viernes, 6 de abril de 2012


Capitulo 20

Lo siento mucho por la espera y muchas gracias por leerme.

[Narra Alba]

- Eh…

¡Mierda! No sabía que decir. Él seguía ahí parado esperando una respuesta. Y yo sabía que respuesta quería darle, pero por alguna extraña razón las palabras no salían de mi boca. No sé cuánto tiempo paso antes de que él volviera a hablar. Me pareció una eternidad. No entendía que me pasaba, yo quería decirle que si, gritar que si, ir hacia él y besarle y no dejar de hacerlo nunca. Pero seguía ahí parada con la misma postura que cuando Louis empezó a hablar.

-  Mira, no contestes – Dijo de pronto. Se habría cansado de esperar mi respuesta- Vamos a hacer una cosa, ¿qué te parece…? ¿Qué te parece si mañana tenemos una cita?

- ¿Una cita? – Su propuesta me pilló por sorpresa. Pero fue una sorpresa agradable. Una cita con Louis, seria genial.

- Si – Continuó- No hemos tenido el mejor de los comienzos ni mucho menos. Todo era complicado, pero ya no lo es y creo que nos lo merecemos. Nos merecemos poder tener una cita como las personas normales.

- Vivimos juntos desde hace dos semanas y, ¿quieres tener una cita? – Me hacía gracia la idea.

-Sí, ¿no te gusta la idea? – Me preguntó.

- Me encanta – Era verdad, me parecía una idea genial. El poder hacer como si no nos conociéramos, como si esa fuera la primera vez que estábamos los dos solos. Olvidar todo el pasado.

- Pues perfecto, mañana tenemos nuestra primera cita – Me dijo mientras echaba a andar hacia el coche – Ahora vámonos a casa.

- ¿Eres consciente del poco sentido que tiene esa frase? – Le pregunté riendo.

- Si, y, ¡me encanta! – Dijo imitando mi voz.

Me acerqué a él y le di un pequeño coscorrón.

- Eso por imitarme imbécil – Le dije riendo.

- Al final me voy a arrepentir de haberte dicho que salgamos – Dijo mientras abría el coche, él también reía.

El hecho de estar volviendo a casa, los dos en el coche, teniendo en cuenta que se me acababa de declarar y teniendo en cuenta que mañana teníamos una cita, podría haber sido super raro, pero no lo fue. Eso era lo que más me gustaba de estar con Louis. Teníamos tanta confianza, nos entendíamos tan bien que en ningún momento la situación fue rara. Seguimos haciendo bromas y hablando, pero sin sentirnos en ningún momento incómodos o forzados. O al menos yo, aunque creo que por lo que le conozco el tampoco se sentía raro. Por eso era perfecto. Además de por muchas cosas más, pero entre ellas era perfecto porque al estar con él era totalmente yo misma. Y no había mejor sensación que esa.

El momento incómodo, aun así, llego. Estábamos en el pasillo del apartamento. Teníamos que despedirnos, darnos las buenas noches. Entonces hubo un momento de duda por su parte, si besarme o no. Esas cosas se notan. Se decantó por no besarme, supongo que prefería dejarlo para mañana. Además yo no le había contestado aun, quizás no se quería arriesgar. Por un lado quería desesperadamente que me besara, por otro, en cambio, creía que sería más bonito si lo hacíamos mañana. No es que fuera una romanticota, pero los momentos de película nos gustan a todas de vez en cuando.

Le sonreí, para que viera que todo estaba bien. Me devolvió la sonrisa y nos despedimos con un simple e incómodo ‘Hasta Mañana’.  Antes de entrar en el cuarto me di la vuelta, no sé si es que esperaba que él estuviera allí mirándome, pero no fue así. Así que entré al cuarto con una sonrisa de ‘idiota de mí’. Ese tipo de cosas solo pasa en las películas, aunque siendo sincera mi vida ahora mismo no tiene nada que envidiarle a una película.

Al entrar en el cuarto vi que Liz no estaba. Qué raro... No sabía nada de ella… Pero bueno, era mayorcita, ya me contaría mañana. Me desvestí, me puse el pijama y realicé mi ritual de desmaquillamiento de siempre. Al acostarme la idea del viernes que me esperaba por delante vino a mí. Aunque tendría que levantarme temprano para trabajar daba igual, seguro que el viernes por la noche sería una de las mejores noches de mi vida. Mientras pensaba en ello tumbada en la cama, Mark apareció en mis pensamientos y por un segundo me sentí culpable, pero se me paso rápidamente. Tenía que ser egoísta por una vez en mi vida. Louis era lo que quería de verdad y tampoco había pasado nada serio con Mark, no debía sentirme mal conmigo misma por nada. Desvié mis pensamientos de nuevo a Louis y a mí. Mi imaginación iba a un ritmo vertiginoso, dentro de nada estábamos casados en mi cabeza. Sonreí ante la idea, intenté relajarme un poco y me concentré en dormir. La verdad es que no me costó mucho, me quedé dormida enseguida, con una sonrisa enorme en la cara.

No era el despertador eso que sonaba. Aunque si que era mi móvil. Entreabrí los ojos un poco, lo busqué a tientas, lo encontré y me lo acerqué. No había sido mi despertador pero poco tardaría en sonar, quedaban apenas diez minutos. Había sido un sms lo que me había despertado. Lo abrí y vi que era de Liz ‘Dormí en casa de Danielle, después del trabajo iré también allí que me he dejado la ropa. Te veo a la noche’. No, no me iba a ver a la noche pero ya le contestaría mas tarde, ahora pensaba aprovechar esos diez minutos de sueño. Aunque no podía recordar donde había dejado el sueño antes de la interrupción sí que recordaba que Louis salía en él, así que comencé un nuevo sueño con él.

Los diez minutos se me pasaron cortísimos, solo esperaba que la mañana también se me pasara igual de corta. Me maquillé para quitarme ese rostro pálido enfermizo que me caracterizaba y más aún si había dormido poco.

Al salir al salón me encontré a Harry despierto, lo cual me sorprendió. Solía ser una marmota, además no sabía a qué hora había vuelto la noche anterior ni si lo había hecho solo.

 -¿Y Liz? – Fue lo primero que me preguntó al verme.

- Buenos días a ti también caballero – Respondí sonriendo, ese día estaba de buen humor y pensar que Louis estaba dormido apenas dos pasos de mí, me alegraba más aun – Ha dormido en casa de Danielle, me ha mandado un sms – Le dije.

Me pareció atisbar un poco de sorpresa en su rostro. Pero finalmente medio sonrió, se levantó y se dirigió al pasillo de las habitaciones.

- Me voy a dormir, que hoy no he dormido muy bien – Dijo – Que te sea leve el día.

Qué raro todo. Parecía que esperaba saber que Liz estaba bien o algo para ponerse dormir. Pero eso era una tontería y además yo no tenía ganas de pensar en Liz ni en Harry ni en su extraña relación amor-odio. Ese día lo iba dedicar a pensar en Louis y en mi, y en la noche que nos quedaba por delante. Gracias a ese pensamiento, el día, aunque largo, no fue tan duro. Aunque tampoco se me pasó volando por fin había llegado la hora.

Mientras estaba en el metro de camino a casa pensé que no había sabido nada de Louis en todo el día, no me había llamado ni nada. Yo tampoco lo había hecho, supuse que sería él el que me diría la hora, el sitio y eso. A lo mejor tenía que haber sido yo y no lo sabía. Me estaba empezando a poner nerviosa. Y encima Liz no había ejercido nada bien de mejor amiga, se había alegrado por mi sí, pero apenas había querido hablar del tema y cuando no llevábamos ni cinco minutos hablando me dijo que se tenía que ir. Me había dicho que esa noche dormiría en casa de Danielle, así también me dejaba intimidad con Louis. La noté bastante rara, pero ya le preguntaría que le pasaba mañana.

Al salir del metro me sonó el móvil. Tenía un sms de llamada perdida de Mark. Dios, me había olvidado de él totalmente. No estoy orgullosa de lo que iba a hacer, pero iba a ignorarlo. No era lo más maduro, pero no tenía ganas de complicaciones ya le daría explicaciones mañana, o pasado.

Volvió a sonarme el móvil, están vez me estaba llamando. Seria Mark volviendo a insistir. Miré la pantalla del móvil y leí ‘Lou’, sonreí y descolgué:

- ¿Si? – Dije haciéndome la interesante.

- ¿Es usted la señorita Alba? – Dijo con un tono de voz de telefonista de una compañía de atención al cliente o algo así.

- Depende – Dije riendo.

- No se haga usted la interesante, sé que es usted, esa voz horrible es inconfundible – Pensaba decirle un par de cosas sobre su voz pero me interrumpió – Antes de que me insulte o cuelgue debo decirle que estaré esperándola en la puerta del edificio a las ocho en punto. Haga el favor de no ser una tardona como siempre.

- Se hará lo que se pueda, si no usted se espera ¿O es que acaso si tardo me daría plantón? – Le seguí la broma y le hablé muy educadamente.

- Eso nunca Alba – Esto ya lo dijo con su voz normal – Te veo luego, pequeña – Colgó.

Me quedé parada en medio de la acera como una tonta con el móvil en la mano y una expresión de felicidad en la cara que seguro que no pasaba desapercibida. Me había llamado pequeña, era una estupidez, lo sé, pero me había encantado. Lo había pasado muy mal al dejarlo con Jesús y no había tenido nada serio desde entonces. Echaba de menos ese sentimiento de importarle a alguien, de que alguien se preocupara por ti.

Comencé a andar y llegué a la casa. Era temprano, tenía tiempo, así que decidí arreglarme con tranquilidad para estar perfecta. Cuando entré en mi cuarto para coger la ropa vi una bolsa negra y un sobre blanco encima. Me acerqué, cogí el sobre, lo abrí y leí ‘Para que no te quejes de ropa interior. Póntelo esta noche. Por mi como si sólo te pones eso.’ Me reí, ¿Cómo se podía acordar? Creo que fue el primer día que nos conocimos, o quizás el segundo… Ni si quiera yo lo recuerdo bien... Pero es que le dije que no tenía ropa interior sexy, a diferencia de Liz que si tenía ropa interior para momentos íntimos, yo solo tenía con dibujitos y palabras.

Abrí la bolsa y vi un conjunto de sujetador y bragas brasileñas bastante sexy, pero sin pasarse. Tenía algunas partes de encaje y era negro con detalles en gris perla. Me lo pondría esa noche sin dudarlo. Había algo más en la bolsa, un anillo. Era dorado y doble, de estos para dos dedos, era de una pluma. ¡Me encantaba!

Me dirigí al baño de los chicos, que tenía una bañera enorme. Me preparé un buen baño con espuma y me puse música, estaba sola en la casa así que la puse un poco alta. Puse el modo aleatorio y una vez más mi iPod me demostró lo que me quería y conocía. La primera canción que sonó fue ‘Kiss Me’ de Ed Sheeran, no podía ser más perfecto. También sonó ‘Moments’ cuando ya salía del baño.

Fui en toalla hasta mi cuarto pero en el camino por el pasillo me encontré con Harry que salía de su cuarto, parecía que no había salido de la casa en años. Estaba pálido y con todo el pelo despeinado.

- Pensé que estaba sola en casa- Le dije.

- Menos mal que tienes buen gusto musical – Dijo sonriendo.

- ¿No has salido? – Le pregunté.

- No, después de los ensayos me vine a casa, estaba cansado. Tu qué ¿poniéndote guapa para esta noche? -  Me dijo con una sonrisa de pillín, supongo que Louis se lo habría contado.

- Se hará lo que se pueda – Le dije sonriendo.

- Yo me iré a casa de Zayn para dejaros intimidad – Movió las cejas de arriba abajo.

- Lo mismo ha dicho Liz – Comenté.

- ¿Ah si? – Paró un momento y continuó - Bueno me voy a arreglarme – Comentó y se dirigió al otro baño.

Ya en mi cuarto de nuevo, comencé a vestirme. Había elegido un vestido coral sencillo y así lo podía combinar con dorado y ponerme el anillo. Me dejé el pelo suelto y procedí a maquillarme. Quería estar guapa, pero a la vez sexy. Y creo que más o menos conseguí el resultado deseado. Y por una vez en mi vida había terminado de arreglarme, me había echado la colonia y había preparado el bolso y todo, y aún no era la hora, quedaban quince minutos.

Llamaron a la puerta. Sería Harry, le dije que pasara.

- Me voy… ¡Guau! Estás muy guapa – Me dijo.

- Gracias, gracias - Hice una pequeña reverencia de agradecimiento.

- Pásatelo bien anda, nos vemos mañana – Dijo.

- Dale recuerdos a Zayn – Grité mientras se iba.

A las ocho en punto cogí el bolso y la blazer que llevaba como abrigo, cerré la puerta y me dirigí hacia el portal.

[Narra Liz]

Otra vez estaba en casa de Danielle. Justo como esta mañana, o esta madrugada se podría decir.

Salí del piso de los chicos atropelladamente. Muy decidida en ir a buscar a Rhys y confesarle que le había engañado. Pero la realidad me dio en toda la cara al salir al frío de la noche londinense. Eran las seis de la mañana, ¿a donde pensaba ir? Estaría durmiendo y no era plan de presentarme en su casa, además no sabía donde vivía. Pero, ¿a donde iba a ir? Tenía muy claro que no quería volver a ese piso, no con Harry en él. Podía ir a casa de Niall, Zayn o Liam, pero por alguna extraña razón no quería, no sé si porque eran sus amigos, si porque eran chicos y yo necesitaba a una chica a mi lado, a una amiga, o porque seguía estando demasiado cerca de Harry.  Así que no tenia donde ir y no sabía que estaba haciendo Alba ni donde estaba pero no quería molestarla si estaba con Mark. De repente su imagen llegó a mi cabeza. Bueno no teníamos lo que podía decirse una relación de hermanas, pero se le veía buena persona y comprensible y era lo más parecido a una amiga después de Alba que tenía en Londres así que la llamé, había apuntado su numero el día de la Première.

- ¿Danielle? – Pregunté cuando descolgó.

- Si, dime Liz ¿Qué pasa? ¿Pasa algo? – Me preguntó, se le notaba preocupada.

- No bueno, no del todo, ¿Podría…? ¿Podría dormir en tu casa? A ver, si estas con Liam o no quieres o lo que sea, no pasa nada – Sabia que la estaba poniendo en un compromiso.

- No, no, no te preocupes. Ven cuando quieras te estaré esperando.

Me dio su dirección y me pillé un taxi que luego pagó ella porque no llevaba dinero encima. Vivía en un pequeño apartamento de fachada antigua, pero por dentro era bastante moderno y estaba decorado muy a su estilo.

Y otra vez estaba sentada en ese sofá azul eléctrico que tenía en el salón-comedor, igual que aquella mañana. Apenas podía dormir. Danielle no me había hecho ni una pregunta, me había traído unas mantas y una almohada y se había sentado a mi lado. Empecé a llorar en cuanto me sentí segura para hacerlo. No podía decir nada concreto, sólo palabras sueltas, como Harry, Rhys, cuernos y ‘solo sexo’ pero creo que captó la idea principal aunque las lágrimas no me dejaban articular más.

Cuando sonó el despertador para el trabajo apenas era persona. Pero conseguí levantarme. Menos mal que había dejado mi ropa de trabajo en la taquilla porque si no tendría que haber ido a por ella a casa. Camino al trabajo no pude eludir más pensar en todo lo que había pasado. ¿Qué me dolía más? ¿Haberme traicionado a mi misma a la vez que traicionaba la confianza de Rhys? ¿O las palabras de Harry? ’Ha sido solo sexo’. Sabía perfectamente que era lo segundo y eso lo complicaba todo más. ¿Dónde estaba la Liz independiente y que se quería más a si misma que a cualquier persona? ¿La que no iba a dejar que nadie le hiciera daño? Y ahora me importaban más las palabras de Harry que haberle hecho daño a otra persona y haber traicionado mis ideales.

Mientras estaba en el trabajo le mande un sms a Rhys, le dije que ese viernes no salía, que estaba en casa de una amiga y que si podíamos quedar que tenía que hablar con él. Me contestó que esa anoche ya había hecho planes, que nos veríamos el sábado sin falta que estaba deseando verme y besarme. Si no fuera porque estaba en el trabajo me habría puesto a llorar.

Tras el trabajo me dirigí de nuevo a casa de Danielle. Me había dicho que me podía quedar el tiempo que quisiera. Al llegar me encontré con que Liam estaba allí, me miró con cara comprensiva y me dio un tierno abrazo. Supuse que Danielle le habría comentado algo. No me enfadé por ello, lo entendía, los novios se lo cuentan todo. Aun así mire a Liam y le dije ‘No le digas nada a Harry’ el asintió simplemente y me dio un beso en el pelo.

Salieron a cenar y a dar una vuelta. Me preguntaron si quería acompañarlos pero les dije que no, que me quedaría en casa. Hice un poco de zapping mientras comía los restos de comida que Danielle me había dejado. Era muy tierna y se preocupaba por mí. Dejé un canal en el que estaban echando la sexta película de Harry Potter, aunque apenas le eché cuenta. Más bien pensaba en mi, Rhys, Harry y en mi vida antes de Harry. También pensé en Louis y en Alba. Sabía que ella estaría en el séptimo cielo pero no quería que se precipitase ni nada de eso, pero ahora no servía para nada y menos para dar consejos así que ya se los daría mas adelante cuando tuviera fuerzas, si es que alguna vez las tenía. De vez en cuando empezaba a llorar sin ningún sentido aparente. A ver, motivos y ganas tenía pero eran veces en las que ni si quiera estaba pensando en Harry, ni en Rhys y aun así me ponía a llorar. Seguía tumbada en el sofá con la ropa puesta aunque Danielle me había dejado un pijama pero se me había pasado ponérmelo y al final me iba a dormir con la misma ropa con la que salí de casa de los chicos. Tenía que ir a por ropa, lo sabía, pero intentaría alargar ese  momento lo máximo posible. Ahora quería dormir, mis sueños se habían convertido en un lugar mejor que la realidad, por mi me pasaría el resto del verano durmiendo o aquí escondida en casa de Danielle, no quería enfrentarme a la realidad, ni a Rhys, ni a Harry ni a mí misma.

Aunque sabía que mañana me tendría que enfrentar a uno de mis problemas, Rhys. Así que ahora mismo no sabía si quería dormir porque entonces la mañana llegaría demasiado pronto. Estaba siendo cobarde, lo sabia, pero me daba igual ¿No existía nada para parar el tiempo?

[Narra Louis]

Cuando salió a la calle estaba preciosa. Más de lo habitual, si eso era posible. Llevaba el pelo suelto, me encantaba cuando lo llevaba así porque su pelo negro era precioso. Llevaba un vestido coral que le destacaba la piel morena por el sol. Se acercó hasta mi sonriente. Yo estaba apoyado en mi coche, miré el reloj, las ocho en punto. Levanté la vista y ya estaba al lado mía.

- No te has retrasado ni un minuto. Se ve que tenias ganas ¿eh? – Le dije sonriendo.

- Mas quisieras… - Empezó- Bah, paso, es verdad tenía ganas ¿Qué pasa no puedo o qué? – Terminó riendo.

- Yo sí que tenía ganas – Le abrí la puerta del coche y le hice una reverencia para que subiera – Por favor señorita.

- Mira que eres tonto – Eso fue lo que dijo pero sabia por la cara que tenía que estaba encantada y eso me encantaba a mí.

En el camino en el coche no dejó de preguntar a donde la llevaba. Si estaba muy lejos. Si habría comida. Si había comida que tipo de comida sería. Se le notaba nerviosa y eso me gustaba. Yo también estaba nervioso pero sabía que no iba a ir mal. Mi técnica en las primeras citas siempre es hacer bromas y sabía que eso no sería un problema con Alba y que me las seguiría y no se quedaría con cara de ‘¿Qué haces?’

Llegamos al restaurante que había elegido a las ocho y media. Estaba bastante alejado del centro de Londres, no era que no quisiera que me vieran con Alba, aunque también creía que era un poco pronto, pero sobre todo quería intimidad. Quería que pudiéramos disfrutar los dos solos de la cita.

Era un restaurante de comida típica inglesa. Pensaba que un italiano era demasiado típico y yo me considero más original. No sabría si le gustaría, pero, conociendo lo mucho que le gustaba la comida, no creía que hubiese problemas.

No sentamos en una de las mesas de madera. Alba no paraba de mirar a todos lados.

- El restaurante es muy… Muy… - No encontraba un adjetivo.

- ¡MUY HARRY POTTER! – Dijo casi gritando. Al ver su cara de emocionada me tuve que reír.

- ¡Exacto! – Comenté riendo.

Pedimos cervezas para beber. Alba quiso probar la ‘Guiness’, aunque no le gustó mucho. Le encantó toda la comida. Quiso probarla toda y como no podía me hizo prometerle que la llevaría otro día. Dejé que probara de mi plato también y yo comí del suyo. Fue un momento en plan película. La verdad es que la cena se me pasó volando y en nada habíamos terminado con el postre un brownie para cada uno. Me gustaba que Alba no tuviera ningún tipo de vergüenza con la comida. Si quería repetir o probar de mi plato o pedir mucha, le daba igual. Otra cosa más que la hacía perfecta, además de lo bien que me lo pasaba con ella. Hacía tiempo que no lo pasaba tan bien.

Después de cenar fuimos a tomar unas copas al pub de un hotel cercano. Era bastante moderno y lujoso. A Alba le impresionó bastante y eso me encantaba. Me encantaba ese brillo en su mirada como de una niña que está en Disney Land por primera vez. Se acercó a mí.

- Esto es genial enserio – Me dijo – Muchas gracias

- Tú te lo mereces – No quería sonar muy pasteloso pero era la verdad.

Nos sentamos en unos taburetes al lado de la barra, y el momento llegó. Ese momento que quería que llegase pero a la vez no, teníamos que hablar de nosotros, de que iba a pasar. Ésta vez fue ella quién empezó una vez teníamos nuestras copas servidas.

- ¿Qué va a pasar ahora? – Preguntó mirándome directamente a los ojos

- Yo ya te dije lo que siento, lo que quiero, anoche – Le dije.

- Si ¿pero y que pasa ahora con todas las razones que me diste para no estar juntos?

- Siguen ahí, obviamente. No podemos ignorar que te vas en un mes, que soy famoso, que lo dejé hace poco después de una relación de casi dos años… Pero tampoco podemos ignorar lo que sentimos por más tiempo. Necesito estar contigo aunque sea un mes, aunque nos cueste… Porque sé que si no aprovecho este mes contigo, me voy a arrepentir toda la vida.

- Yo siento lo mismo, pero tengo miedo – Agachó la mirada – Esto me supera…

- Pero sé que podemos, tú y yo podemos vivir aquí y ahora. Disfrutar. Sin miedos, ni arrepentimientos, sólo ser felices.

- ¿Podemos? ¿Y que pasará cuando me tenga que ir?

- Eso lo hablaremos cuando llegue el momento. Somos jóvenes nos merecemos vivir nuestra aventura de amor de verano – Rió ante mi frase de película-  Disfrutarla… No es sólo que nos la merezcamos es que yo al menos la necesito. Te necesito.

Se acerco a mí para besarme.

- ¡Ah no! Para – Le dije.

Me miró extrañada.

- Es que no pienso dejar que me beses… Esta vez me toca a mí.

Después de esto me acerqué a ella y la besé. La besé como estaba deseando hacer desde que acabó nuestro último beso. La besé como había querido hacerlo desde que la conocí y como había estado imaginándome desde hacía semanas. Paramos y la miré. Estaba llorando.

- ¿Pero qué haces llorando, imbécil? – Le dije riendo.

- ¿Eres tonto o qué? Lloro de felicidad, estúpido. No sabes cuánto deseaba esto – Me besó.

- Yo también lo deseaba mucho – Le dije cuando paramos.

Se acercó a mi y me susurró al oído, ‘Llevo tu regalo puesto’. Eso me excitó mucho. Me gustaba que fuera tan lanzada y me gustaba aun mas imaginármela con el conjunto puesto. Y sin él.

- Tengo una habitación reservada en el hotel – Le dije.

- ¿Ósea que ya lo tenias todo pensado y sabias lo que iba a pasar? – Me dijo con cara escéptica.

- Lo suponía, es difícil no caer en mis encantos de seductor.

Me miró riendo.

- También es verdad – Comentó.

La besé. Pagué las copas. La besé. Nos dirigimos a recepción, cogí la llave y la besé. Nos dirigimos al ascensor. Y en el ascensor la besé. Y en el pasillo. Y junto a la puerta. Y cuando abrí. Solo quería besarla.

La habitación era bastante bonita. No era una suite pero estaba bien. Tenía una cama enorme. Sólo de pensar en lo que íbamos a hacer en ella me excitaba aún más. Y supongo que a ella también, porque dejó de ser la Alba dulce y pasó a ser un poco más atrevida.

[Narra Harry]

Todo mi mundo había cambiado de repente. Bueno, más que mi mundo, mi manera de verlo. Ahora nada tenía sentido. Nada encajaba, nada me parecía bien y lo peor es que sabía porque me sentía así. Estaba enamorado. Sólo el simple hecho de pensarlo me hacía sentirme raro. Pero no podía seguir mintiéndome a mí mismo, estaba enamorado de Liz. No podía dejar de pensar en ella. En que ahora estaría reconciliándose con Rhys, besándolo, haciéndole lo que me hizo a mí.

Cuando me di cuenta había apretado tanto la camisa que tenía en la mano que tendría que plancharla de nuevo, así que la deje en la cama y cogí otra. Había quedado con Zayn para cenar ya que Liam y Danielle habían quedado juntos y Louis y Niall tenían sus respectivas citas.

Ni si quiera sabia donde estaba Liz. Ésta le había dicho a Alba que había dormido en casa de Danielle pero eso no era cierto. ¿Por qué no le había contado la verdad a su mejor amiga? ¿Dónde habría pasado el resto de la noche en verdad? ¿De verdad había ido a casa de Danielle? Y el día de hoy, ¿dónde habría estado? ¿Y esta noche?... Alba había dicho que no vendría a casa para dejarles espacio, supongo que se quedaría en casa de Rhys. Solo pensarlo me ponía enfermo…  ¿Cómo había llegado a esto? ¿Cómo podía haberme enamorado de Liz? Ahora que ya lo sabía y lo aceptaba lo único que quería era tenerla conmigo, a mi lado y que ella sintiera lo mismo por mí. Pero era obvio que no era así, sino no se hubiera ido y ya habría vuelto. A veces me arrepiento de lo que le dije pero creo que fue lo mejor… Si estaba así era porque no sentía lo mismo por mí, si se arrepentía, así que lo mejor es que pensara que para mí también fue solo sexo. Así no se tendría que rayar por mí. Así podría ser feliz con Rhys o con quien quisiese.

Cuando llegué a casa de Zayn me estaba esperando ya vestido. Habíamos decidido ir a cenar a algún lado y no quedarnos en casa encerrados. Nos tomamos un par de cervezas en su casa, hablamos de esto y de aquello, nada importante.

Al rato nos montamos en mi coche y nos dirigimos a un bar muy de moda en el centro de Londres.

Nada más entramos, la gente se fijó en nosotros y nos reconoció. Pero era un bar bastante frecuentado por famosos así que la gente que iba estaba acostumbrada. Nos sentamos en una mesa que estaba al lado de una en la que había unas cuantas chicas. Bastantes guapas por cierto.

Durante la cena Zayn no dejó de lanzarle miraditas a una de ellas. Al final les pidió que se unieran a nosotros. Ellas también habían terminado de comer y estaban tomando unos cócteles y nosotros nos habíamos pedido unas copas.

La conversación no estuvo mal, eran simpáticas. Aun así mi mente estaba en otro lugar. Zayn no dejaba de hablar con la chica con la que se había echado miraditas. Era muy mona, igual que sus amigas. Una de ellas tenía un claro interés por mí. Esas cosas las noto, me hace gracia ver como las chicas coquetean conmigo, me divierte. Pero hoy no tenía ganas de devolverle el coqueteo. Aun así, aunque no le presté mucha atención, la chica siguió. Finalmente decido coquetear un poco, total no le hago mal a nadie. Liz esta con Rhys… ¡Que coraje! Solo de pensarlo me ponía de mal humor, así que continué mi conversación con la chica para olvidarme del tema.

Al rato propusieron irnos a una discoteca. Yo no tenía muchas ganas pero al final decidí ir. Las chicas fueron en taxi menos la de Zayn y la mía que se vinieron en mi coche. Durante el camino a la discoteca Zayn se estuvo besando con la chica todo el tiempo en el asiento trasero. La chica que quería conmigo iba sentada de copiloto.

Estuvo todo el tiempo tocándome la pierna y subiendo hacia mi entrepierna. Lanzándome miraditas y jugueteando con mi pelo. Normalmente me gustaban las chicas lanzadas pero en ese momento me dio asco. Sólo podía pensar que Liz no hubiera sido tan lanzada con un desconocido. No era una mojigata pero tampoco una guarra. Era perfecta.

No le eché mucha cuenta a la chica. Con la excusa de que estaba conduciendo no se me notaba tanto que es que no me interesaba. Pero una vez nos bajamos del coche Zayn y su chica se fueron para la discoteca y yo me quedé cerrando el coche con la chica. Christina creo que me había dicho que se llamaba.

La miré. Me quede mirándola un rato. Supongo que malinterpretaría mi mirada porque se vino lanzada a besarme. Le quité la cara. Lo volvió a intentar, creería que era un juego.

- No – Le dije – No puedo.

- ¿Tienes novia? – Preguntó.

- Mas o menos – Contesté abriendo el coche – Lo siento – Le dije – Dile a Zayn que me he ido.

Dejé el coche aparcado en casa pero no subí. Necesitaba pensar y además Louis y Alba estarían ya arriba. Me metí las manos en los bolsillos y me puse a caminar sin rumbo.

8 comentarios:

  1. Me encantaaaaaaaaaa. Por fin Louis y Alba pueden disfrutar un poco, aunque me has dejado con la intriga de qué pasara en el hotel *.* Me ha gustado mucho que Harry rechace así a la chica esa, menos mal. Aunque en este capitulo ni se han visto Harry y Liz :S Espero que ella no se reconcilie con Rhys.. Enhorabuena, me ha encantado :) Escribe prontoo el 21. (Emma_lovestyles)

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  2. Oyeeeeeeee!!!! quieres matarme de la ansiedad? Joder, esque me encanta tanto que no puedo creerme que Harry y Liz esten así! Ahora que Louis y Alba finalmente están bien (o eso parece) Harry y Liz tendrian que estarlo tambien ¿no? me E.N.C.A.N.T.A. Simplemente.

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  3. Fdjkspsbsldbdiblb ME ENCANTA! Pobre Liz jo es que este Harry es tonto! Y Alba y Louis ya era hora de que estuvieran juntos :D Espero que escribas pronto el 21 y que en ese se encuentren Harry y Liz y lo arreglen todo ya :D Una vez más me encanta como escribes!! (@JustSayYesZ)

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  4. es tan jkgfkdvcdgvbdjhvfdn!! ES PERFECTA!! ME ENCANTA!! me da mucha rabia lo ue le dijo harry, pero tambien que liz no este con él, y que este con el rhys ese. louis y alba son monisimos *___*, estoy super enganchada y tengo muchismas ganas de ver que pasa con rhys y harry, espero que subas el capitulo 21 pronto por que estoy deseando leerlo, redactas genial y la novela es muy hermosa, siguiente!! :) xx

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  5. Me gusta mucho tu blog. Espero que rhys no se reconcilie con liz. Sigue escribiendo porque escribes muy bien. Bss

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  6. uf, me encanta! quiero más y más partes de Harry y Liz hajshajhsaj, que complicada se ha puesto la cosa xddd
    continua por favor! @justdreamnyc.

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  7. Buf, me encanta, tan perfecto como siempre... Me muero por saber qué pasa con Lou y Alba, y bueno, a ver qué hace Liz con Rhys, ojalá se vaya a comer carrots y la deje con Harry, que los dos lo están deseando xdddd Besos.xx

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  8. Soy @ShadyRapsToMe de Twitter
    Quiero a Liz con Harry!! ¿Por qué siempre se complican tanto las cosas?
    Me ha encantado!! Siguienteeee yaa!!

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