Capitulo 24.

Capitulo 24.

[Narra Liz]

- Si fuérais una canción seriáis ‘NaNaNa’ – Me dijo Alba de repente mientras guardaba unos bikinis, que 

aún no habíamos ni usado.

Estábamos recogiendo un poco nuestra habitación. Los chicos tenían una asistenta que venía todas las mañanas. Así que más que limpiando lo que estábamos haciendo era ordenar. Aún no lo habíamos hecho, como no pensábamos que lo de vivir allí iba a ser algo tan permanente aún no habíamos desecho las maletas del todo. Todavía quedaban cosas en ellas y los armarios eran un desorden total.

- ¿Estás comparando mi relación con Harry con una canción de ellos? – Le dije casi riendo. Me hacía gracia su ocurrencia.

- Exacto – Me dijo.

- Ah, muy bien… ¿Y cuál sería la canción para tu relación con Louis? A ver, guapa – Le contesté.

- Pues… - Dudó unos segundos- No sé, ‘Gotta Be You’ o ‘Moments’… Por ejemplo...

- ¿Por ejemplo? Y también ‘What Makes You Beautiful’ ya que estamos ¿no?

- También, claro – Dijo muy convencida.

- Serás flipada – Le dije riendo.

- Oye, que pasa ¿por qué no? A lo mejor están inspiradas en mi – Dijo riéndose.

- ¡Claro! Tiene mucho sentido, sobre todo porque no te conocían…

- ¡Bah, minucias sin importancia! – Paró un momento porque apenas podía hablar de la risa – Pero no me vas a decir que ‘NaNaNa’ no es totalmente tu canción con Harry… Estáis bien, luego mal, luego bien, ahora mal otra vez…

- Ahora no estamos mal, solo que me saca de mis casillas.

- ¿Qué es por lo de la moto?

- Exacto. ¡Va el imbécil y se la compra! Y a mí no me engaña, sé que lo ha hecho por mí…

- A lo mejor no – Dijo poco convencida-  A lo mejor le gustan de verdad las motos o… A lo mejor podrías ser más romántica y ver el lado tierno de que la haya comprado.

- A lo mejor… ¡Mierda no se me ocurre nada! Espera que piense – Le dije.

Justo cuando estaba concentrada en pensar una respuesta para Alba, alguien carraspeó desde la puerta.

- No he entendido ni una palabra – Dijo Harry, lo que era normal pues estábamos hablando en español – Pero venga a deciros que están a punto de llegar y la cena esta lista.

- Ahora vamos – Le contesté.

Hoy venían todos a cenar,  Liam, Danielle, Zayn y Niall e íbamos a cenar comida mexicana, como la primera vez que cenamos con ellos. Claro que sería algo diferente teniendo en cuenta que faltaba Eleanor, que Louis estaba con Alba y que ya eran como nuestros amigos de toda la vida. Y que me había acostado con Harry…

- Hoy estás guapa –Me dijo sacándome de mis pensamientos y me guiño un ojo.

En cuanto se fue le grité a Alba.

- ¡Lo ves! Me saca de quicio ahora esta coqueteando conmigo todo el tiempo, esta super cariñoso y atento y ¡me saca de quicio! Creo que lo hace queriendo…

- Te das cuenta que no eres normal, ¿verdad? El chico que te gusta esta como loco por ti y tú te enfadas y dices que te saca de quicio…

- Es porque lo hace queriendo, lo sé.

- Venga, anda paranoica, vamos a cenar.

Justo cuando llegábamos a la cocina para ayudar con los últimos detalles, llamaron al timbre. Entraron todos, Niall, Liam, Danielle y Zayn con unas botellas de alcohol en la mano. Era jueves. Solíamos salir los jueves, pero hoy habíamos preferido quedarnos en casa y hacer una cena tranquila aunque por lo que veía Zayn y Niall tenían otra idea. Habían ido a comprar tequila y vodka para beber después de cenar. Mañana tendría resaca en el trabajo. Y eso no me convenía, porque aunque no me había despedido por ponerle los cuernos a su sobrino, cosa que creo que no sabía, si que se había puesto más dura y exigente, así que si sabía que lo había dejado.

No le veía desde aquel día. No se había pasado ni una vez por el bar. Una vez llamó al teléfono y lo cogí yo. Fueron los segundos más incómodos de mi vida y eso que sólo era por teléfono. Creo que no soy lo suficientemente valiente como para enfrentarme a él, así que me alegro de que no se haya pasado aún por el bar. Y espero que tarde mucho tiempo en hacerlo, la verdad. Harry me ha comentado un par de veces que deje el trabajo, que busque otro o que no haga nada y disfrute, que él tiene dinero para hartarse. Siempre le contesto lo mismo, el ya sabe mi respuesta no sé por qué insiste. No quiero depender de nadie y quiero sentirme útil, no una caradura que se aprovecha de ellos o algo así.

Harry y yo no sé cómo estamos. No estamos juntos, obviamente. No nos hemos vuelto a besar ni nada de eso. Pero la relación es diferente. Por ejemplo, ahora viene siempre  que puede a recogerme al bar. Y nos volvemos dando un paseo y hablando. La verdad es que en esos momentos estoy genial, como en un sueño. Porque es él mismo y hablamos tan normal, pero cuando esta delante de la gente se comporta como un ligoncete de tres al cuarto. Me suele hacer cumplidos en público y cosas así, lo hace queriendo porque sabe que en esos momentos querría que la tierra me tragase y me pongo nerviosa y no sé qué decir. Le gusta picarme, mucho. Y aunque no me guste reconocerlo, me gusta que me pique, es como una cosa nuestra, cuando hace esas bromas le miro a los ojos y siento una complicidad que no había sentido con nadie. Bueno si, con Alba, pero ella no tiene pene, así que en este caso no cuenta, ella es como mi hermana gemela separada de mi lado al nacer. Además el haberle contado lo de mi padre a Harry, hace que sienta que estamos más unidos aún de lo que ya lo estamos por todo lo que hemos vivido juntos.

[Narra Alba]

La cena fue genial. Era extraño si me paraba a pensarlo, pero eran ya como mi familia, casi. Eran mis amigos y mi novio. Era raro. Eran mi grupo favorito de música y a la vez mis amigos y uno de ellos, mi novio. Era todo muy raro. Pero a la vez era simplemente perfecto.

Nos reímos una barbaridad como siempre. Louis y Liz pusieron las bromas y Niall su risa contagiosa. Harry estaba más ausente que nunca, cada vez que hablaba tardaba horas en hacer una frase. Lo cual no era nada nuevo, no había persona más lenta hablando. Todo lo  contrario a Liz que era un torbellino y a veces hablaba tan rápido que ni se le entendía. Era gracioso lo poco que se parecían y lo mucho que pegaban. No como yo y Louis, pues la verdad nos parecíamos bastante. El tenía menos vergüenza que yo la verdad, pero los dos nos tomábamos la vida con la misma actitud, incluso sabíamos cuando no era momento de bromas y había que ser maduro y serio.

No llevábamos ni una semana, y parecía que llevábamos siglos juntos. Que nos conocíamos de toda la vida y que el hecho de que lo acabara de dejar con su novia y que yo fuera de otro país no hacían para nada que la relación fuera rara. Y lo era un rato si te parabas a pensarlo. Aunque yo había tomado la decisión de dejar de ‘pararme a pensar’ y vivir más el momento. Y la verdad era que esta filosofía de vida me estaba yendo más que bien.

Le miré en ese momento y me encontré con sus ojos. Sonrió de esa forma que él tiene en la que entrecierra un poco los ojos pero no del todo y se le arruga la nariz. Es guapísimo. Podría pasarme horas mirándole. Pero no pudo ser, básicamente porque estábamos en una cena y Liam y Zayn nos interrumpieron con sus gritos.

 -¡Y nos han dado vacaciones! – Estaba diciendo Zayn.

- Exacto, un poco de descanso no nos vendrá mal – Dijo Liam- ¿Qué te parece ir a ver a mis padres y después un viajecito los dos solos? – Le preguntó a Danielle.

- Me parece más que perfecto – Dijo esta dándole un tierno beso.

- Delante de los pobres no se come  – Se quejó Louis riendo

- Tío, yo no es por nada – Empezó Zayn- Pero tu estás con Alba.

- ¡Verdad! – Dijo como si se le hubiera olvidado y se levantó dirigiéndose hacia mí y dándome un beso con el que acabó pringándome toda la cara – ¡Que yo también puedo! ¿A que beso bien? – Me dijo.

- ¡No mejor que yo! – Y le di un lametón en toda la cara.

- Estamos comiendo, por favor – Comentó Harry riendo – Me vais a quitar el apetito y además me dais envidia – Esto lo dijo mirando a Liz, era una de sus indirectas directas.

- A mi creo que nada me quita el apetito así que por mi seguid – Dijo Niall.

- A mi tampoco – Añadió Liz y mordió su burrito – Por cierto, los demás ¿qué vais a hacer en estas mini vacaciones? – Estaba claro que se lo preguntaba a Harry más que nada, pero a mí  también me interesaba lo que fuera a hacer Louis.

- Yo pensaba ir a ver a mi familia también – Comentó Louis.

Esto me sorprendió. No me había comentado nada. Pero pensé que no era el momento de hablarlo, ni mucho menos. Me parecía normal que quisiera visitar a su familia pero no entendía porque no me lo había comentado. Me había tenido que enterar ahora en la cena de repente. Justo en ese momento me miró y entendí su mirada perfectamente. Era un claro ‘luego te explico’. Le sonreí no quería que pensara que me había enfadado ni nada de eso, porque yo no soy así.

- Yo no quiero pecar de original ni nada, pero creo que visitaré a mi familia. Llamadme loco – Dijo Zayn.

- Yo me voy a mi querida patria verde – Dijo Niall con cara solemne – ¡Pero volveré!

- Yo también tenía pensado ir a ver a mi madre y eso… - Dijo Harry.

- Vamos que Alba y yo nos hemos ganado unos cuantos días de relajación sin vosotros - Comentó Liz.

- Básicamente si, aunque si quieres me puedes acompañar y te vas metiendo en la familia - Le dijo Harry con una sonrisa picaresca.

- ¿Te imaginas? – Contestó.

- Antes de que estalle la tercera guerra mundial entre vosotros dos – Dijo Zayn – Me voy a preparar los chupitos.

- Eso, ya recogeremos esto más tarde – Dijo levantándose Louis.

- Alba, ¿vienes al balcón un ratito? – Me preguntó Niall.

- Claro – Le contesté.

Yo ya sabía de qué quería hablar. Me había puesto un poco al día con su historia con Charlie pero no sabía las novedades. Me gustaba que confiara tanto en mí. La verdad es que aquella noche que dormí en su casa nos unió mucho. Y ahora nos lo contábamos todos. Era un chico increíble y se merecía totalmente ser feliz, aunque parecía que le costaría trabajo con Charlie.

Salimos al balcón. Hacía fresco para ser verano, pero era normal en Londres. Además cuanto mas se acercara Septiembre peor tiempo haría. Era lo único que echaba de menos de España, el calor en verano. A veces me costaba pensar que era agosto. Entre que trabajaba y que no hacía tiempo de agosto, me creía más bien que estaba en abril o incluso marzo.

- Bueno… - Empezó- Creo que tenemos que ponernos al día un poquito…

- Si – Le contesté riendo – Sólo un poquito.

- ¿Qué tal con Louis? – Me preguntó.

- Genial. Demasiado bien diría yo – Contesté – Pero prefiero hablar de ti y de Charlie.

- Buf, parece la historia de nunca acabar. Le vamos a quitar el puesto a Harry y Liz – Dijo.

- No creo que eso sea posible, lo de esos dos es demasiado… Pero, ¿qué ha pasado?

- Te quedaste en que su padre le prohibió verme, hablar conmigo y demás ¿no?

- Yeah – Le dije.

- Bueno pues la cosa ha empeorado. Al parecer, es así de protector de por sí, pero al enterarse de que era famoso, y demás se ha puesto aún más protector de la cuenta. Lo entiendo en parte, es normal que no quiera que le hagan daño a su hija ni que se aprovechen de ella y menos que se convierta en una figura pública, con paparazzis persiguiéndola y fans por todas partes.

- Es entendible, además es menor de edad.

- Es eso, es todo muy complicado… Pero yo la quiero. Sé que es algo pronto pero de verdad que la quiero. Y yo tampoco quiero que su vida cambie y mucho menos pienso hacerle daño.

- Lo sé, y creo que ella también.

- Si, sé que lo sabe. Pero su padre no, ese es el problema…

- ¿Has hablado con ella?

- Si, afortunadamente le mintió de cómo nos conocimos así que no le ha hecho cambiarse de trabajo ni de horario ni nada, por lo que la sigo viendo todas las mañanas. A veces en los descansos de los ensayos me paso a verla un rato. Pero siempre tiene cosas que hacer y no quiere que la echen por distraerse. Aunque creo que a su jefa le gusta nuestra historia de amor imposible o algo, porque no se queja mucho y a veces nos mira como compadeciéndose.

- Sois su ‘Romeo y Julita’ particular – Le dije riendo.

- Sí, algo así – Sonrió.

- Bueno, ¿y qué piensa ella?

- Pues que no es justo. Al principio no quería ni verme en pintura, se daba cuenta de que la miraba y eso pero no quiera relacionarse con un hico famoso. Pero dice que ahora que me ha conocido lo único que quiere es conocerme más y estar conmigo… Lo mismo quiero yo, pero parece que no puede ser… Es menor y su padre, queramos o no, puede castigarla y cosas así – Hizo una pausa y miró al cielo - Me ha hablado de escaparse, de venir a vivir conmigo…

- ¿Qué le dijiste?

- Por un momento pensé en decirle que sí. Seria genial tenerla viviendo conmigo, tengo dinero para mantenerla y mi casa es grande para uno solo… Pero fui consciente de que era una locura que sólo causaría más problemas y que tenía que ser maduro y prudente. Que se escapase de casa no sería la solución por muy tentadora que fuese…

- ¡Dios! Me sorprende el Niall maduro – Le dije en tono de broma.

- La duda ofende, yo soy muy maduro – Dijo a la vez que ponía cara raras y hacía gestos extraños.

- Ya veo – Comenté riendo - ¿Qué vais a hacer al final?

- Pues – Dijo recomponiéndose – Ni puta idea, ahí entras tú querida amiga y consejera.

- Vale, pues… No sé – Pensé en cual podría ser la solución – Creo que si el problema es que el padre no confía en ti, deberías dejarle ver que eres un buen chico y que eres de fiar y que quieres lo mismo que él para su hija, que sea feliz.

- Supongo que tienes razón pero, es que, a ver yo quiero estar con ella, pero quieras o no, el hablar con su padre sobre mí, su hija y nuestra relación, es como demasiado pronto ¿no?

- A ver lo es, pero piensa que es una situación especial. La verdad es que no veo otra solución, es eso o seguir ocultándoos, viéndoos en la cafetería y cuando ella pueda salir sin que su padre sepa donde esta… Y sabes que eso no durará mucho.

- Pues sí, tienes razón. A ver qué hago, porque la verdad es que su padre da miedo – Comentó.

- Llévate a Paul – Le dije riendo.

- Pobrecito, bastante tiene ya con aguantarnos – Comentó riendo.

- ¡Grande Paul! – Coreamos.

Alguien abrió la puerta del balcón en ese momento. Era Danielle.

- Chicos si no entráis ya estos se beberán todo el alcohol, ya han empezado.

- Pues vamos pues, que tengo ganas de fiesta – Dijo Niall, parecía más contento.

Esperaba que mi consejo le hubiera servido. La verdad es que nunca había oído de nada así, lo debería estar pasando muy mal, y Charlie también. Que tu padre no te deje estar con quien quieras y tener libertad tiene que ser horrible, pero lo peor es que eso significa también que su padre no confía en ella, y eso duele mucho.

Entramos dentro de la casa. Habían separado los sofás y se habían sentado todos en el suelo, formando un círculo. Me dirigí hacía donde estaba Louis y me senté a su lado. Liz estaba al lado de Zayn, tenía a Harry enfrente casi. Niall se sentó al otro lado de ella. El alcohol y un par de platos con patatas estaban en el centro del círculo. Todos tenían una copa ya, menos Liam claro, que bebía una coca-cola.

Me serví una copa de vodka con seven-up.

- ¡Un brindis por Liam! – Dijo Zayn – ¡Que nos aguanta borrachos! Pero nos quiere igual.

- Quereros siempre, bro – Dijo levantando su vaso.

[Narra Harry]

Me encantaban estos momentos. Me gusta la fiesta, obviamente, pero a veces me lo pasaba mucho mejor con unos cuantos amigos, hablando y riendo. Y eso era exactamente lo que estábamos haciendo. Nos habíamos reído muchísimo, porque Alba y Liz se habían empeñado en enseñarnos algo de español para poder así decir cosas cuando vayamos de gira allí o para entrevistas con radio españolas y tal… El resultado había sido acabar tirados por los suelos de la risa. Sonábamos muy raros hablando español, sobre todo por nuestro acento. Además era muy difícil de pronunciar.

Empezamos diciendo cosas típicas como ‘Hola’ y ‘Gracias’ y acabamos diciendo guarrerías y palabrotas, cosas que ni si quiera sabíamos que significaba. Ellas no paraban de reír, incluso Niall, que entendía bastante el español se reía de nosotros. Yo me frustré. Me lo tomé como algo personal. Soy muy competitivo y quería que me saliera bien. Además en el fondo quería poder hablar algo de español por Liz.

Me encantaba su risa. Cuando era normal, o sea, cuando no le salía esa risa estridente que tenía cuando algo le hacía realmente mucha gracia. Cuando se reía así parecía que estaban matando a un cerdo o algo así, pero era contagiosa porque notabas que era una risa totalmente sincera y que irradiaba felicidad.

Mi relación con Liz ahora era perfecta. Es verdad que se enfadaba mucho conmigo por mi actitud, pero eran pequeños enfados que se le pasaban enseguida. Me encantaba hacerla rabiar, me hacía gracia. Lo único que faltaba en mi relación con Liz era poder besarla siempre que quisiera, poder abrazarla sin necesidad de un porqué. Y por supuesto poder repetir aquella noche… Más de una vez soñaba con ello, el haberlo hecho ya con ella hacía que los sueños fueran muy reales. Me levantaba más que contento. Gracias a esos sueños y al recuerdo de aquella noche la tensión sexual entre nosotros estaba otra vez más que latente. No sabía cuánto tiempo podría aguantar, no mucho. Pero no quería precipitarme, le había hecho daño y entendía que ella no iba a caer rendida en mis brazos fácilmente. Sabía que si quería estar con ella me lo tendría que currar. Eso en parte me gustaba, me lo tomaba como un reto personal y yo siempre me tomaba los retos muy enserio y daba lo mejor de mí.

- ¿Nos vais a echar de menos? – Preguntó Zayn a las chicas.

- La verdad, es que se os ha cogido cariño – Contestó Liz.

- ¡Qué va! – Dijo Alba riendo – Para nada. Es más, deseando que nos dejéis tranquilas estoy.

- Además de verdad - Añadió Louis – Es que somos unos pesados en verdad.

- Si, sobre todo tu – Le contestó- Ya te vale… Podrías ser menos cansino tío.

- Paso, me gusta como soy – Dijo mientras se abalanzaba sobre ella abrazándola – Pesado y atosigante.

En ese momento Liz se levanto. Pensé que iría al baño o algo pero no fue así. Se dirigió hacia mí y se sentó al lado mía. Me miró. No entendía que quería. La miré esperando a que hablara.

- ¿Cuánto tiempo vas a estar fuera? – Me preguntó bajito.

- Pues, nos han dado una semana de vacaciones – Empecé – Quiero irme mañana y pasar el fin de semana 

allí, no se si volveré el lunes o el martes… ¿Por qué? ¿Me vas echar de menos? ¿No sabes si podrás 

sobrevivir sin mi cuatro o cinco días?

- Mas o menos – Sonrió- Sólo era curiosidad, más que nada. No te flipes.

- Nunca lo hago – Le contesté.

- Míralos. Parece que ahora toca llevarse bien – Comentó Louis, quien ya había dejado de abrazar a Alba.

- ¿Para qué interrumpes? – Dijo Niall.

- ¡Eso! Estábamos observándolos por si había beso – Añadió Zayn – Ahora les has roto la magia del momento.

- ¿Podéis dejar de hablar como si no os escuchara? – Comentó Liz.

Pensé que se levantaría y volvería a sentarse donde antes, pero no fue así. Se quedó a mi lado el resto de la noche.

No nos quedamos hasta muy tarde. Niall quería irse pronto, pues quería ir a la cafetería a despedirse de Charlie antes de ir al aeropuerto. Y en general todos queríamos descansar algo porque al día siguiente había que hacer maletas y conducir o coger trenes o aviones.

Cuando nos quedamos los cuatro solos escuche como Alba le decía a Liz mientras recogíamos que esa noche dormiría con Louis. Lo cual era de lo más normal teniendo en cuenta que quizás no se veían en unos cuantos días.

No tardamos mucho en recoger y nos fuimos a dormir. Pero a mi me estaba costando bastante trabajo conciliar el sueño. Llevaba casi una hora dando vueltas en la cama, no sabía por qué. Me levanté y me dirigí a la cocina para beber algo de agua.

Al salir al pasillo oí ruidos. Parecía la tele. Alguien debía de estar en el salón viéndola. Quizás no era el único que no podía dormir. Pensé que tenia que ser Liz, pues Louis y Alba estarían ocupados en otras cosas.

Me dirigí hacia allí. Y efectivamente, era Liz. Estaba sentada en el sofá con las piernas cruzadas encima de el. Veía la televisión y como no tenía la luz encendida, en su cara se reflejaba la tenue luz azulada que éste desprendía. Estaba muy guapa en la penumbra. Aunque creo que es que yo ya la veía guapa de cualquier modo, lugar, cara o iluminación.

- ¿No podemos dormir preciosa? – Le dije dirigiéndome hacia ella y sentándome a su lado.

[Narra Louis]

- Siento que te hayas enterado así – Le dije nada más estuvimos en la habitación – No había encontrado el momento y de repente los chicos sacaron el tema.

Estaba en pijama. Bueno, si a eso se le podía llamar pijama, porque lo que llevaba eran unos leggins grises y una camiseta de un equipo de fútbol de España. Llevaba el pelo recogido en una cola improvisada. Me escuchaba sentada en mi cama.

- A ver, a mi no me importa que te vayas. Ni mucho menos. Creo que debes hacerlo, tienes que echar muchísimo de menos a tu familia y amigos. Pero la verdad es que me hubiera gustado enterarme de otra forma…

- Lo sé y lo siento – Le dije.

Me tumbé en la cama al lado suya. Una idea había estado rondándome la cabeza desde que nos habían dicho que teníamos vacaciones y había decidido ir a visitar a mi familia.

- Puedes venir conmigo… Si quieres claro – Le dije.

- No creo que sea lo mejor – Comentó.

- ¿Por qué? – En realidad sabia claramente el porque.

- Ya sabes, no hace mucho llevabas a Eleanor y ahora no estás con ella. Quizás deberías comentarlo antes con tu familia y eso. No creo que sea bueno que me lleves… No sé si me he explicado bien.

- No, la verdad – Le dije riendo y me dio un pequeño golpe cariñoso – Pero te he entendido, se lo que quieres decir y en verdad tienes razón. Creo que es lo mejor. Aún así no quiero separarme de ti mucho tiempo, espero estar de vuelta el lunes o así.

- Quédate el tiempo que quieras y necesites – Me dijo.

La miré. Se le había cambiado la cara. Supongo que habría pensado lo mismo que yo. Ahora no queríamos separarnos durante mucho tiempo, pero en unas tres semanas lo haríamos. Ella se volvería a España y yo me quedaría aquí, de gira, y no sé que sería de nosotros.

Se tumbó también, apoyando su cabeza en mi pecho. Le acaricié el pelo. Estábamos pensando lo mismo, y sabía que a ella le ponía tan triste como a mí. Le puse mi mano bajo la barbilla y alcé su cara hacia a mí. La besé.

- No te pongas triste – Le susurré - ¿Me oyes?

Asintió con la cabeza. La volví a besar.

- Encontraremos una solución.

Sabía que ella entendía perfectamente de que le hablaba aunque el tema no había salido en ningún momento en la conversación. Volvió a asentir.

- Me quedaría así toda la vida – Dijo – ¡Para el tiempo! ¡Corre, hazlo!

- Ojala pudiera – Le contesté.