu película favorita? – Me dijo señalando a la tele donde estaba comenzando ‘Hooligans’.

- Esta y ‘Titanic’, si – Le comenté riendo. Apenas podía reír me dolía todo.

- Única en tu especie lo que yo diga. No puede haber dos películas más diferentes entre sí.

- Estoy enferma. Me tienes que cuidar y mimar, no decirme que mis gustos cinematográficos son raros – Le comenté.

- Pero sólo porque estás mala seré bueno contigo – Me dijo – Anda ven, apoya la cabeza aquí – Estaba tumbado en el sofá grande enfrente de la tele. Yo me había levantado a por más clínex, me había quitado el sitio.

- ¡Eh! Ese es mi sitio – Le dije, pero me senté en el sofá y me dejé caer sobre su pecho. Pasó su mano sobre mi hombro. Sabía que eso no estaba bien, que yo estaba con Rhys y que esto era demasiado, pero no me importaba, estaba mejor que nunca.

Apenas hablamos mientras veíamos la película. Al final lloré como casi siempre que la veía. Pensé que se había quedado dormido porque no se había movido en toda la película, pero justo cuando acabo dijo:

- ¿Ahora Titanic?

- Exacto. Y creo que me voy a tomar otra pastilla, me está subiendo la fiebre.

- Espera, no te muevas, te la traigo y cambio la película – Estaba débil para decirle que yo podía así que no se lo dije porque no era verdad. Me estaba subiendo otra vez la fiebre, lo sentía. Me ardían los ojos.

[Narra Harry]

¿Qué me había hecho quedarme ahí con Liz? No lo sabía. Pero era lo que quería, más que ir al nuevo pub. Quería estar con ella, no quería dejarla sola estando enferma, quería cuidarla. El por qué ni me lo planteaba. Por una noche iba a hacer lo que sentía que quería hacer y dejarme de rayadas.
Llegué al salón con la aspirina y un vaso de agua. Allí estaba ella, con la cola toda desecha, mi camiseta que le quedaba ancha y la nariz colorada. Se había incorporado y estaba sentada en el sofá. Había quitado ‘Hooligans’ y ya estaba buscando ‘Titanic’ en el pen.

Cada vez que pensaba en su película favorita no podía evitar reírme. No había muchas chicas cuya película favorita fuera una de peleas.

Me senté al lado de ella e hice que apoyara su cabeza en mi hombro. Pero nada más empezó la película volvimos a la posición de antes. Me gustaba tenerla tumbada sobre mi. No es que le hubiera echado mucha cuenta a la película de antes. La verdad es que estuve la mayoría del tiempo pensando y la otra parte mirándola. Pero a ésta le eché menos cuenta todavía. No podía estar ahí sentando si hablar con ella.

- ¿Sabes? Recuerdo perfectamente lo que me dijiste la noche que te emborrachaste – No sé porque dije eso, simplemente me salió.

- Menos mal, uno de los dos lo recuerda. Espero que no fuera muy vergonzoso – Nunca habíamos hablado de lo que dijo borracha esa noche, yo le dije que no fue nada malo, pero nada más.

- Dijiste que nos conocías de antes...- Me reí ante la cara que puso.

- Dios, no quería que pensarais que éramos unas raras. No sé… – Tenía la voz débil.

- ¿Por qué iba a pensar eso? Nos encantan nuestras fans. Aunque, que no gritarais y llorarais hizo más fácil que os conociéramos – Le acaricie la cara. No sé, me apetecía -  Dijiste más cosas… - Quería decírselo de nuevo, a ver qué pensaba ahora, sobria. Aunque siendo justos no es que estuviera en todas su facultades – 
Dijiste…que te dejarías ligar por mi…

- Y lo haría – Dijo. Habló bajito. Noté en mi barriga como se movía su cara mientras pronunciaba cada una de las palabras. Algo en mi interior se removió – Si tú quisieras ligarme claro, si no estuviera con Rhys, si no me fuera en menos de dos meses… Si todo no fuera tan complicado.

- Pero a lo mejor no tendría por qué serlo…  

Me recosté de forma que ella tuvo que cambiar su postura y subirse un poco. Ahora su cara estaba más 
cerca de la mía pero girada hacia la televisión. Le agarré la barbilla y la obligué a mirarme a la cara. Quería ver sus ojos castaños. Notaba que todo lo que me había dicho a mi mismo durante estas semanas no tenía ningún tipo de sentido ni de consistencia al mirar a sus ojos. Los tenía brillantes, seguramente por la fiebre… 
¿Me estaba aprovechando de ella? Bueno no estaba haciendo nada, aunque tenía claro lo que quería hacer.
Me sostuvo la sonrisa y medio sonrió. Notaba que estaba ardiendo, le debía de estar subiendo la fiebre. 
Pero a mi me daba igual. Cada vez estaba más cerca de ella, de sus ojos y sobre todo de sus labios. Le puse la mano en la cara y le acaricié la mejilla con el pulgar. Bajó la mirada y esbozó una media sonrisa. No podía ser más tierna. Me decidí ¿Qué más daba? Era joven y quería besarla, ¿por qué no? Me acerqué más. Notaba su aliento…

Hey, I just met you, and this is crazy, but here’s my number, so call me, maybe?

Se sobresaltó a oír su móvil. Se apartó de mí. Me quedé con la mano suspendida en el aire. Lo cogió. Miro el número pero no contestó. Me miró.

- Es Rhys – Dijo simplemente.

No dijo nada más pero yo lo entendí todo. El momento había pasado. La locura transitoria había acabado. Ella tenía novio o lo que fuera, y yo… Bueno, pues yo si lo pensaba bien, tampoco es que tuviera tantas ganas de besarla. Escuché una risa. Venía de la televisión, me había olvidado por completo de la película. Miré la pantalla. Iba justo por el momento en que él le enseñaba a escupir como un hombre. Dejé de mirar y miré a Liz, que estaba muy recta sentada en el sofá. Tenía frío, tenía frío en las partes de mi cuerpo en los que hasta hacía un segundo ella había estado apoyada y que había calentado con su calor corporal…

Beep-beep’. Suponía que era un sms de Rhys, se lo habría mandado al ver que no contestaba la llamada. Por un momento me sentí furioso con  Rhys ¿quién le mandaba a él llamar a la una de la mañana a nadie? Aunque en realidad sabía que no tenía ningún derecho a  enfadarme. En ese momento Liz se había levantado, se tambaleó un poco al hacerlo. Se giró como pudo, me miró a los ojos y dijo:

- Mejor me voy a dormir. Hasta mañana y… Y gracias de verdad, por todo – Se dio media vuelta y desapareció por el pasillo.

Yo no tardé en irme a dormir también. Aunque sabía que me iba a costar conciliar el sueño.

[Narra Alba]

Me lo estaba pasando genial, pero aun así no podía dejar de pensar en Liz. Sabía que estaba con Harry y que seguramente él la estaría cuidando perfectamente. Pero sabía que ella odiaba estar mala, y que lo pasaba fatal. Me sentía mal por no haberme quedado con ella, aunque seguro que de haberme quedado Liz habría estado de mal humor todo el tiempo y se habría echado la culpa de que yo me perdiera una maravillosa salida con los chicos por Londres. Y la verdad es que era lo que estaba siendo. Una maravillosa salida. La cena había ido genial. Me había encantado conocer a Charlotte, era muy simpática y tenía una timidez natural que te daban ganas de protegerla de cualquier cosa. Y luego estaba el pub, que era una pasada y estaba lleno de gente guapa, parecían todos salidos de revistas de moda. No veía que yo encajase mucho ahí, pero como siempre los chicos no te dejaban sentirte en ningún momento fuera de lugar. Tenían ese don especial. Sobre todo Louis, estaba siempre pendiente de mí y obviamente a mi eso no me agobiaba, es más, me encantaba. Pero creo que estaba siendo egoísta. Si no íbamos a tener nada tampoco era plan de que lo acaparara. Él se merecía conocer a alguien, alguna chica linda con la que pueda vivir una historia que nunca podría vivir conmigo.

Con esta idea en la cabeza, decidí perderme un ratito. Dar una vuelta sola por el pub. Con la excusa de que iba al servicio me alejé de ellos. Zayn estaba ocupado ligando con unas chicas. Con suerte Louis se uniría a ellos, la chica le presentaría a alguna amiga guapísima tipo-modelo como todas las que había por aquí y listo. El sólo pensarlo me dolía, pero sabía que algún día pasaría. Louis no iba estar los dos meses de verano sin conocer a nadie por no hacerme sufrir a mí, no era justo.

Iba pensando en mis cosas sin mirar por donde iba. A causa de esto acabé chochándome con alguien. Con el golpe me tiré la mitad de mi copa encima, la otra mitad cayó en la espalda de con quién me había chocado. Genial. Ahora me esperaba una bronca en inglés. Alcé la vista esperando la reprimenda. Pero lo que encontré fueron dos ojos negros como la noche, que me miraban sonriendo, es decir, que tenían expresión de sonrisa. Enfoqué bien la cara y vi que se trataba de un chico, moreno de piel, de pelo medio rizado pero corto. Suponía que alguno de sus padres era de raza negra.

- Perdón – Dije ruborizándome, lo notaba – Lo siento de verdad – Me fijaba en su cara, era bastante guapo, ahora que lo pensaba se me parecía a Bruno Mars. Sonreí ante ese pensamiento, pero rápidamente cambié de expresión y puse de nuevo la de ultrarrepentida.

- Si vuelves a sonreír te perdono – Dijo.
Tuve que sonreír. Es imposible no sonreír cuando te acaban de decir esa frase.

- Genial –Dijo – Ya si me dices tu nombre te invito a una copa en compensación por haberte tirado esa

- Creo que en realidad la he tirado yo sobre ti – Le dije – Me llamo Alba, pero no hace falta que me invites…

- Yo Mark, encantado. Uhm, Alba... es un nombre raro – Dijo como pensándolo.

- Sí, bueno, es que es español – Le dije sonriendo.

- Fascinante, ¿eres de allí? – Dijo poniendo una cara forzada de interés que me hizo reír – ¡Cuéntame más por dios! Vayamos a la barra a por tu copa y continúas.

Lo pensé. No tenía nada que hacer. Nada mejor. Y así estaría entretenida y dejaría a Louis su espacio para poder ligar o hacer lo que quisiese. Sólo pensarlo, me dolía. Pero le había dicho lo que sentía y, aunque nos habíamos besado, me había dejado claro que no podría pasar nada entre nosotros, al menos de momento. 
Y teniendo en cuenta que yo me volvía a España en unas semanas, lo nuestro no sucedería nunca. Así que, ¿qué perdía conociendo más a Mark? Parecía buen chico y era bastante guapo.

Nos acercamos a la barra. Buscamos dos taburetes vacios. Encontramos unos al final de la barra y además 
tuvimos suerte de que no había mucha gente alrededor de ellos así podíamos hablar. Nos sentamos. Pedí la copa y tras una pequeña discusión, invito él. No me gustaba que me invitasen, me  hacía sentirme dependiente del chico, pero insistió mucho.

- Así que de España… Y, ¿qué haces por aquí? – Preguntó.

- Supongo que quieres saber que hago por Londres, ¿no? – Comenté riendo- Es obvio que al pub vengo a tirarle copas a la gente encima…

- Ojalá todas las copas que me han tirado hubieran sido tiradas por chicas tan guapas.

- Ya me tienes aquí sentada hablando contigo, los piropos no hacen falta.

- También es verdad, pero me gusta decir la verdad – Sonrió. Tenía una sonrisa bonita, porque contrastaba con el moreno de su piel.

- Pues he venido con mi mejor amiga a pasar el verano aquí trabajando y eso. Y eso es todo.

- ¿Y hasta cuando te quedas? – Preguntó.

- Hasta septiembre, mediados.

- Ósea, que tengo un poco más de un mes para conquistarte… Creo que podré hacerlo- Comentó. Estaba muy seguro de sí mismo, pero no perdía la sonrisa y eso me gustaba.

- ¡Wow! ¡Qué seguridad! Yo no lo tendría tan claro… – Le dije riendo.

- Eso es porque aún no me conoces. Ya verás chica, soy encantador.

Lo parecía. Y el resto del tiempo que pasamos juntos lo fue. Hablamos de esto y de aquello. De el futuro, de mi vida en España y de su vida aquí. Era bastante mayor. No lo parecía, pero tenía veintitrés años. Eso al principio me sorprendió. A ver, yo no había estado con muchos chicos en mi vida teniendo en cuenta que casi tres años de ella lo pasé con el mismo, quién sólo tenía un año más que yo. Aún así la diferencia de edad apenas se notaba, la conversación iba genial. Me comentó que estaba ya trabajando. Era cocinero.

- ¿¡Cocinero!? ¿¡Enserio!? – Pregunté emocionada.

- Si – Dijo orgulloso.

- ¡Me encanta la comida! Me encanta comerla… – Dije simplemente.

- Yo creo que a mí también me encanta la comida. Aunque me gusta más cocinarla – Comentó riendo – Aunque es bueno saber que te gusta tanto. Ya tengo un punto a mi favor.

- Me tienes que hacer de comer algún día – Me estaba dejando ir, pero el chico me gustaba y siempre sentaba bien coquetear un poco- ¿Dónde trabajas?

- En el ‘Petrus’ como ayuda del chef. Es un buen restaurante de aquí – Dijo- Y sobre lo de hacerte algo de comer, eso está hecho, pero me tendrás que dar tu numero para llamarte y avisarte.

- ¡Pues todo sea por la comida! – Le di mi numero y el me dio el suyo. Cuando terminé de escribirlo, me fijé en que me habían hablado por ‘Whattsapp’. Era Niall, decía que se iba ya y que me tenía que volver con Louis y Zayn, que no los perdiera de vista. Tenía que encontrarlos, llevaba ya mucho rato con Mark – Tengo que volver con mis amigos, pero esa comida queda pendiente. Más por comer que por ti eh – 
Comenté riendo.

- Mientras te vea de nuevo, me da igual el por qué.

Decía ese tipo de cosas todo el tiempo. Y a cualquier chica le encanta escucharlas. Incluso a mí. Te sientes como querida, no sé, es una sensación genial. Me levanté del taburete, le di las gracias por la copa y me dispuse a ir a buscar a los chicos. Pero algo me retuvo. Me había cogido la mano. Me giré para pedirle que me dejara, creí que era una broma. Pero en cuanto lo hice me encontré con los labios de Mark sobre los míos.

No fue como el beso de Louis. No debía compararlo, obviamente, pero lo hice. En cuanto acabó el beso, le medio sonreí y me fui de allí. Sabía que no había nada que decir, así había acabado nuestro momento.

Mientras buscaba a los chicos. Pensaba en lo que acababa de pasar. A ver, no era ninguna locura besarte con un chico a quien habías conocido en una discoteca. Pero aún así me sentía rara. Fue una estupidez, pero pensé en que ya no era Louis la última persona que me había besado. Era obvio que besaría a más gente, pero ahora que había pasado, me sentía como que había perdido el beso o algo así. Es difícil de explicar, ni yo me entendía. Había estado bien pero seguía con una sensación de que había algo malo, o que había roto algo, no sé. Iba enfrascada en mis pensamientos así que en verdad no estaba buscando a los chicos. Me di cuenta y empecé a concentrarme en encontrarlos, ya podría pensar en casa y se lo contaría a Liz en cuanto estuviera buena.

- ¡Eh tu! ¿Dónde te habías metido? – Era Zayn – Estábamos buscándote, no vamos a tardar en irnos.

- Estaba por ahí… - Supongo que me había ruborizado, porque añadió:

- ¿Has ligado Alba? Porque has puesto toda la cara de ‘he ligado’… – Dijo riendo.

- ¿Qué cara ha puesto quién? – Era Louis, nos había encontrado.

- ¡Alba ha ligado! – Dijo Zayn.

- Yo nunca he dicho que hubiera ligado eh - Dije sin mirar a Louis.

- Pero no lo niegas, y se te nota en la cara – Añadió Zayn - ¿Has ligado o no?

- Sí – Fue apenas un susurro, pero sabía que ambos me habían escuchado.

- ¡Esa es mi chica! – Dijo Zayn –Al menos uno ha triunfado esta noche… Y ahora vámonos a casa.
Louis no comentó nada sobre el tema de mi ligue. Llegamos hasta su coche y nos montamos. Durante el 
camino de vuelta, hablamos de esto y de aquello, pero nada relevante. Louis iba conduciendo y apenas se unió a la conversación. Supuse que era porque no quería distraerse. Aunque una parte de mi no dejaba de preguntarse si quizás tenía que ver con que hubiera ligado el que estuviera tan serio. Aparté esa idea de mi cabeza. Él me lo dijo, me dijo que amigos, así que no sería por mí por lo que estaba tan serio.

Dejamos a Zayn en su piso y seguimos subiendo los dos en el ascensor. Me había dado cuenta de que Zayn era el nexo que nos unía a ambos en la conversación. Sin él, no estábamos hablando nada. Le miré y sonreí. Era mi amigo y yo estaba siendo tonta por pensar que el estaba raro conmigo. Seguro que me notaba rara a mí y por eso él lo estaba. Decidí hablar.

- ¿Qué tal la noche mientras os deje tranquilos? – Pregunté.

- Bueno, nada del otro mundo la verdad. Parece que sin ti no somos nada – Lo dijo como en plan broma, pero noté un deje en su voz - ¿Tu bien no… - Sonaba un poco enfadado, pero al final añadió- ligona?
Sonreí. Parecía que eran imaginaciones mías que a Louis le hubiese molestado que hubiera ligado y hubiera besado a un chico. No sabía como me sentaba eso. ¿Bien? ¿Estaba aliviada? Se suponía que si, para mí el hecho de que Louis y yo estuviéramos bien era importante. Y lo estábamos. Pero sentía algo raro, era como coraje. Sí, me daba coraje que Louis no se hubiese puesto celoso. Una parte de mi pensaba que estaba raro porque estaba celoso y ahora sabía que no lo estaba. Y no me estaba sentando bien, y no era justo.
Abrió la puerta. Me despedí de él con apenas un ‘Hasta mañana’ y me dirigí al cuarto. En cuanto entré en la habitación me bajó la primera lágrima. Me sentía fatal, yo no era de llorar por chicos. No entendía por qué lloraba. Ya me había hecho a la idea de que Louis y yo no teníamos nada ni lo tendríamos. Pero no era capaz de contener mis lágrimas a pesar de que no entendía del todo el por qué lloraba.

[Narra Niall]

Nos habíamos pillado un taxi para salir de la discoteca. Charlotte tenía dieciséis años. Parecía mayor porque era alta, pero aun estaba en el instituto. Cuando me lo dijo me sorprendió. Pero no me importó. Pero obviamente tenía que estar pronto en casa, por eso nos fuimos antes de la discoteca.
Pudo entrar porque venía con nosotros y apenas le pusieron pegas, ni la miraron. Aunque aun así llevaba un carnet falso de una prima. La verdad es que no se parecían mucho pero ya era algo.

Llegamos a su portal con un cuarto de hora de adelanto. Lo había planeado. Quería estar con ella un tiempo a solas, antes de dejarla irse a dormir. Apenas habíamos estado los dos solos en toda la noche. Durante la cena le habían hecho un tercer grado de preguntas, pero las había sabido llevar muy bien. Y en la discoteca estuvimos con todos un rato aunque también estuvimos bailando los dos solos. No es lo mismo que estar con ella a solas en la calle, donde se podía a hablar. Aunque hablar no era lo que quería hacer.
Estábamos en el típico momento antes de un beso, donde sabes que el beso es el siguiente paso, pero no sabes cómo llevarlo a cabo. Yo no podía esperar más, estaba deseando besarla, así que me acerqué a ella. 
Y la besé. Lentamente. Le pilló un poco de improvisto, pero enseguida se dejo llevar. Paré y apoyé mi frente en la suya. Sonreí sin dejar de mirarle los labios. No tardó en volver a besarme. Eso era lo que quería, que fuera ella quien me buscase a mí esta vez. Esta vez el beso fue más pasional. Más largo y con más fuerza. No quería parar. Enredé mis manos en su pelo. No quería dejar de besarla jamás.

Paramos un momento entre jadeos. La empujé con suavidad hacia la pared, y la apoyé contra ella. Empecé a besarle el cuello. El mentón. Y llegué a la boca. Jugaba con ella. Y ella conmigo. Besaba genial. Me mordió el labio inferior y eso me volvió loco. Le puse mi mano sobre su espalda y la empuje hacia mí. Todo su cuerpo estaba contacto con el mío. Si no estuviésemos en medio de la calle creo que no habría podido contener mis deseos. Ya me estaba costando.

Paré. La miré y se lo dije.

- Si seguimos no respondo de mi eh – Le sonreí. Su respuesta me sorprendió.

- Nunca lo he hecho Niall – Agachó la cabeza, como avergonzada.
Le agarré la cara con mis dos manos y se la levanté. La obligué a mirarme frente a frente. Y la besé. Fue un beso corto.

- ¿Crees que me importa? – Le dije.

- No sé. Seguro que estarás acostumbrado a chicas mayores y más maduras… Sexualmente, ya sabes – Me dijo.

- Bah, estaba acostumbrado a ir al colegio todos los días, y ahora vivo en Londres sólo con dieciocho años 
– Le dije – Estar acostumbrado está sobrevalorado.

Rió. Eso era lo que quería, que riera. Me encantaba su risa.

- Ahora será mejor que subas. No quiero caerle mal a tus padres en la primera salida, que no cita. Nuestra primera cita aun está pendiente.
Me besó como respuesta. Fue un beso dulce y tierno. Y cortó. Muy pronto para mi gusto. La miré suplicando más.

- No quiero hacerte sufrir, ya sabes – Miró a mis pantalones y rió, me había excitado.
Reí ante su comentario y esperé a que se cerrara la puerta del portal. Busqué un taxi y volví a casa. Esta chica realmente me gustaba, era en lo único que pensaba mientras me dirigía a casa.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Capitulo 17


Capitulo 17

[Narra Harry]

Hacía bastante frio cuando salimos del cine dirección los coches para ir hacia la fiesta. La película había estado genial, mucho mejor de lo que me esperaba. Liz había estado quieta durante toda la película, una hora y media, todo un logro. En una parte triste de la película me fije que estaba llorando; puse mi mano sobre la suya y le apreté levemente, quería reconfortarla. Hizo un amago de quitar la mano, me miró con los ojos empañados durante unos segundos y volvió a girar la cabeza hacia la pantalla. Al final no apartó su mano de la mía, había sido un momento especial. O eso creí en ese momento. Ahora, el frío de la noche londinense me recordó que Liz era irritante, que tenia novio, que se iba en dos meses y que yo podría tener a quien quisiese cuando quisiese.

Busqué a Louis al salir del cine. Lo encontré con Alba, junto a la puerta de salida del cine, estaban al lado de los actores, supongo que se los iba a presentar. Él tenía su mano en la espalda de ella, era un gesto protector, seguramente un gesto inconsciente. Sonreí. Hacían buena pareja, y él parecía más feliz ahora que en los últimos meses con Eleanor. Yo debería presentarle los actores a Liz también, la busqué con la mirada y la vi hablando con la escritora. Tenía a Liam Hemsworth a su lado y ni si quiera le echaba cuenta, estaba anonadada con lo que Suzanne Collins le estaba diciendo, preferí dejarla a sus anchas. Además yo no tenía que estar todo el día pendiente de ella ni cuidándola. Hombre, había que estar pendiente de las dos esta noche, esto es algo nuevo para ellas, pero siempre tenía que ser yo. Me acerqué a Niall y Zayn quienes estaban con más gente. Apenas llegué a donde estaban nos avisaron de que el coche ya estaba esperando para llevarnos a la fiesta. Así que nos dirigimos los tres hacia allí.

Llegamos los primeros y nos montamos. Luego se montaron atrás Liz con Liam y Danielle. Y Louis y Alba llegaron más tarde y se sentaron atrás del todo solos.
Liz no paraba de hablar atrás sobre lo genial que había estado la película y lo amables que habían sido todos los actores y sobre todo Suzanne. Danielle y ella hablaron todo el tiempo sobre partes de las películas escenas y demás. Zayn se unió a la conversación, mientras Niall no dejaba de teclear en su móvil. Intenté cotillearlo, pero no me dejo. Que raro, nosotros no nos teníamos secretos.

Yo no hablé mucho. Estaba dándole vueltas a mi conversación con Caroline; no me había sorprendido verla, me lo había dicho. A veces hablamos por sms, intentábamos ser amigos. Yo creía que ella se tomaría a peor nuestra ruptura, aunque pensándolo mejor, ella era madura y entendía las relaciones. Aun así lo que me había dicho esta noche me había pillado de improvisto. Me había dado a entender que si yo quisiera podríamos tener algo de nuevo, aunque no estaba seguro de si quería solamente quedar de vez en cuando o volver  a intentarlo. Yo le había contestado rápidamente con un no rotundo. Debería de haber pensado y habérselo dicho de otras maneras, pero fue lo primero que me salió. Aunque creo que lo arreglé al explicarle que ahora mismo no quería nada, solo quería tiempo para mí, no quería nada ni serio ni no serio.  
Ella lo entendió o eso me dijo, pero había algo en su mirada que me ponía nervioso, como si pensara que había otra razón por la que le rechazaba. Pero no la había… ¿o sí?

[Narra Alba]

Pocas noches en mi vida habían sido tan perfectas como esta. Y ni siquiera había acabado. La película había sido increíble, me había encantado. Me senté al lado de Louis y de Niall. Yo no era de llorar en las películas, como Liz, pero aun así hubo escenas que me tocaron la vena sensible y una parte del final me dio algo de miedo. Louis me lo notó, me llamó y cuando le miré estaba ahí imitando la cara que debía haber puesto. No sé si lo hizo para chincharme o para relajarme pero la verdad es que me reí y se me hizo más llevadera la escena, que era algo desagradable.

A la salida de la película Louis insistió en presentarme a los actores, a mi me daba un poco de vergüenza la verdad. Pero a la vez me sentía genial, como importante. Iba a conocer a actores famosos… Mi abuela no se lo iba a creer cuando se lo contara. Sonreí, echaba de menos España.

Los actores fueron muy simpáticos. Y Louis estuvo haciendo como siempre, el tonto. Nos avisaron al momento de que teníamos que ir al coche y decidimos continuar la conversación allí. Así que nos separamos de los actores y nos dirigimos al coche. Ya habían subido todos así que Louis y yo íbamos atrás solos. Me sentí incomoda. Estábamos ahí solos y muy juntos. A ver, en el cine también, pero no era lo mismo. Allí estaba pendiente de la película, que me ayudaba a dejar de pensar que estaba al lado de Louis, y cuando estamos en casa evito estar muy cerca de él o sola con él mucho rato.
Miraba a la frente, muy tiesa. De repente rió. Le miré.

- ¿Qué pasa no me vas a hablar? – Me preguntó riendo.

- ¿Yo? Si, claro… ¿Por qué no te iba a hablar?

- No sé, estas ahí muy tiesa mirando al frente… ¿Qué pasa que el reposacabezas es más guapo que yo?

- La verdad es que si – Reí. Era fácil olvidarse de todo y ser yo misma con Louis – Mira ese perfil derecho – Dije acercándome un poco a él y señalando al reposacabezas – Es irresistible…

En ese momento giramos hacia la derecha, el impulso hizo que me cayera encima de Louis. De los nervios por intentar levantarme apoyé mi mano en su pierna para impulsarme. Pero no miraba donde estaba poniendo la mano, y no me apoye exactamente en su pierna, si no más al centro… ¡Dios! ¡Qué vergüenza! No sé si fue la vergüenza o qué pero conseguí ponerme derecha sin ayuda y miré a Louis. Me miraba con cara de espantado pero no tardó mucho en empezar a descojonarse. Y yo me uní a él, no podía parar. Iba a llorar y se me iba a estropear el maquillaje, pero me dio igual.

- Si querías tocar mi cosita, o mejor dicho cosota, solo tenías que pedirlo – Dijo entre risas.

- Cosita, que ya esta catada – Conseguí articular y reí mas. No se de dónde salía esa picardía.

El coche paró y los chicos nos avisaron. Ya habíamos llegado. Miré a Louis.

- ¿Estoy bien? ¿Maquillaje bien? ¿Todo bien? – Le pregunté.

- Estás genial… El maquillaje no te hace muy fea – Dijo con una sonrisa- Estás perfecta, en serio. – Me dijo mirándome a los ojos esta vez.

Dios, me quería morir. Que ojos… Menos mal que Liam abrió la puerta del coche, si no creo que le hubiera besado o algo… Esto no podía seguir así. Tenía que sacarme a Louis de la cabeza. Él lo había dejado claro y yo estaba de acuerdo con él. Mejor amigos.

Salí del coche. Estábamos en una especie de restaurante, o eso parecía por fuera. Pero una vez que entramos era como un pub pero mas iluminado y con una gran terraza. Nos dirigimos todos a la terraza, mucho de los invitados a la Première ya estaban allí. Había mesitas por todos lados con canapés, algo de comida y champán. Vi que Liz tiritó, mira que se lo dije… Debería haberse llevado el abrigo. Me acerqué a ella.

- ¿Estás bien? – Le pregunté.

- Si, sólo es que quiero ir al baño – Me dijo.

- ¿Quieres que vaya contigo? – No sé por qué presentía que no estaba bien, que algo le pasaba.

- Sí, de la mano y me bajas las bragas – Lo dijo español, supongo que no quería ser tan mal hablada en inglés, aunque ella era bastante mal hablada.

- Vale, vale, pillo el sarcasmo – Le dije.

Vi como se alejaba y entraba otra vez al salón. Volví con los demás. Me di cuenta de que Harry también la había visto irse, pero se quedo allí parado y volvió a la conversación con los demás. También intuía que, el hecho de que Liz estuviera rara, tenía que ver con Harry.

[Narra Liz]

No quería estar con nadie. Mi humor había cambiado radicalmente de camino a la fiesta. Y tenía frío. Y odiaba pasar frío. No sabía por qué estaba así, antes de montarme en el coche y durante el trayecto estaba totalmente contenta y emocionada. Es más, debería estar subiéndome por las paredes, había conocido a una de mis autoras favoritas y estaba rodeada de gente famosa, en Londres. Pero no me sentía bien, no estaba a gusto, era algo mío, era yo. Lo que me faltaba, ser bipolar, y pasar de estar bien a depresiva nivel quiero helado de chocolate y un sofá. Pero estaba en una fiesta, y la cosa iba para largo, así que decidí ir al baño a relajarme o algo. Alba me notó rara, pero le dije que sólo tenía ganas de ir al baño. Me quiso acompañar, en otro momento le hubiera dicho que si y hubiéramos hecho una crónica de la noche en el baño, pero tenia ganas de estar sola.

Llegué a los servicios sin darme cuenta apenas. Era bastante grande y luminoso. No quería entrar al baño así que me quedé apoyada en el lavabo mirándome al espejo. Pero, ¿qué me pasaba? Oí que se abría la puerta, no miré a ver quien entraba. Quién quiera que fuese se puso al lado mío y sacó algo del bolso. La miré… ¡Genial! Era Caroline. Pero pensándolo mejor, ella no sabe quién soy y no tiene por qué saber que la conozco. Así que seguí como si nada. De repente habló.

- Vienes con los chicos ¿verdad? – Me preguntó, era obvio que hablaba de ellos.

- Sí – Intenté sonreír, pero no me salió.

- Si…-Dijo- Te he visto con Harry.

- Ya, sí, bueno…Con todos – Dije, no sabía que se suponía que tenía que decir.

- Él está pendiente de ti, lo he visto – No supe que contestar a eso. Era todo tan raro.

- Cuídalo, merece la pena – Terminó de pintarse los labios, guardó el pintalabios en el bolso y se fue.
Tuve ganas de seguirla y gritarle un par de cosas. Primero, que Harry y yo no teníamos nada. Y después, si lo tuviésemos, ¿quién es ella para darme consejos o decirme que lo cuide o que lo deje cuidar? Mal día había elegido ésta para venirme con tonterías. Ahora estaba más enfadada. Pero no sé por qué, me sentía aliviada. Como si me hubieran quitado un peso de encima. Durante un segundo pensé que el hecho de saber que Caroline y Harry no tenían nada o que no iban a tenerlo de nuevo, me aliviaba. Pero el hecho de que eso me afectara me hizo enfadarme aun más, ésta vez conmigo misma… Pero ya era hora de salir fuera. Si fumara este sería el típico momento de fumarme un cigarro. Cogí el móvil antes de salir, tenía un sms de Rhys, ‘Espero que estés disfrutando, te echo de menos’. Esto me enfadó aún más. Aunque no tenia sentido.

Llegué fuera bastante enfadada. Pero los chicos me hicieron olvidarme un poco de mi enfado. Como siempre todo eran bromas con ellos. No dejaban de presentarnos gente, pero nos cambiaban el nombre o decían que éramos su madre, hermana, prima… A cada persona le decían algo diferente. Llegué a ser la hermana gemela de Niall, y es obvio que no nos parecemos nada, pero la mayoría de los invitados estaban acostumbrados a ellos y seguían la broma. Cuando se me pasó el enfado, me di cuenta de que tenía mucho frío. Ya era media noche y la temperatura había bajado bastante. ¡Cómo me arrepentía de no haberme traído un abrigo! Aunque fuera una puta chaqueta de cuero y no pegara nada.
Me metí dentro sola. Esperaba entrar en calor y luego volvería fuera. Vi como Harry venía hacia aquí, no tenía nada de ganas de hablar con él. A lo mejor, con suerte, iba al servicio y me dejaba en paz.
No cayó esa breva. Se dirigió hacia mí.

- ¿Cómo estás? – Preguntó.

- Fantástica, ¿no me ves?- Quería ser borde con él.

Me miró escéptico. Creo que estuvo a punto de darse la vuelta e irse. Pero se quedó.

- ¿Qué mierda te pasa?

- No lo sé. Y tengo frío ¿algo más? – Contesté sin mirarle.

- Paso de ti – Dijo, se dio media vuelta y se fue.

Al verlo alejarse me sentí fatal. Él me pinchaba y me hacía enfadar, pero al final siempre era dulce y bueno conmigo. Lo odiaba. Que me diera una de cal y otra de arena sólo hacía que me gustara más. No, a mi Harry no me gustaba. Pero eso ahora no tenía nada que ver. Me había portado como una imbécil y me tenía que disculpar. Salí fuera y lo busqué. Lo encontré rodeado de gente, entre ellos Caroline. Genial, tendría que ir a buscarlo estando ella por ahí. Me acerqué, le toqué el hombro, sonreí a los que me miraban y cuando se giró le dije bajito:

- ¿Puedes venir un momento? – Esperaba que mi mirada de ultra-arrepentida valiera para que no me mandara a la mierda.

Me siguió sin decir nada hasta una parte más apartada. Sabía que Caroline no nos quitaba la mirada de encima.

- Lo siento muchísimo de verdad. No se por qué no estoy teniendo una buena noche – Le miré arrepentida.

- Pensé que te estaba encantado - Dijo- Te vi emocionada hablando con Suzanne y los actores y en la película también te vi bien… No sé.

- Yo tampoco sé que me pasa pero eso no justifica que te haya hablado así, espero que me perdones. No te merecías que te tratase así y ahora me siento fatal. Perdóname, no me hagas sufrir mas – Le dije con una sonrisita. Empecé a tiritar de nuevo.

- Perdonada quedas. Aunque la idea de que sufras me es tentadora… Una noche mala la tiene cualquiera – 
Me dijo sonriendo. Entonces se quitó la chaqueta – Toma – Dijo tendiéndomela.

- ¿Estás loco? – Le dije- Hace un frio increíble, te vas a poner malo.

- Ya, pero yo tengo mangas largas y tú no. Y yo soy famoso y si me pongo malo, no pasa nada. Tú podrías perder tu trabajo.

- No me la merezco – Le dije mientras la cogía.

- También es verdad, pero yo soy muy buena persona – Me dijo sonriendo.

- Gracias, Harry – Le dije y le sonreí.

- Venga nada. Vayamos dónde los demás – Me pasó la mano por los hombros y nos acercamos hasta dónde estaban los demás.

Mientras íbamos a donde estaban los otros vi que Caroline no había apartado la mirada de dónde estábamos. Recordé lo que Harry me dijo de ella, que empezó a agobiarlo y a exigirle mucho para sus diecisiete años y la vida que estaba viviendo. Y por eso lo dejaron, pero que aún eran buenos amigos y el realmente pensó que podían haber tenido algo más serio. Ella nunca me había caído bien. Pero entonces pensé ¿y si a ella le gustaba Harry, de verdad? Lo tuvo que pasar muy mal con la ruptura y viendo todo los líos amorosos posteriores de Harry. Entonces no me cayó tan mal. Casi la entendía, no sabía por qué, me sentí unida a ella por un vínculo invisible. La miré y le sonreí, me devolvió la sonrisa. Al final me iba a caer hasta bien.

[Narra Louis]

Estaba preciosa. Llevaba mirándola toda la noche desde que la ayudé a salir del coche al llegar al cine. Me dejó sin palabras. Durante la película estuve más pendiente de ella que de la proyección. De cómo cambiaban los gestos de su cara según la escena era de amor, risa, pena o miedo. Al salir, le presenté a los actores. Sabía que le haría feliz.

Y el camino a la fiesta post-première fue genial. Me hacía gracia como intentaba ignorarme. Tan tiesa sentada en el asiento. Y después cuando accidentalmente me tocó… Buf, me excité mucho. Si no fuera porque me entró la risa al ver su cara de espanto la hubiera besado en aquel instante, y no habría parado jamás. Pero aunque lo hubiera hecho, tendría que haber parado, por que como bien sé, se tiene que ir. En unas semanas, ya estamos en agosto, quedaba poco más de un mes para que se vaya. Y aunque no se fuera ella no me merecía, no en estos momentos en los que no sabía bien lo que quería. En los que Eleanor aún entraba en mis pensamientos y todo el daño que me había hecho me hacía prometerme que iba a pasar mucho tiempo antes de que me volviera a enamorar. Pero mi ingenuidad no se esperaba que mis sentimientos fuesen a ir por su camino aunque yo quisiese guiarlos. Y ese camino llegaba hasta Alba. Muchas veces me preguntaba por qué. Veces en las que apenas podía dormir pensando en mil formas de hacer que se quedara conmigo, por qué ella, por qué ahora y sobre todo por qué era todo tan complicado. Yo era complicado y nuestra situación aún mas.

Mientras pensaba en todo esto, observaba a Harry y Liz. Él le estaba tendiendo su chaqueta, tan caballero como siempre. Sonreí. Creo que Harry se encontraba en la misma situación que yo, aunque por lo que lo conozco seguramente no se lo reconocía ni a él mismo. Se acercaron a nosotros y me obligué a mi mismo a meterme en la conversación.

Me di cuenta de que Alba no estaba. Escuché su risa en algún lugar detrás de mí. Me giré y la vi hablando con uno de los invitados. Era bastante guapo. Algo se encendió dentro de mí, pero no tenía sentido, yo no era nadie para decirle con quien debía o no hablar. Ni aunque hubiésemos estado juntos. Ser celoso no era una de mis características, aún así me daba mucho coraje verla ahí hablando con otro, otro que le estaba haciendo reír… ¿Qué le estaría diciendo?

No lo sabría… ¿Tanto me importaba? Aún seguía mirándola. De repente me encontré con sus ojos ¡mierda! Me estaba mirando, me había pillado mirándola. Me sonrió. Le dijo algo al chico con el que estaba hablando y se dirigió hacia mí. Pero pasó de largo y se unió a los demás, no sin antes pararse un segundo al lado mía y guiñándome un ojo decirme:

- ¡Me tienes vigilada, eh!

Iba a contestarle, pero me había desarmado y ya estaba con los demás. Así que me uní a ellos también. Los actores de la película andaban por ahí desperdigados. Yo había hablado bastante con Josh, era muy simpático y no seguía las bromas, además estaba en la fiesta Nicholas Hoult,  que es el novio de Jennifer Lawrence y que conocía de ante pues era de aquí de Inglaterra y ya habíamos coincidido con él un par de ocasiones. El resto de la noche pasó sin más novedades. Yo miraba de vez en cuando a Alba quién estaba muy guapa cuando se reía, pero no quería que me volviese a pillar mirándola así que tampoco la miré mucho más. No tardamos mucho en irnos, era tarde y al día siguiente teníamos que ensayar. Habíamos retrasado la hora de los ensayos, pero no nos dejaban saltarnos ni un día. Al final de septiembre empezaríamos la gira de otoño y había mucho que ensayar. Queríamos darle el mejor show posible a nuestros fans, se lo merecían.

[Narra Liz]

Era una broma. Tenía que ser una puta broma. No podían ser ya las ocho de la mañana, imposible. Me giré para apagar el despertador, odié al máximo al despertador de la ‘Blackberry’. Miré a Alba, estaba ahí dormida con la cara limpia. Hasta ayer que llegamos cansadísimas se quitó el maquillaje… Yo seguro que tenía los ojos como si me hubieran pegado dos puñetazos. Ella no tenía que trabajar, le habían dado el día libre en su trabajo. A mí ni siquiera se me había pasado preguntarlo. Se lo comenté a una compañera y me dijo que ni en broma me iba a dar el día libre por ir a una fiesta el jueves. Podría haber mentido, pero no lo pensé. Ahora si que lo pensaba, mientras me levantaba lentamente y me dirigía al baño. Dios, me quería morir. Encima me sentía fatal. Creo que me había resfriado. Genial, y era viernes.

Me duché y arreglé sin nada de ganas. Y cuando salí a la calle mis ganas de volver a la cama calentita aumentaron bastante. Hacia frío. Más del habitual. Esto era justo lo que necesitaba para mejorar mi resfriado. Me empezaba a moquear la nariz. En el metro lo pasé realmente mal. Tenía esa sensación de que se me iban a caer los mocos en cualquier momento y no llevaba clínex. Era la primera vez que entraba tan rápido en el trabajo, me fui justo a la habitación donde nos cambiábamos. Allí encontré un paquete de clínex, menos mal.

La mañana estaba siendo bastante aburrida. Algún que otro desayuno, pero poco más. Sobre las doce apareció Rhys, no me dijo ni hola. Se dirigió a la barra y me plantó un periódico delante.

- Sales en primera plana – Me dijo.

Me fijé en el periódico. Había una foto de los ocho en el Photocall. Justo abajo ponía: ‘¿¿NUEVAS CHICAS PARA LOS CHICOS DE ONE DIRECTION??’ Más en la página 32.

Abrí el periódico, era la parte de famosos. Además de varias fotos nuestras con los chicos y Danielle en la Première había fotos del día que fuimos al supermercado con Niall y Liam, supongo que eran las que las chicas nos había hecho. Leí:

‘Nuestros queridos chicos de One Direction han incluido un par de chicas nuevas al grupo. Hace poco nos enteramos de que el gracioso Louis lo ha dejado con la preciosa modelo Eleanor Calder y parece que ya la ha sustituido aunque aún no sabemos por cual. Nos llegaron estas fotos de Niall Horan y Liam Payne con estas mismas chicas hace unos días en un supermercado especializado en comida española, ¿serán españolas estas misteriosas chicas? Bueno, no lo sabemos. Lo que sí que sabemos es que después de recibirlas, las guardamos con cuidado ya que presentíamos que estas chicas iban a salir más. ¡Y no nos equivocamos! En las fotos las veis más que guapas acompañando a los chicos en la Première de anoche de ‘Los Juegos del Hambre’. En cuanto nuestro corresponsal nos trajo las fotos lo enviamos a impresión. Queríamos ser los primeros en daros la noticia. Y ahora, hagan sus apuestas, ¿con quién de los cuatro chicos solteros estarán estas dos féminas? Harry estuvo muy pendiente de una de ellas, ¿será su nuevo fichaje? ¿Qué pensáis? ¿Hacen buena pareja?’

Justo debajo había una foto mía con Harry. Yo no miraba a la cámara, estaba prestando atención a algo que había a mi derecha. Pero Harry miraba fijamente a la cámara. Sus ojos verdes parecían que traspasaban el papel y me estaban mirando directamente a mí. Aparte la mirada del papel. Pero la cara de Rhys, que era lo que me esperaba al apartar la mirada del periódico, era peor que los ojos de Harry.

-  ¿Qué tienes que decir al respecto? – Me preguntó.

- Uhm, ¿nada? – Le dije. No me encontraba bien, no quería pelearme pero tampoco iba pedirle perdón por algo que no sentía que había hecho mal.

- ¿Nada? ¿Nada? – Estaba enfadado - ¿Cómo crees que me siento?

- Mira Rhys. Esto – Dije señalando al periódico- es mentira todo. Es para vender periódicos. Fuimos con los chicos, somos caras nuevas, es normal. Pero no significa nada, tienes que confiar en mí porque si no, como ya te dije en su momento, no vamos a ningún lado. Y hazme el favor de abrazarme que estoy malita y no te digo que me beses porque no te lo quiero pegar.

Me miró poco convencido. Pero aún así me abrazo y me dio un beso aunque en contra de mi voluntad, no quería pegarle mi resfriado. Me gustaban sus besos. Pero no sé, no eran perfectos. No sentía nada dentro de mí cuando me besaba. Me dije a mí misma que eran tonterías romanticonas mías, lo de sentir un vuelco en el estómago cuando besas a alguien era cosa de libros y de películas. Seguro que no era verdad, yo nunca lo había sentido. Tampoco es que hubiera besado a mucha gente… Y luego estaba esto, me estaba besando y yo estaba pensando en otras cosas. Nada de no poder pensar en nada mientras te besaban.
Se apartó.

- Bueno preciosa, ahora tengo que irme – Me acarició la cara – Hablamos para vernos esta noche. Que te sea leve y cuídate. No quiero una novia con mocos y voz horrible.

- No te preocupes – Le sonreí – Ahora déjame antes de que tu tía me mate. Luego te llamo – Se alejó por la calle.

¿Novia? Me había dicho novia… ¿Éramos novios? Bueno, no lo había pensado, aunque si me paraba a hacerlo, suponía que sí que lo éramos. Sólo había tenido un novio en mi vida, y bueno, no había durado mucho, sólo unos cuatro meses o así. Y había sido como en secundaria, en tercero. Hacía bastante tiempo.
La tarde pasó lentamente. Seguro que el mundo quería que sufriera aunque no sabía por qué. Además desde que Rhys me había dicho ‘novia’ me sentía rara, como si le estuviera traicionando, pero obviamente no lo estaba haciendo, ¿o sí? ¿Le engañaba haciéndole pensar que teníamos algo serio o que yo quería ser su novia? Porque no le había dicho que no… ¡Dios! Pensar tanto con este mal cuerpo no era bueno, menos mal que ya era la hora. Mientras me cambiaba escuché un ruido raro que venía de fuera, de la calle. Me asomé por la ventana y vi que estaba lloviendo. Más que lloviendo, diluviando. Lo que me faltaba, ¿se puede tener más suerte que yo?

Salí del restaurante con el periódico que había dejado Rhys encima de la barra. Apenas me quitaba nada de lluvia, me estaba empapando y no llevaba nada en la calle. Aún quedaban diez minutos andando hasta la parada del metro. Cuando llegué no había asientos libres, pero para ser sincera, el calor humano de la gente en el metro me reconfortaba. Estaba empezando a tiritar. Sentía como me subía la fiebre. Sólo quería llegar a casa y meterme en la cama y dormir.

Cuando salí del metro ya había dejado de llover. Pero hacía frio y estaba empapada, así que me estaba congelando.

Cuando llegué al piso, no había nadie. Sólo Alba.

- Venga, venga arréglate que salim… ¿QUÉ TE HA PASADO? – Dijo al verme.

- Lluvia – Dije tiritando.

- Tú no sales. Ni de coña – Me dijo cogiéndome y llevándome al cuarto- Ponte el pijama y te hago una sopa, ¿quieres que me quede contigo?

- No, no, sal, no te preocupes. Aunque hazme un favor, llama a Rhys y díselo, no tengo fuerzas ni para hablar – Le dije poniéndome el pijama como podía. Como camiseta de pijama cogí la que Harry me regaló. Lo hice inconscientemente, pero la verdad es que se había convertido en mi camiseta favorita.

Cogió mi móvil y llamó a Rhys, pero la verdad es que no le presté mucha atención a lo que hablaban. Me dirigí al salón y me tumbé en el sofá. A los pocos segundos apareció Alba.

- Vamos a ir a cenar y después a un pub nuevo, pero si quieres me quedo ¿eh? – Dijo sentándose al lado mía.

- No, no te preocupes. Quédate conmigo hasta que te tengas que ir y ya está – Le dije sonriendo.

- Haremos una cosa. Te pasaré tus pelis favoritas a un pen para que las veas esta noche y te prepararé una sopita calentita – Dijo mientras me daba un abrazo y me ponía la mano en la frente – Y te daré algo para la fiebre. Creo que mi padre me dio algunas pastillas – Dijo levantándose. Su padre era médico.

Me trajo el pen, la sopa y la pastilla. Se quedó conmigo hasta que me la tomé, pero al rato se tuvo que ir a 
arreglar. Los chicos estaban en una entrevista y vendrían a por ella en media hora. Intenté quedarme despierta para despedirme de ella, pero el sueño me venció. Sentí que alguien me besaba en la frente pero quizás sólo lo estaba soñado.

¡Pum! Alguien había cerrado la puerta. Me sobresalté. Habría sido Alba al irse. Miré el reloj del DVD, eran las diez y media, los chicos iban a pasar por Alba a las ocho, así que no podía ser Alba.

- ¿Cómo estás? – Era Harry. Reconocería esa voz en cualquier lado – Alba nos ha dicho que estabas medio muerta.

- Casi, aunque ya estoy mejor. Ahora veré una peli. Y tú, ¿qué haces aquí? – Le dije sonriendo, se había sentado a mi lado.

- Bien, venía por una chaqueta de abrigo. Han bajado las temperaturas. Aunque estoy pensando en quedarme aquí – Me sonrió.

- No hace falta Harry, estoy bien – No era verdad, deseaba que se quedara conmigo y que me abrazara y que me cuidara.

- No es por ti, egocéntrica – Dijo sonriendo – Es que la noche de ayer me dejó agotado. La verdad es que no se apetecía salir, pero quedarme solo en casa un viernes no está permitido. Ahora, si me quedo contigo viendo pelis la cosa cambia – Se levantó del sofá – Voy a ponerme cómodo y a avisar a estos, no te muevas de ahí.

- No creo que pueda – Comenté riendo.

Iba a quedarse conmigo. Era un viernes por la noche y se iba a quedar conmigo, que estaba enferma, a ver películas que quizás no le gustaban. Sabía que estaba sonriendo como una idiota. Entonces asomó su cabeza otra vez por la puerta del pasillo.

- Bonita camiseta – Dijo, y desapareció de nuevo hacia su cuarto.

Mi sonrisa se hizo mucho más grande.