Capitulo 27
[Narra Liz]
Se tardaba sólo dos horas en coche desde Londres a Brighton.
Además como era de noche apenas había nadie en la carretera. Harry y yo fuimos
hablando de esto y de aquello, nada importante. Llevábamos ya medio camino, una
hora más o menos.
- ¿Cuanto queda? – Le pregunté por octava vez, sólo para
hacerle chinchar.
- Pooooco – Me contestó – ¿Quieres dejar de preguntarlo? Con
el complejo de asno de Shrek que
tienes…
- ¡Dios! ¡Qué chispa! – Le dije.
- No, en serio, queda poco unos cuarenta minutos o así…
- Okay – Bostecé- Ósea que llegaremos para las tres de la
mañana. ¿Estará el hotel abierto?
- Supongo que sí - Dijo mientras yo volvía a bostezar - ¡No
te vayas a quedar dormida, no es justo! ¡Me
tienes que entretener! Además, no
quiero escuchar tus ronquidos.
- Mira, yo no ronco. Y si lo hiciera seria más bien como
suspiros de ángeles…
- Que va, es más bien como un trol agonizando.
Le pegué en el brazo. No muy fuerte pues no quería que se
distrajera o diera un volantazo, pero si lo suficiente como para que entendiera
que se había pasado.
- No tienes respuesta porque sabes que es verdad, así que te
frustras y me pegas – Dijo riendo.
- ¿A que me quedo sin respuesta y me frustro otra vez y esta
vez mas fuerte?
- ¡No, no! Que soy sensible y se me quedan moratones – Dijo
poniendo voz de damisela en apuro.
Reí. En realidad si lo pensaba no conseguía enfadarme con él
a pesar de que se llevaba todo el día lanzándome pullitas y metiéndose conmigo.
Supongo que es su modo de ser con las chicas, y quisiera o no a mi me
encantaba. Era muy de adolescentes.
Después de una media hora, llegamos. El hotel estaba
abierto, y menos mal, porque según Harry, si no tendríamos que dormir en el
coche, y eso sería lo más incomodo del
mundo. Aparcó y fuimos directamente a recepción. Él había reservado a partir
del lunes por la mañana, pero no le pusieron muchos problemas y pudimos pasar
esa noche en el hotel. Volvimos al coche para coger las maletas.
- Ahora me dirás que como es algo precipitado, solo había
una habitación libre de cama de matrimonio y tenemos que dormir juntos… - Dije
riendo.
- Mas quisieras – Rio – Hay que ver la de películas
romanticonas que te has tragado ¿eh?
Subimos a nuestras habitaciones. Eran contiguas e
individuales. Nos despedimos en el pasillo. Fue un poco raro. Quedamos en
despertarnos sobre las once para pillar el desayuno que acababa a las doce y después pasar el día en la
playa. Le di un beso en la mejilla de buenas noches y entré a mi habitación. Me
puse el pijama y me tumbé en la cama. No tenía ganas de deshacer la maleta,
estaba muy cansada, es más me estaba quedando dormida, ahí tirada sin meterme
dentro de las sabanas ni nada. De repente sonó el teléfono y me sobresalte, lo
cogí, quizás eran los del hotel o algo…
- ¡Que descanses!- Era
Harry.
- ¿Ya me echas de menos?- Le dije en tono de broma.
- La verdad es que si, ¡hasta mañana!
- Buenas noches.
Colgó. No sabía lo que pasaría mañana pero presentía que
sería uno de los mejores días de mi corta vida.
Con ese pensamiento me quede
dormida aun si haberme tapado.
[Narra Louis]
Se le veía mucho más cómoda y relajada, incluso con las
gemelas a las que a veces no entendía. El inglés de los niños pequeños es más
complicado de entender. La conversación giró en torno a ella, su vida en
España, su familia, los estudios, la cultura de allí. Era un amplio tema de
conversación, lo cual era bueno, así no se daban momentos incómodos.
Estaba bastante agradecido a mis hermanas mayores y a mi
madre. No habían dado ninguna muestra de disgusto, le habían dado un voto de
confianza, querían conocerla antes de juzgarla. Sabía que mi madre se
comportaría así pero no estaba seguro de si Lottie iba a ser tan comprensiva.
Se llevaba muy bien con Eleanor y no le gustó que hubiéramos roto, aun así
entendió que era mi decisión no la suya. Estaba madurando y creciendo y yo no
lo estaba viendo. Ese pensamiento me entristeció, era uno de los contras de
este trabajo.
Un golpe de Alba en la mesa con las manos me sobresaltó. La
miré extrañado.
- ¡Mañana cocino yo! – Dijo totalmente segura de si misma.
Debió de darse cuenta que todos teníamos una cara de
pasmados y se echo a reír.
- Ósea… Si Jay me da permiso para usar vuestra cocina, me
gustaría haceros un almuerzo español a todos
y así os agradezco vuestra
hospitalidad.
Ahora todo tenía más sentido. Suspiré. Era única.
- Claro, me encanta la idea – Dijo mi madre sonriendo.
- Gracias. Por cierto, Lottie y Fizzy, ¿me ayudáis?
Vi que Lottie no estaba muy por la labor pero al final
asintió. Entonces las gemelas se enfadaron.
- ¡Nosotras también queremos ayudarte Alba! – Dijo Phoebe.
- ¡Eso que yo sé hacer pizzas! – Dijo Daisy.
- ¿A si? – Le pregunté yo riendo.
- ¡Si! – Dijo muy orgullosa – Mama enciende el horno y
cuando está muy, muy, muy caliente metemos la
pizza y al rato, no mucho rato,
poco rato, pues la sacamos… ¡Y ya está!
- Bueno entonces si eres tan buena cocinera esta claro que
no puedo prescindir de vosotras – Comentó Alba riendo.
Me sonó el teléfono. Era un mensaje.
- Es Stan – Dije a nadie en particular- Los chicos y él van
a ir a jugar unos billares, quiere saber si nos apuntamos.
- Por mi perfecto – Dijo Alba sonriente.
- Lo que de verdad quieren es verte – Comenté.
- Normal, les habrás dicho lo guapa que soy y querrán
comprobarlo y ver si eres un fantasma o no.
- Seguramente – Reí.
No tardamos mucho en terminar de cenar. Después ayudamos a
recoger la mesa, aunque mi madre insistió en que Alba no tenía por qué, ésta
quiso ayudar. Luego subió a mi cuarto, quería cambiarse de camiseta antes de
salir.
Cuando bajó por la escaleras no sólo se había cambiado de
camiseta, se había maquillado un poco más y arreglado el pelo. Estaba
guapísima. Verla así, bajando por las escaleras de mi casa, sonriéndome, fue
uno de esos momentos que no se olvidan jamás.
- Con que solo la camiseta eh – Le dije.
- Bueno, no quiero que tus amigos piensen que les mientes
así que tendré que demostrar que soy tan guapa
como les has dicho – Me contestó
llegando hasta mi.
- Eres guapa hasta recién levantada – Le dije.
- Tú no eres objetivo en eso, recién levantada soy un
Simpson enfermo
Reí ante su comparación.
- Pues sí, pero, eres mi Simpson enfermo.
Fuimos al bar andando. No estaba muy lejos y hacia una noche
de domingo agradable. Además no había
mucha gente por las calles, así que dimos
un paseo tranquilo.
- ¿Cómo lo he hecho? – Me preguntó.
- Has sido tú misma así que lo has hecho genial – Le
contesté – Ahora sigue siendo tú con mis amigos.
- Bah, con eso no
tengo problemas – Dijo con un gesto de superioridad – Los hombres siempre se me
han dado bien – Rió.
Iba a contestarle a ese comentario cuando escuché que
alguien me llamaba.
- Eh, tú el famosos cantante ¡Estamos aquí! – Era Stan.
Llegamos a donde estaban. Además de Stan también estaba
Peter. Eran mis dos mejores amigos del instituto, nos los veía muy a menudo
pero cuando estaba con ellos era como si no viviera en otra ciudad y aun nos
viéramos todos los días.
- ¿Me echabais de menos? – Pregunté al llegar.
- Eso siempre, bro – Contestó Stan.
- Esta debe ser Alba ¿no? – Preguntó Peter.
Yo esperaba que se comportaran y no hicieran ningún
comentario para molestar a Alba, los conocía y sabía que a veces podían ser muy
perros.
- Exacto, esta es Alba – Le dije – Alba, estos son Stan y
Peter.
- ¡Hola! – Se fue para ellos y les plantó dos besos a cada uno.
Rió al ver la expresión de mis amigos.
- En España es tradición darse dos besos al presentarse –
Dijo riendo como modo de explicación.
- Me gusta esa tradición – Dijo Peter riendo.
Stan me rodeó por el brazo y me llevó con él a la puerta del
bar.
- ¿Preparado para una paliza al billar Boo Bear? – Me dijo
mientras me despeinaba.
- Sabes que tengo un don con el billar, vas a tragar el
polvo.
Alba iba detrás hablando con Peter. No sabía de que
hablaban, esperaba que no la estuviera incomodando mucho aunque Alba sabia
arreglárselas sola. No me necesitaba a mí para defenderse, así que seguí
haciendo bromas con Stan mientras nos dirigíamos a la mesa de billar.
- ¡Equipo de dos! – Gritó Stan cuando llegamos a la mesa –
Quién pierda invita a ronda.
- Yo con… - Empecé.
- ¡Yo con Alba! – Me interrumpió Stan - Si no te importa,
claro.
- No le tienes que preguntar a él, si no a mí, ¿no crees?
Yo me reí, Stan no sabía con quien estaba hablando.
- Es verdad, no soy su dueño – Le dije riendo.
- Culpa mía – Dijo – Alba, ¿quieres ponerte conmigo?
- Solo si tus intenciones son nobles, ¿lo son? – Le preguntó
riendo.
- Son darle una paliza a Boo Bear, que se nos está volviendo
un londinense estirado.
- Totalmente nobles entonces – Dijo colocándose a su lado –
Juego contigo.
- No te preocupes Tommo, ¡les enseñaremos quién manda! – Me
dijo Peter.
Perdimos. Alba y Stan eran muy buenos al billar. Alba me
comentó que en la playa jugaban mucho y que se le daba bien, pero se le daba
más que bien. Metían casi todas en un sólo golpe. Encima había inventado un
bailecito para cuando colaban una bola y solo hacían repetirlo una y otra vez.
- ¡Ohhhh! ¿Quiénes son los mejores? – Cantó Stan bailando.
- ¡Nooooosotros somos los mejores! – Le contestó Alba.
-Ahora invitamos a unas cervezas, pero después queremos la
revancha – Dijo Peter – Lo que pasa es que Louis es muy malo.
Le miré con cara de ofendido.
- Lo tuyo es cantar hermano – Me contestó.
- También es verdad – Dije y me puse a cantar desafinando y
chillando.
- ¿Cuatro cervezas, entonces? – Preguntó Peter.
- ¡Si! – Contestamos todos.
- Te ayudo- Se ofreció Alba y se fue con él hacia la barra.
Stan y yo pillamos una mesa vacía cerca de las mesas de
billar y nos sentamos a esperarlos.
- Me gusta la chica – Me dijo- Es divertida.
- Si…
- ¿Qué pasa? ¿No estáis bien?
- Estamos mejor que bien, pero se va en unas semanas, vive
en España – Mientras hablaba, miraba como
Alba reía con Peter en la barra
mientras esperaban las cervezas. Esa era una de las cosas que me gustaban de
ella, era todo felicidad y sonrisas.
- ¡Qué putada! ¿Qué vais a hacer?
- No lo sabemos, de momento sólo vivimos el momento…
[Narra Liz]
Me desperté con el despertador de la ‘BlackBerry’ y le hablé
a Harry por Whatsapp. No me contestaba así que empecé a darle toques. Al cuarto
me lo cogió.
- ¿Qué quieres? – Dijo con voz de dormido.
¡Dios era la voz más sexy del mundo!
- Tengo hambre y… ¡MUCHAS GANAS DE PLAYA! – Dije gritando.
- Dame cinco minutos y nos vemos en el pasillo – Dijo.
- Okay – Le colgué.
Me levanté y abrí las cortinas. Hacia un buen día de playa,
el sol brillaba en lo alto del cielo. Eso hizo que mi estado de ánimo fuera aún
mejor. Me puse un bikini rosa fucsia, solo me había llevado ese, tenía como
volantitos en la parte del pecho y era palabra de honor. La verdad es que me
sentaba muy bien y los volantitos hacían que pareciera que tenía más pecho. No
sabía por qué pero quería estar sexy para Harry.
Él siempre me trataba como una
amiga, en cierta manera, quería que me viera como una chica sexy. Me costaría
trabajo, pero lograría parecerlo.
Me puse unos vaqueros cortos y la primera camiseta que
encontré. Me dejé el pelo suelto, lo tenía bonito ese día. No tenía chanclas
así que me puse unas sandalias y mis ‘Ray-ban’.
Salí al pasillo, Harry aun no había salido, pero no tardó
mucho. Bajamos a desayunar y mi plan de parecer sexy se desmoronó al ver el
buffet libre. Cogí un poco de todo emocionada y me senté radiante en la mesa
para engullirlo. Él también cogió bastante comida. Hablamos de los planes del
día, teníamos que comprar toallas pues no habíamos traído. El plan era pasar el
día en la playa y a la noche ir a cenar a algún lado y dar un paseo. Nos
volveríamos al día siguiente pues el miércoles ya se le acaban las vacaciones.
Compramos las toallas de camino a la playa. Yo había
retomado mi plan de parecerle sexy.
Caminaba lento y moviendo el culo. Costaba más de lo que parecía. Quería
parecer inocente pero sensual.
Apenas me duró la actuación. En cuanto dejamos las toallas
en la arena y mire al mar me emocioné y empecé a saltar. Me quité rápido la
ropa y corrí a bañarme. Me encanta bañarme en el mar y lo echaba mucho de
menos.
Me sumergí y me sentí feliz. El agua en España estaba más
fría y la arena era más suave, pero no me podía quejar. Salí a la superficie y
lo vi acercándose a la orilla. No llevaba camiseta. Yo estaba acostumbrada a
verlo sin ella pero me quede anonadada mirando como se movían sus músculos
mientras andaba y se metía en el agua. Cómo le brillaba la piel a causa del
sudor, el agua y el sol.
Sin darme cuenta lo tenía ya delante salpicándome la cara.
- ¡Esta buena, eh! – Dijo mientras seguía salpicándome.
- ¡Imbécil! – Adiós total a mi plan de ser inocente y sexy -
¡Qué casi me ahogas! Te vas a enterar.
Así nos pasamos casi dos horas. Intentándonos ahogar,
nadando de un lado para otro, pillando olas…
Cuando salimos teníamos los dedos
como garbanzos. Nos tumbamos en la toalla y nos secamos al sol.
-Ponte crema – Le dije – O te quemaras y te pondrás rojo,
que eres un guiri – Me reí solo de pensarlo.
- Si lo piensas tú también eres guiri – Dijo. Le había
explicado el significado de esa palabra.
- Pero mi piel se ha curtido bajo el sol español – Dije con
tono poético.
- ¡Odio echarme crema! – Sonó como un niño pequeño.
Tomamos el sol un rato más pero mi barriga empezó a pedirme
comida.
- ¿Qué hora es? –Le pregunté – Tengo hambre.
- Las dos y media – Dijo mirando el móvil – Mira, ahí hay un
puesto de ‘Fish&Chips’.
- ¿Te doy el dinero y vas tú? Yo me quedo vigilando esto.
- Vale, pero no me des dinero, invito yo.
- Bastante has invitado ya, has pagado el hotel, la gasolina
las toallas…
- ¿Quién es el rico de los dos?
- También es verdad.
Se marchó y me quedé tomando el sol. Me evadí del mundo
durante un rato. Pero la barriga volvió a sonarme, miré la hora en mi móvil,
había pasado más de media hora… ¿Le habría pasado algo?
Alcé la vista buscando el kiosco de ‘Fish&Chips’. Vi que
había un montón de gente alrededor. Bueno, era normal, era la hora de comer.
Aunque si lo pensaba era más bien la hora de comer en España, no aquí. Vi que
una figura se alejaba del kiosco y se dirigía a las escaleras para bajar a la
playa. La multitud le seguía.
Me fijé bien. Esos pelos solo podían ser los de
Harry.
Entonces caí, seguramente serian fans. Me empecé a poner
nerviosa. ¿Le seguirían hasta aquí? ¿Me verían? ¿Me harían fotos y cosas de
esas? Me fijé que Harry estaba parado, parecía estar hablando con la multitud.
Al fin bajo por las escaleras pero no le siguió nadie.
Llegó hasta mi muy sonriente.
- Espero que no se hayan enfriado. Te he pillado Coca-cola
Light, porque no sabía lo que querías pero recordé que es lo que sueles beber…
- ¿Qué ha pasado? – Le interrumpí.
- Ah, nada – Dijo sentándose- Había unos cuantos fans
arriba, he tenido que pararme a hacerme fotos y eso – Dijo sonriente.
- ¿Por qué no te han seguido hasta aquí?
- Bueno pues les pedí que no lo hicieran. Les dije que
estaba con una amiga, que no quería mucho jaleo y eso – Dijo sin darle
importancia.
- ¿Una amiga? – Le pregunté.
- Si, eso es lo que somos, ¿no? Amigos – Dijo- Bueno, al
menos hasta que me contestes.
Dicho esto abrió su lata de cerveza y empezó a comer.
- Uhm, delicioso.
Volví a la realidad. Me había quedado pensando en las
últimas palabras de Harry. No sabía si me gustaba o no que dijera que sólo era
una amiga. Aunque claro, aún no le había contestado, no podía echarle nada en
cara.
Empecé a comer también. Estaba bastante bueno. No era una de
mis comidas favoritas pero no estaba mal.
Nos bañamos una vez más después de hacer la digestión. Pero
sobre las seis empezó a refrescar, así que decidimos ir al hotel para ducharnos
y después ir a cenar.
De camino al hotel Harry tuvo que detenerse un par de veces
a firmar autógrafos y hacerse fotos. Yo me mantuve apartada en todo momento.
Cuando le preguntaban quien era yo, él decía que una amiga de la infancia,
entonces yo sonreía. De momento nadie me hacia fotos ni nada por el estilo.
Mejor, porque mis pintas playeras eran lo peor.
Cuando llegamos al hotel subimos a nuestras habitaciones
para ducharnos. Yo me quité la ropa mojada.
Cuando iba en bikini de un lado
para otro de la habitación decidiendo que ponerme, llamaron a la puerta. Abrí y
era Harry, aún con la ropa de la playa.
- ¿Qué pasa? – Pregunté dejándole pasar.
Él cerró la puerta tras de sí y yo me senté en la cama a
escuchar que quería.
- He estado pensando – Se sentó al lado mía – Que bueno,
estoy reventado, quizás podíamos quedarnos en
el hotel tranquilos, pedir
algo de comer, o algo, ya sabes…
Me miró buscando mi respuesta. Y en ese instante, no sabría
decir cómo, porque ni siquiera nos habíamos tocado, supe que íbamos a tener
sexo. No sé si él tuvo la misma sensación pero se acercó más a mí y me dio un
beso en los labios. Fue fugaz y tierno. Pero desató en mí un deseo que había
intentado mantener a raya desde la primera vez que nos acostamos y le devolví
el beso con más fuerza y pasión.
- Si – Le susurre al oído – Mejor nos quedamos aquí.
[Narra Harry]
Antes de besarla pensé que quizás no era lo que debía hacer.
Pero era lo que quería hacer, así que lo hice, y gracias a dios, salió bien.
Me devolvió el beso con más ímpetu y ya no pude parar.
Llevaba tanto tiempo deseando besarla de nuevo… Besé cada parte de su cuerpo.
Sabía a sal.
La tumbé en la cama sin dejar de besarla. Me quité la
camiseta. Ella me ayudó a quitarme el bañador. Esta vez fue mejor que la
anterior, quizás porque los dos éramos plenamente conscientes de lo que
hacíamos, no nos sentíamos mal porque Liz estuviera con alguien o porque
estábamos borrachos. Sabíamos perfectamente lo que hacíamos y queríamos
hacerlo.
El primero fue rápido. Se notaba que ambos dos estábamos
deseando hacerlo de nuevo. Pero el segundo fue más relajado. Al hacerlo más
lento pudimos ser conscientes de pequeños detalles. Yo, por ejemplo, descubrí
una marca de nacimiento de Liz que no sabía que tenía. Fue más romántico, si se
puede explicar así.
Al terminar estábamos los dos exhaustos, sudados y aún con
salitre en el cuerpo.
- Necesitamos una ducha – Dijo Liz.
Se levantó, me cogió la mano y me arrastró hasta el baño.
Nos metimos juntos en la ducha. Allí seguimos besándonos. Liz insistió en
lavarme el pelo, me hizo mucha gracia su proposición.
Ahora estaba frente a ella mientras la ducha le daba en la
cabeza y el agua caía por todo su cuerpo. Estaba guapísima.
- Necesito una respuesta – Le dije.
Quizás no era el momento, pero no aguantaba más, y menos
después de este día tan increíble que había pasado con ella.
- ¿Sabes? Nunca me han besado bajo la lluvia – Me dijo a
modo de respuesta.
La miré extrañado. Pero entonces, cogí la ducha, la quité de
su soporte y la sostuve encima de nuestras cabezas. Parecía que nos estaba
lloviendo. Me acerqué a ella y la besé.
Tras el beso me miró con una sonrisa enorme.
- ¿Eso es un sí? – Le pregunté.
- ¡Chico listo! – Me contestó y me volvió a besar.
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Quiero daros un MASSIVE thank you a todos los que me leéis, por hacerlo y por los comentarios que me dejáis tanto aquí como en twitter, sois puro amor TODOS ¡Gracias!
Vale, me encanta, vivo enamorada de esta novela. Con este capítulo has conseguido matarme de una forma increinle. ¡Eres genial escribiendo! ¡Qué envidia me da Liz! Sigue pronto :) (Por cierto, soy la chica que te dijo por ask que se volvió Directioner leyendo tu fic)
ResponderEliminarASDFGHJKL GUARRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
ResponderEliminarComo puedes hacer que me guste tanto tu novela? akjoiefngf, así no, así no. Este capítulo para mi de las mejores hasta ahora *---------------* Sigue pronto e.e no me hagas esperar mucho.
PD: Por sacaso.... soy @Smokingyourlife hahahhahahaha
Love you xx
Aaaaaa Me encantaaaaaa!!!! ksudhfuirshfiluwerhfliuhdsfliashuedfui @YoAmoA_1D
ResponderEliminarpor favorr!!! sigue pero yaaaa!! ai ai aia ia aidiacdn que me va a dar un ataque si no siguees!!
ResponderEliminarMaría José no está, María José se fue, María José no volverá, María José murió. Ese final...JODER ESE FINAL. Llegó el momento que más deseaba desde que leí los primeros capítulos. Al principio, cuando estaban en el agua y tal pensé, "joder, no se van a besar nunca?" luego, seguí leyendo, leyendo hasta que Harry fue a la habitación de Liz, y ahí hubo una explosión de amor. Ahora sí, esa explosión de amor como lo llamo yo espero que dure eh, no me lo vayas a separar ahora eh, con lo adorable que son juntos!Ahora lo que se tienen que dar mucho amor sin pensar que se va en unas semanas. Y ahora toca el turno de Alba y Louis. ¿Que decir de ellos?Si fueron los primeros en arriesgar y darlo todo por estar juntos! Me alegro mucho que Alba se lleve bien con la familia de él, sobretodo con las hermanas que se ven de lo más tiernas! Los amigos de Louis me cayeron muy muy bien! Ese comentario de Louis sobre que Alba se va dentro de unas semanas, que se olvide y disfruten del momento! Y ya he terminado mi largo y aburrido discurso del capítulo! Este fin de semana no tengo exámenes así que mis padres me devolverán la BB y podremos hablar por wa! Capítulo increíble, como siempre, eres la puta ama escribiendo y siento si suena mal pero es la verdad! Te adoro <3
ResponderEliminarQué decir... un me encanta se queda demasiado corto. Escribes genial y haces que según voy leyendo me ponga en la piel de cada uno de los personajes y sienta lo que siente cada uno de ellos.
ResponderEliminarTu novela es adictiva por eso te pido que no me hagas esperar mucho por el próximo; o me la tendré que volver a leer otras 3 o 4 veces, aunque no me importa demasiado tampoco.
Louis y Alba, me encantan. Me alegro de que Alba se lleve bien con la familia de Louis. La escena final de Harry y Liz pues.... un final genial para el capítulo, por fin no tienen nada que se interponga por el medio.
Porfa... haz algo para que no se tengan que volver a España, sería demasiado triste.
Liz, me has matado. Me matas con cada uno de los capítulos, pero este en especial ha sido muy.. Perfecto. Cosa normal, pues LIZ Y HARRY ESTÁN JUNTOS. ¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!!!!! *Hiperventilando* ¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!!!!! Ocya. En serio, cualquier día acabas conmigo. Louis y Alba también son muy perfectos. Y voy a parar de hablar de esto porque sino voy a empezar a gritar de nuevo. Haha. Supe que tu novela y tú íbais a ser así de geniales desde que la empecé a leer cuando aún llegabas por el capítulo 15. Qué tiempos aquellos. Y se ha confirmado. Eres genial Liz. Me ha encantado conocerte. Y creo que aquí la más TIERNA que hay eres tú. Gracias por todo. PD: Por si no ha quedado claro, me encanta tu novela, y espero con ansias el capítulo 28 :)Goodbye lovely. <3 -T
ResponderEliminarjsakhdfjeshdbfjhsfjsbvijhsmfnbsdjcbsdjkgsdfnbsdufgsd AY DIOS LA VIRGEN! LA MADRE QUE PARIÓ A LIZ! MUERO DE AMOR YA YA YA ! madre mía, en serio, perfectooooooo, me has matado jajajaja, ya lo sabes, síguela <3
ResponderEliminarEs djyyweiijewjhdwh, bueno yo ya te he dicho con mi cuenta de twitter que era perfectísima, pero es que no me canso de decírtelo. Es que ya me has matado, esta novela es la más perfecta que he leído en mi vida desde que soy directioner. Muchísimas gracias :)
ResponderEliminarAAAAAAAHHHHH sigue ya porfavooorr!! Joder tienes un don!! Me mueroooooo escribe mas mas mas pliiis me encantaaa idcbaiwubviaqebvrulaliwueqpoenfrbqndajfbñqep Alba y Lou son tan monooooss =) Y Liz y Harry ni te digo yaaa ufff ademas me ancanta que escribas los capituloas tan largos la mayoria (incluiendome a mi) los hacemos muy cortoss! Me encantaaa xxx
ResponderEliminarMe has matado con este capítulo *.* Por fiiiiiiiiiiin Harry y Liz estan juntos GDJHSOHSGSKCWFKVKGKGKV #OMG Yo querer ser Liz para lavarle el pelo a Harold *.* Cada capítulo es más perfecto que el anterior escribes de puta madre (perdón por la expresión) Tú si que eres puro amor y gracias a ti por escribir taaaan bien sigue asi <3 :) xx
ResponderEliminarMe encanta esta novela es una de las mejores que he leido (y mira que he leído muxas) Me gusta la trama, solo que me da pena que se vayan a España, quiero que se queden con los chicos....
ResponderEliminarPD: te dejo mi twitter para que me puedas avisar cuando subas cap. @andreacarmar94
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDioooos me encanta *___* Podrias avisarme por twitter cunado subas el proximo capitulo? https://twitter.com/#!/AndreaArribas Estoy enganchadisima! Me encanta como escribes.
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