Capitulo
12
Apenas hablamos
de camino a casa. Y una vez allí parecía
que no nos salían las palabras. Preparamos la cena. Mientras cenábamos entre
bocado y bocado, tampoco sacamos conversación... Por fin se rompió el silencio
con el sonido del móvil de Alba…‘I’m Titanium’
- Es
Danielle - Dijo tras mirar la pantalla. Vi como se desilusionaban sus ojos.
Supongo que pensaba que quizás era Louis. Descolgó.
- ¡Hola
Danielle! ¿Qué pasa? – No escuchaba lo que decía Danielle, Alba se dio cuenta –
Espera espera que pongo el altavoz, ¿no te importa, no?
- ¡Hola
chicas! – Dijo Danielle. Realmente era una chica encantadora – Me ha contado Niall
que os vais el viernes. Sólo me lo ha dicho a mí para ver si os podía convencer
para salir el jueves o algo… Pero antes, ¿cómo estáis?
- Bueno,
creo que hemos tenido momentos mejores - Dije mirando con complicidad a Alba.
-
Entiendo perfectamente que os queráis ir a España, pero ¿no podemos quedar
mañana? Podemos ir a la discoteca y dar una pequeña fiesta o algo.
- No
tenemos muchas ganas de fiesta de verdad. Además el avión sale a las ocho de la
mañana. Tendremos que estar sobre las seis en el aeropuerto, ya sabes, con todo
el lio de facturar y eso.
-
Bueno, me da mucha pena que os vayáis sin despedirme de vosotras pero mañana
trabajo bailando y no puedo quedar con vosotras. Espero veros algún día,
pronto, a ser posible. Si volvéis o si voy a España os visitaré seguro…
- Eso
esta mas que hecho. No te preocupes – Dijo Alba – Nos alegramos mucho de
haberte conocido.
- Yo
igual chicas, siento no poder despedirme en persona. Y sé que Liam también – Añadió
- ¡Y yo
también! – Se escuchó de repente… Había sido Niall.
- Están
aquí Liam y Niall conmigo – Comentó Danielle.
- Adiós
chicas – Se escuchó a Liam.
- Si,
un gran abrazo – Fue Niall otra vez.
- Adiós
chicos, un beso y cuidaros mucho – Dije yo.
- Lo
mismo digo, un gran beso y un abrazo. Ah, y buen viaje. – Dijo finalmente Danielle. Tras eso colgó.
Me daba
pena irnos sin despedirnos de Danielle, y sé que a Alba también. Se había
portado siempre muy bien con nosotras pero no teníamos nada de ganas de estar en
la discoteca con los chicos. Ni si quiera con Niall, Zayn y Liam. Y luego, era
verdad que el avión salía a las ocho de la mañana y teníamos aun que hacer la
maleta y todo. Mañana por la mañana íbamos a montarnos en el London’s Eye y
después a King Cross a hacernos una foto a lo friki en ‘El andén 9 y 3/4’, así
que por la tarde teníamos que dejar todo recogido y listo. Ya habíamos hablado
con el casero.
Después
de cenar recogimos la cena y nos sentamos en el sofá. Vimos un capítulo de la
serie ‘Sherlock’ que echaban en una cadena inglesa. De algo nos enteramos,
aunque los tecnicismos que se usaban en la serie era difíciles de entender. No
hablamos mucho. Cada una pensaba en lo suyo. Ya habría mucho tiempo, en el
avión o durante el resto del verano, para contarnos que pasó esa tarde. Cuando
acabó nos fuimos a la cama.
Una vez
acostada, no podía dormir. La conversación con Harry daba vueltas en mi cabeza
una y otra vez y la idea de que no lo volvería a ver me presionaba en el pecho.
No quería que me afectase tanto, pero así era. Todo esto hizo que deshiciera la
cama de tanto que me movía intentando conciliar el sueño. Tras al menos una
hora dando vueltas en la cama, me desesperé y me levanté para ver la tele o
algo y hacer tiempo hasta que me viniese el sueño. Así también me entretenía
con algo y dejaba de pensar. Al pasar por la puerta de Alba vi que estaba
entreabierta y que la luz estaba encendida. Entre y la vi sentada en la cama.
-
¿Tampoco puedes dormir? – Le pregunté.
- No. Mi cabeza no dejar de pensar y pensar… –
Me contestó.
- Ya,
la mía esta igual. Qué asco… – Dije mientras me acercaba a su cama y me sentaba
al lado de ella.
- Quien
iba a decirnos a nosotras, hace dos semanas, que íbamos a acabar así… – Me dijo
una vez estuve sentada al lado de ella.
- Además
de verdad. Hay que ver cómo cambian las cosas. Sin que te lo esperes, sin que
te lo propongas. La vida decide cuando quiere que tu aburrida existencia tenga
un giro brusco – Mientras hablaba Alba se tumbó. Yo seguí con mis divagaciones
filosóficas – Realmente no tenemos nuestro destino en las manos, aunque las
decisiones que tomamos lo definen en gran medida. La vida puede dar un vuelco
sin que lo esperes, un martes cualquiera, por ejemplo.
Yo
también me tumbé al lado de Alba. Creo que se había quedado dormida. O al menos
no volvió a hablar y su respiración parecía más relajada. Yo seguí dándole
vueltas a todo un poco, pero al final el sueño me venció en la cama de Alba,
asique dormí allí con ella. Cómo el primer día que estuvimos en Londres.
El sol
que entraba por la ventana me molestaba bastante. De repente, no sabía donde
estaba. Creía que aún estaba en mi cuarto de España.
- ¡Por dios! Que alguien baje la puta persiana – Dije mientras me levantaba
tapándome la cara con el brazo.
Cuando
mis ojos se acostumbraron a la luz, vi que estaba en la cama de Alba. En su
habitación, en nuestro piso en Londres, y que era mi ultimo día en aquella
ciudad. Y me acordé de Harry… La realidad me despertó como si me hubieran
echado un jarro de agua fría. Me levanté y me dirigí a la cocina. Alba ya estaba
allí, aun en pijama pero con el desayuno casi terminado.
- He hecho
tostadas y café para ti. Yo me he hecho un té – Me dijo con una sonrisa. Tenía
una pequeña obsesión por el té.
- Buenos
días para ti también señorita – Le dije mientras le daba un fuerte beso en la
mejilla y le dejaba babas de paso.
- Que asquerosa eres de verdad… – dijo medio
enfadada y medio riendo – Límpiame, anda – Me tendió una servilleta de papel.
Le
limpié mis babas de su mejilla y desayunamos. Tras desayunar nos vestimos de
forma cómoda y nos dirigimos al metro. Una vez llegamos al London´s Eye, no
tuvimos mucho problema para entrar. Era un jueves y aunque eran vacaciones de verano
no había mucha cola. Eso sí, era bastante caro. Pero ya el dinero no nos
importaba tanto, total en menos de 24 horas estaríamos en España.
Nos reímos
mucho en la cabina. A mi me daba un poco de miedo, la altura y eso, pero Alba
estaba disfrutando cómo una enana. Era como una noria de Feria pero a escala
gigante. Tuvimos suerte de que hacia un día despejado y pudimos ver casi todo
Londres, lo cual era un lujo. Las vistas eran geniales… Aun así a mi me daba
bastante respeto estar montada así que no puse mucha pegas cuando se acabó el
viaje.
Como
nos habíamos tomado las cosas con tranquilidad, cuando bajamos ya era casi la
hora de comer, así que decidimos comer por ahí antes de ir a King Cross.
Mientras buscábamos un restaurante barato donde almorzar nos topamos con un
Nando´s. Nos miramos y sonreímos, pero seguimos buscando donde comer, ninguna
de las dos queríamos comer en Nando´s, demasiado recuerdos. Acabamos en un
‘Kebab’. No sabíamos como iban a estar, pero la verdad es que al final nos
sorprendieron gratamente. De camino al metro para dirigirnos a King Cross
pasamos por delante de un Milkshake. Ésta vez tuvimos que entrar, aunque
sabíamos que a los chicos les encantaba. No habíamos entrado nunca y no
queríamos irnos de allí sin probar sus batidos.
Cuando estuvimos
esperando en la cola para pedir, le di una vuelta a la tienda con la mirada. Y
allí estaba él, mirándome. Bueno, obviamente no era él. Pero era una foto suya
a tamaño real. Aunque la foto era de hacía tiempo. Se le veía muy chico, como
cuando estaba en ‘The X Factor’. Sonreí al verlo tan pequeño, los demás también
estaban ahí con él. Niall se veía enano y el pelo de Liam estaba liso. Ahora
estaban mucho mejor. Me di cuenta de que Alba también miraba en la misma
dirección y también tenía una media sonrisilla en la cara. Es que verlos
ahí tan pequeños, mirándonos fijamente
con sus ojos de cartón después de haberlos conocido en persona… era gracioso.
No me acordaba que ellos tenían un batido propio en ‘Milkshake’. Cuando nos
tocó pedir, yo me decanté por uno de chocolate y caramelo. Todo un clásico.
Pero así me aseguraba que me iba a gustar. Alba era más aventurera que yo y se
pidió uno que llevaba chocolate ‘Daim’, plátano y galleta. La miré raro, aunque
luego al probarlo tuve que darle la razón.
Nos
tomamos el batido mientras nos dirigíamos al la parada de metro. Estaban muy
buenos. Ojalá hubiera un ‘Milkshake’ en España. Nos terminamos el batido antes
de entrar en el metro. Llegamos a King Cross en unos veinte minutos más o
menos. En realidad era una tontería pero queríamos de verdad hacernos una foto
al lado del carrito que ‘atravesaba’ la
pared del andén 9 y ¾. Cuando lo vimos, nos flipamos. Nos encantaba Harry
Potter, así que nuestro lado friki salió a la luz. Corrimos hacia allí y nos
hicimos un montón de fotos. Debajo del cartel de King Cross, debajo del de anden
9 y ¾, junto al carrito, cómo si lo lleváramos nosotras… No nos miraba mucha
gente. Supongo que era lo normal. Nuestra motivación llego a límites exagerados
cuando vimos que había una tienda sobre cosas de Harry Potter.
Entramos
corriendo.
- ¡Me
lo quiero comprar todo! – Dijo Alba emocionada.
- ¡Dios!
¡Yo también! – Estaba casi gritando.
Había
tazas, figuritas, pósters, los libros, camisetas. Al final nos compramos una
camiseta cada una. La de Alba era más sencilla, era morada con unas gafas
redondas y una cicatriz en forma de rayo en medio. La mía era blanca con la
cara de Snape en ella y ponía en letras negras ‘Always’
Eran ya
las cinco de la tarde. Teníamos que volver a casa para recoger todo y hacer las
maletas. Aunque si hubiese sido por nosotras nos quedábamos allí horas. Una vez
llegamos a casa, no tardamos mucho en recoger, entre las dos y con música de
fondo se hizo más ameno. A mi me daba mucha pena irme, pero no quería que Alba
lo notase. Sabía que se sentía algo culpable del hecho de terminar nuestras vacaciones
antes de tiempo. Dejamos las camisetas que nos habíamos comprado y unos
vaqueros y eso fuera. Seria lo que nos pondríamos para volver a España. De
repente me sonó el teléfono, era Rhys. Yo le había mandado un mensaje
diciéndole que me iba y que no podía aceptar el trabajo.
- Hola
– Le dije.
-
¿Pensabas irte sin que nos despidiéramos?
- No, no
– La verdad es que ni lo había pensado – Pensaba llamarte – Mentí.
- Bueno,
pues ya te he llamado yo – Dijo - ¿Qué te parecería cenar conmigo esta noche
para despedirnos como dios manda?
- Eh,
bueno… - Yo esperaba pasar la ultima cena en Londres con Alba – Es que no se.
Alba,
que me miraba desde el otro lado del salón, asintió. Como si supiera lo que me
estaba diciendo Rhys.
- Pero
sólo cenar. Que me voy temprano mañana y no quiero dejar a Alba sola.
- Si,
claro. Ningún problema, en una hora paso a por ti. Dime tu dirección.
[Narra
Alba]
Liz iba
muy guapa. Iba sencilla pero guapa. El pelo recogido le quedaba realmente bien.
Se acaba de ir con Rhys tras la octava confirmación de que a mí no me importaba
que saliera. Bastante había hecho ya por mí. No era nadie para hacer que su
última noche en Londres fuera un rollo. Yo sin embargo estaba en pijama con un
bol de cereales. No teníamos comida y como estaba sola no tenía muchas ganas de
bajar al supermercado y prepararme algo, así que me conformé con los cereales.
Tenía MTV Hits puesto. Me rayaba ver la tele en ingles, no me disgustaba, pero
prefería la música, y más cuando la televisión estaba en otro idioma.
El
timbre me sacó de mis pensamientos. Miré el reloj en el móvil. Solo eran las
nueve. Era imposible que Liz hubiera vuelto ya. Me dirigí al telefonillo. Se
habrían equivocado…
- ¿Sí?
– Pregunté.
- Hola.
Si, esto, bueno… ¿viven aquí Alba y Liz? – Dijo una voz dubitativa.
-
¿Harry? – Pregunte. No podía ser.
- Si,
¿Liz? – Preguntó.
- No
soy Alba, pero sube. Espera que te abro – Le abrí mientras aun me preguntaba
qué demonios hacia aquí Harry. Realmente no tenía mucha confianza con él. En
ese momento deseé no haber convencido a Liz de que se fuese…
No
tardó mucho en subir las escaleras y cuando llegó a la puerta de nuestro piso,
venia acalorado. Parecía que había subido con prisas.
- Hola
Alba – Me dijo al entrar.
- Hola
Harry – Mi cara debía de ser de total sorpresa pero él ni se inmutó y pasó al
salón.
- Bonita
casa – Dijo. Pero no se le veía muy convencido de ello.
- Bueno
y… ¿qué quieres? – Le pregunté bastante intrigada.
- A
ver. He venido para hablar con vosotras… Oye ¿y Liz?
- Ha
salido – Dije. Tampoco le tenía que dar más información, pero lo hice para ver
como reaccionaba –
con Rhys.
Me miró
entre sorprendido y enfadado. Y luego se quedó allí plantado sin moverse ni
decir nada, sumido en sus pensamientos.
- Oye
Harry, ¿me vas a decir a que has venido? – Se había quedado ahí parado en medio
del salón.
- Eh… Sí,
sí, claro – Parecía que su mente había vuelto de donde fuera que había estado –
Pues tras hablar con Liz y pensar largo y tendido esta tarde, bueno, pues… He
pensado que a lo mejor no lo hicisteis, ya sabes.
- No,
no sé… ¿Me estás diciendo que nos crees?- No podía ser verdad. Harry nos creía…
- Si,
os creo – Dijo seriamente – Y como sé que no habéis sido vosotras, quiero saber
quien ha sido. Por eso he venido a hablar con ustedes. Sobre todo contigo. Quiero
que me cuentes todo lo que pasó esa noche, si no te importa claro.
- Harry
‘el detective’ – Dije riendo. Estaba contenta, al menos Harry me creía, nos
creía. Seguro que a Liz le ponía muy feliz saberlo aunque ella seguramente no lo
diría en voz alta. No pude evitar pensar en Louis.
- Sí,
bueno más o menos – Sonrió, se le veía más relajado – Bueno, pues, cuéntame.
Se lo
conté todo. Como le pedí a Louis quedarme allí, como él pensó que sería mejor
que me quedara con Niall, con quién hablé antes de irme… Hice un esfuerzo e
intenté hasta recrear las conversaciones que tuve, que dije y a quien se lo
dije, quién nos vio irnos… Todo. Lo que pasó en el piso de Niall no se lo dije,
no le interesaba. Me preguntó si alguien nos llamó o algo durante la noche. Le
dije que no. Aun así insistió y me preguntó por el día siguiente, si alguien
nos llamó o nos vio al día siguiente. Entonces recordé que Eleanor se pasó por
el piso de Niall para hablar con él, y de paso recoger unas películas que le
había prestado.
- ¿Eleanor
dices? – Estaba bastante sorprendido.
- Si.
Pero sólo estuvo un momento y Niall y yo apenas hablamos mientras ella estuvo
en la casa – le dije.
- ¿Pero
hablasteis algo? Haz memoria – Insistió con interés.
- Si,
sé que algo hablamos…
- ¿Algo
que ella pudo malinterpretar? – Me preguntó. Tenía un brillo en los ojos de
comprensión.
- Pues,
no lo sé… Espera, ¿crees que fue Eleanor? – No se me había pasado por la cabeza
esa posibilidad.
- Si, es
posible. La conozco. De antes de que estuviera con Louis. Y es muy celosa. A lo
mejor… No sé, no lo sé seguro. Voy a comprobarlo. Luego hablamos ¿vale? – Dijo
mientras se daba la vuelta.
- Pero,
pero…- Antes de que me diera tiempo a decirle que nos íbamos al día siguiente,
que no sabía cómo me iba a avisar, ya había salido por la puerta…
¿De
verdad se iba a las diez de la noche un miércoles a buscar a Eleanor? ¿Podía
haber sido realmente Eleanor? A pesar de que Liz me decía a todas horas que
estaba más que claro que le caíamos fatal, yo no podía acabar de creer que ella
nos hubiese hecho eso. ¿Cómo podría estar Louis con alguien capaz de eso?
No,
no podía ser… Harry se equivocaba.
[Narra
Harry]
No
sabía por qué, pero se había convertido en algo personal. Algo que tenía que
averiguar y lo tenía que saber ya. Ahora. Me daba igual la hora… Llegué a casa
de Eleanor casi a las once, estaba bastante lejos de donde vivían las chicas y
me costó encontrar aparcamiento por allí. Un Land Rover no cabía en cualquier lado.
Llamé
al telefonillo y Eleanor me abrió enseguida sin hacer preguntas. Tenía uno de
esos telefonillos con cámara, así que me vio.
Cuando
llegue a su apartamento, nos dirigimos hacia el salón. Esta vez al contrario
que en la casa de Alba y Liz me senté en el sofá. Eleanor se sentó en el sillón
de enfrente.
- ¿Qué
pasa Harry? ¿A qué vienes a mi casa a estas horas entre semana? ¿Ha pasado algo
con Louis? –
Me preguntó preocupada.
- No,
no. Sólo vengo a hablar contigo de lo que hiciste el sábado por la mañana… -
Fui al grano. Veía absurdo andarme con rodeos cuando sabía que iba por buen
camino.
- ¿El
sábado por la mañana? – Preguntó extrañada.
- Si,
me has oído bien el sábado por la mañana… – Le dije. Algo me decía que había
sido ella.
- Pues
me acerque a casa de Niall… ¿Por? – Continuó sin darle mayor importancia.
- Y ¿oíste algo? – Le pregunté.
- No se
a que viene esto Harry… No te entiendo – Dijo extrañada, aunque su expresión no
me convencía…
- Fuiste
tu quien vendió la historia de que Niall y Alba se habían acostado, ¿verdad? –
Le pregunté directamente.
- Creía
que había sido la propia Alba quien había vendido esa historia – Dijo mientras
ponía cara de suficiencia.
- La
historia es falsa – Dije convencido.
- No.
No lo es. Ósea, bueno, no sé – Dudó.
- ¿Cómo
sabes tú que no es falsa? ¿Los viste cuando fuiste a casa de Niall? – No podía
ser verdad, ¿tan fácilmente se iba a delatar?
- Nos
los vi. Pero sí que oí como decía que se habían acostado y que era mejor que
nadie se enterara de lo que habían hecho la noche pasada. Ya sabes, blanco y en
botella – Dijo de manera aburrida- Además ¿qué más da? Son dos niñas españolas
que conocéis desde hace menos de quince días. No sé, a qué viene tanta
importancia. Louis la semana pasada igual. Que si Alba esto, Alba lo otro, que
si Alba y Liz… - Cada vez que pronunciaba el nombre de Alba dejaba bien claro
lo mucho que la odiaba. - Y al final mira, vuestras amigas os han traicionado…
- No
han sido ellas – Le dije enfadado.
- ¿Cómo
lo sabes? – Me preguntó.
-
Porque si, porque lo sé – Se rió de mi respuesta. – Y ahora ellas lo están
pasando realmente mal.
- ¿Seguís
hablando con ellas después de lo que os han hecho? – Preguntó entre sorprendida
y decepcionada.
-Si –
Contesté – Y además no han hecho nada. La historia es falsa. Y ya me has dejado
bastante claro que has sido tú quien contó esa historia e hizo parecer que había
sido Alba. Te has delatado tu solita al decir que se acostaron con esa
seguridad. Y se dé buena mano que no es así.
Me miró con los ojos llorosos. Al parecer
había estado conteniéndose durante toda la conversación, porque puso una cara
de arrepentimiento increíble. De repente empezó a llorar.
- ¡Si!
Fui yo ¿vale? ¿Estás ya contento? Pero que más da. Son unas cualquiera. Yo solo
quería que os alejarais de ellas. Bueno, que Louis se alejara de Alba. En dos
meses se irán y ya está. No sabía que os importasen tanto… En dos semanas,
miento, en una semana han hecho que mi relación con Louis sea un desastre. No
pensaba que esto llegaría a tanto. Pensé… Pensé, que dejaríais de hablar con
ellas y ya está. Que ellas seguirían por su camino y vosotros por el vuestro y
Louis… ¡Louis conmigo!
No
esperaba que fuera a confesar tan rápido, supongo que quedaba algo de buena
persona en ella. Le estaría reconcomiendo por dentro así que a la mínima
presión había explotado. No me lo podía creer, intuía que había sido ella pero tenía
la pequeña esperanza de que no. Teníamos una amistad de años y era la novia de
mi mejor amigo…
- Sabes
que se lo tengo que decir a Louis, ¿verdad? – Le dije casi sin mirarla. No me gustaba
verla llorar.
- ¡¿Por
qué?! No lo tiene por que saber. Ellas se irán y todo será como antes…
- No,
él lo tiene que saber. Se lo diré, lo siento Eleanor.
- Bueno,
pues si se va a enterar quiero que lo sepa por mí. Quiero que me escuche y que
entienda el por qué lo hice.
- Me
parece que es lo mejor – Le dije. Al menos iba a hacer lo correcto.
Se
arregló aun llorando. Yo le esperé sentado en el sofá. A la media hora o así
estuvo lista. Salimos del piso hacia las dos de la mañana. A y media estábamos
ya en la puerta del piso. Durante el camino en coche había dejado de llorar.
Apenas hablamos. Pero cuando estábamos delante de la puerta y yo me disponía a
meter la llave en el cerrojo, vi que comenzaba otra vez a respirar entrecortadamente.
Había empezado a llorar de nuevo.
La dejé
en el salón y desperté a Louis. Le dije que tenía que hablar con Eleanor y que
ésta estaba esperándolo en el salón. Yo me metí en el cuarto tan rápido como
pude. Me puse música, me quite los zapatos, me tumbé en la cama y… De repente un
grito más alto de lo normal me sobresaltó. Mire el reloj. Las cinco de la
mañana, me había quedado dormido unas tres horas. Pero ahora estaban gritando.
Mucho, más que antes, y a mí se me había pasado el sueño. Llevaban tres horas
discutiendo, dios mío. Yo eso no lo aguantaría… Le hablé por WhatsApp a Niall, a ver si estaba
despierto y me iba a su apartamento. Ahora que estaba despierto me parecía
horrible quedarme en mi habitación mientras los oía gritar. Le insistí, le di
un toque. Era difícil despertar a Niall, pero finalmente me contestó. Salí de
mi cuarto a hurtadillas y crucé el salón lo más rápido que pude.
- ¡¡HE
DUDADO DE ELLA DURANTE TODO ESTE TIEMPO CUANDO REALMENTE TENÍA A MI LADO A LA
QUE NOS HABÍA TRAICIONADO!! – Louis estaba realmente furioso. Era comprensible.
Ahora que sabíamos la verdad había que reconocer que las chicas nos habían
tratado bastante bien, a pesar de haber desconfiado de ellas.
- ¡NO
LAS AGUANTABA MÁS! ¡No tenía otra opción! ¿Qué más te dan? Si son unas
desconoc…
Salí al recibidor. Aquello era demasiado.
Cuando llegué al rellano de la planta de Niall me di cuenta de que iba
descalzo. Bueno, daba igual.
Niall
me abrió con cara de ‘te voy a matar’.
- Pelea
Louis-Eleanor ¿Qué quieres que haga? – Le dije poniendo cara de bueno.
- Anda,
pasa. ¿Por qué se pelean esta vez? – Dijo bostezando.
- Pues
porque fue Eleanor quien se inventó la historia y lo vendió todo – Lo dejé con
la boca abierta. Pero de repente la cerró, se rascó la cabeza y dijo:
- En
verdad no me sorprende nada – Me tuve que reír, su estampa era cómica.
- Pues
si. Mañana tenemos que ir a por Alba y Liz y contarles todo…
-
¡Ostia! – Me cortó – ¡Mañana es viernes!
- Bien,
Niall, bien, ya nos sabemos los días de la semana – Le dije riendo – Vamos a
dormir, anda.
-
Imbécil ¡Que se van! – Dijo.
-
¿Quién se va? – Le pregunté.
- ¡Alba
y Liz! Mañana… Ósea hoy a las 8 de la mañana salía el avión. Se lo dijeron a
Danielle. Se van a España.
- ¿¡Cómo
que se van!? ¿Y yo por qué no sabía nada? – No me lo podía creer. No podía ser
verdad.
- Se me
olvido decírtelo – Dijo tranquilamente.
- Son
las cinco y media pasadas, vamos al piso a buscarlas. Estamos a tiempo – Dije.
No se podían ir, aun no.
- Espera
que me visto en un momento. Y será mejor que te deje unos zapatos… - Dijo
mirándome los pies.
Le metí
mucha prisa a Niall, pero entre una cosa y otra tardamos un cuarto de hora. Estábamos
saliendo del piso camino del ascensor cuando escuchamos ruido por las
escaleras. Alguien iba haciendo mucho ruido. Venía hacia nosotros, estaba
subiendo por las escaleras. Esperamos para ver quién era y de repente vimos
aparecer un tupe moreno. Era Zayn, que volvía de fiesta.
- ¿Se
puede saber qué hacéis los dos en el rellano? Sólos, en la noche oscura… – Preguntó
riendo y señalándonos.
-
Genial. Estás borracho – Dije – No tenemos tiempo Zayn, nos tenemos que ir a
por Alba y Liz.
- ¿Por
qué? – Preguntó.
- Por
que se van a España, ya lo sabes. Y hay que impedirlo porque fue Eleanor quien
vendió la historia falsa – Dijo resumiendo Niall.
- ¡Yo
voy! – Dijo poniéndose recto y muy serio.
- Tú
deberías acostarte –Le dije.
- He
dicho que voy. Yo confiaba en ellas, además, no tengo sueño. Voy, voy, voy… - Empezó
a canturrear.
- Vale,
vale. Está bien – Cedí – Pero nos vamos ya. Y baja la voz que vas a despertar a
todo el bloque.
Bajamos
los tres al parking, tras un ataque de risa a medio camino del coche por parte
de Zayn al verme andar con los zapatos de Niall que me quedaban pequeños y
hacían que andara cómo si me quemase el suelo. Por fin nos montamos en el
coche. Justo cuando acabábamos de salir del aparcamiento, Niall me dijo
señalando el reloj:
- Harry
son las seis. Ellas tienen que estar dos horas antes en el aeropuerto, por que
es vuelo internacional. Mejor vamos al aeropuerto.
- Hay
cinco aeropuertos en Londres Niall, dime que sabes a cual van.
-
Cuando llegaron lo hicieron en Luton – dijo Zayn distante – Me acuerdo que Liz
lo comentó.
- Bueno, no tenemos nada mejor, así que vayamos
a Luton – Dije. Esperaba de verdad que estuvieran allí.
Además era un
aeropuerto pequeño así que no tendríamos problemas para encontrarlas si estaban
allí.
- ¿Sabéis
a que me recuerda esto chicos? ¡A las pelis románticas! Si tío… ¡Deberíamos
besarlas a cada una cuando las rescatemos!- dijo Zayn.
- No
las vamos a rescatar – Dijo riendo Niall- Además somos tres y ellas dos.
- Joder,
algo tenía que salir mal… En las películas no sale nada mal. Ya podía ser esto
una peli.
El
camino al menos fue entretenido. Niall no paraba de reírse de Zayn, quien no decía
más que tonterías. Yo por otro lado estaba más pendiente de la carretera y de
que Zayn no me vomitara en el coche. Llegamos a Luton entre aparcar, atascos,
etc., sobre las seis y cuarto. Ahora teníamos que encontrarlas, si es que ese
era el aeropuerto al que iban. Había muchas posibilidades de que no lo fuera
pero eso no lo quería ni pensar…
Hay
estábamos los tres. Niall, Zayn tambaleándose y yo con unos zapatos chicos con
los que no podía andar. La verdad es que Zayn tenía razón, parecía el final de una
película de amor mala. Pero en esta, al final no habría beso. Con suerte lo que
habría era una vuelta a casa con dos pasajeros más. Pero, y si aun siendo este
el aeropuerto, ¿ellas nos querían volverse? Yo esperaba tener que aguantar a
Liz un mes y medio más. Nunca pensé que se fuera a ir tan pronto. No podía
imaginarme mi vida sin Liz en ella, ahora que la muy pesada había entrado en
ella.
Me la he leído toda de un tirón!!
ResponderEliminarSíguela!! Besos:)