Capitulo
20
Lo
siento mucho por la espera y muchas gracias por leerme.
[Narra
Alba]
- Eh…
¡Mierda!
No sabía que decir. Él seguía ahí parado esperando una respuesta. Y yo sabía que
respuesta quería darle, pero por alguna extraña razón las palabras no salían de
mi boca. No sé cuánto tiempo paso antes de que él volviera a hablar. Me pareció
una eternidad. No entendía que me pasaba, yo quería decirle que si, gritar que
si, ir hacia él y besarle y no dejar de hacerlo nunca. Pero seguía ahí parada
con la misma postura que cuando Louis empezó a hablar.
- Mira, no contestes – Dijo de pronto. Se
habría cansado de esperar mi respuesta- Vamos a hacer una cosa, ¿qué te
parece…? ¿Qué te parece si mañana tenemos una cita?
- ¿Una
cita? – Su propuesta me pilló por sorpresa. Pero fue una sorpresa agradable. Una
cita con Louis, seria genial.
- Si –
Continuó- No hemos tenido el mejor de los comienzos ni mucho menos. Todo era
complicado, pero ya no lo es y creo que nos lo merecemos. Nos merecemos poder
tener una cita como las personas normales.
-
Vivimos juntos desde hace dos semanas y, ¿quieres tener una cita? – Me hacía
gracia la idea.
-Sí,
¿no te gusta la idea? – Me preguntó.
- Me
encanta – Era verdad, me parecía una idea genial. El poder hacer como si no nos
conociéramos, como si esa fuera la primera vez que estábamos los dos solos.
Olvidar todo el pasado.
- Pues
perfecto, mañana tenemos nuestra primera cita – Me dijo mientras echaba a andar
hacia el coche – Ahora vámonos a casa.
- ¿Eres
consciente del poco sentido que tiene esa frase? – Le pregunté riendo.
- Si, y,
¡me encanta! – Dijo imitando mi voz.
Me
acerqué a él y le di un pequeño coscorrón.
- Eso
por imitarme imbécil – Le dije riendo.
- Al
final me voy a arrepentir de haberte dicho que salgamos – Dijo mientras abría
el coche, él también reía.
El
hecho de estar volviendo a casa, los dos en el coche, teniendo en cuenta que se
me acababa de declarar y teniendo en cuenta que mañana teníamos una cita, podría
haber sido super raro, pero no lo fue. Eso era lo que más me gustaba de estar
con Louis. Teníamos tanta confianza, nos entendíamos tan bien que en ningún
momento la situación fue rara. Seguimos haciendo bromas y hablando, pero sin
sentirnos en ningún momento incómodos o forzados. O al menos yo, aunque creo
que por lo que le conozco el tampoco se sentía raro. Por eso era perfecto. Además
de por muchas cosas más, pero entre ellas era perfecto porque al estar con él
era totalmente yo misma. Y no había mejor sensación que esa.
El
momento incómodo, aun así, llego. Estábamos en el pasillo del apartamento.
Teníamos que despedirnos, darnos las buenas noches. Entonces hubo un momento de
duda por su parte, si besarme o no. Esas cosas se notan. Se decantó por no besarme,
supongo que prefería dejarlo para mañana. Además yo no le había contestado aun,
quizás no se quería arriesgar. Por un lado quería desesperadamente que me
besara, por otro, en cambio, creía que sería más bonito si lo hacíamos mañana.
No es que fuera una romanticota, pero los momentos de película nos gustan a
todas de vez en cuando.
Le
sonreí, para que viera que todo estaba bien. Me devolvió la sonrisa y nos
despedimos con un simple e incómodo ‘Hasta Mañana’. Antes de entrar en el cuarto me di la vuelta,
no sé si es que esperaba que él estuviera allí mirándome, pero no fue así. Así
que entré al cuarto con una sonrisa de ‘idiota de mí’. Ese tipo de cosas solo
pasa en las películas, aunque siendo sincera mi vida ahora mismo no tiene nada
que envidiarle a una película.
Al
entrar en el cuarto vi que Liz no estaba. Qué raro... No sabía nada de ella… Pero
bueno, era mayorcita, ya me contaría mañana. Me desvestí, me puse el pijama y
realicé mi ritual de desmaquillamiento de siempre. Al acostarme la idea del
viernes que me esperaba por delante vino a mí. Aunque tendría que levantarme temprano
para trabajar daba igual, seguro que el viernes por la noche sería una de las
mejores noches de mi vida. Mientras pensaba en ello tumbada en la cama, Mark
apareció en mis pensamientos y por un segundo me sentí culpable, pero se me
paso rápidamente. Tenía que ser egoísta por una vez en mi vida. Louis era lo
que quería de verdad y tampoco había pasado nada serio con Mark, no debía
sentirme mal conmigo misma por nada. Desvié mis pensamientos de nuevo a Louis y
a mí. Mi imaginación iba a un ritmo vertiginoso, dentro de nada estábamos
casados en mi cabeza. Sonreí ante la idea, intenté relajarme un poco y me
concentré en dormir. La verdad es que no me costó mucho, me quedé dormida
enseguida, con una sonrisa enorme en la cara.
No era
el despertador eso que sonaba. Aunque si que era mi móvil. Entreabrí los ojos
un poco, lo busqué a tientas, lo encontré y me lo acerqué. No había sido mi
despertador pero poco tardaría en sonar, quedaban apenas diez minutos. Había
sido un sms lo que me había despertado. Lo abrí y vi que era de Liz ‘Dormí en
casa de Danielle, después del trabajo iré también allí que me he dejado la
ropa. Te veo a la noche’. No, no me iba a ver a la noche pero ya le contestaría
mas tarde, ahora pensaba aprovechar esos diez minutos de sueño. Aunque no podía
recordar donde había dejado el sueño antes de la interrupción sí que recordaba
que Louis salía en él, así que comencé un nuevo sueño con él.
Los
diez minutos se me pasaron cortísimos, solo esperaba que la mañana también se
me pasara igual de corta. Me maquillé para quitarme ese rostro pálido enfermizo
que me caracterizaba y más aún si había dormido poco.
Al
salir al salón me encontré a Harry despierto, lo cual me sorprendió. Solía ser
una marmota, además no sabía a qué hora había vuelto la noche anterior ni si lo
había hecho solo.
-¿Y Liz? – Fue lo primero que me preguntó al
verme.
- Buenos
días a ti también caballero – Respondí sonriendo, ese día estaba de buen humor
y pensar que Louis estaba dormido apenas dos pasos de mí, me alegraba más aun –
Ha dormido en casa de Danielle, me ha mandado un sms – Le dije.
Me
pareció atisbar un poco de sorpresa en su rostro. Pero finalmente medio sonrió,
se levantó y se dirigió al pasillo de las habitaciones.
- Me
voy a dormir, que hoy no he dormido muy bien – Dijo – Que te sea leve el día.
Qué
raro todo. Parecía que esperaba saber que Liz estaba bien o algo para ponerse
dormir. Pero eso era una tontería y además yo no tenía ganas de pensar en Liz
ni en Harry ni en su extraña relación amor-odio. Ese día lo iba dedicar a
pensar en Louis y en mi, y en la noche que nos quedaba por delante. Gracias a
ese pensamiento, el día, aunque largo, no fue tan duro. Aunque tampoco se me
pasó volando por fin había llegado la hora.
Mientras
estaba en el metro de camino a casa pensé que no había sabido nada de Louis en
todo el día, no me había llamado ni nada. Yo tampoco lo había hecho, supuse que
sería él el que me diría la hora, el sitio y eso. A lo mejor tenía que haber
sido yo y no lo sabía. Me estaba empezando a poner nerviosa. Y encima Liz no
había ejercido nada bien de mejor amiga, se había alegrado por mi sí, pero
apenas había querido hablar del tema y cuando no llevábamos ni cinco minutos
hablando me dijo que se tenía que ir. Me había dicho que esa noche dormiría en
casa de Danielle, así también me dejaba intimidad con Louis. La noté bastante
rara, pero ya le preguntaría que le pasaba mañana.
Al
salir del metro me sonó el móvil. Tenía un sms de llamada perdida de Mark.
Dios, me había olvidado de él totalmente. No estoy orgullosa de lo que iba a
hacer, pero iba a ignorarlo. No era lo más maduro, pero no tenía ganas de
complicaciones ya le daría explicaciones mañana, o pasado.
Volvió
a sonarme el móvil, están vez me estaba llamando. Seria Mark volviendo a insistir.
Miré la pantalla del móvil y leí ‘Lou’, sonreí y descolgué:
- ¿Si?
– Dije haciéndome la interesante.
- ¿Es
usted la señorita Alba? – Dijo con un tono de voz de telefonista de una
compañía de atención al cliente o algo así.
-
Depende – Dije riendo.
- No se
haga usted la interesante, sé que es usted, esa voz horrible es inconfundible –
Pensaba decirle un par de cosas sobre su voz pero me interrumpió – Antes de que
me insulte o cuelgue debo decirle que estaré esperándola en la puerta del
edificio a las ocho en punto. Haga el favor de no ser una tardona como siempre.
- Se
hará lo que se pueda, si no usted se espera ¿O es que acaso si tardo me daría
plantón? – Le seguí la broma y le hablé muy educadamente.
- Eso
nunca Alba – Esto ya lo dijo con su voz normal – Te veo luego, pequeña – Colgó.
Me
quedé parada en medio de la acera como una tonta con el móvil en la mano y una
expresión de felicidad en la cara que seguro que no pasaba desapercibida. Me
había llamado pequeña, era una estupidez, lo sé, pero me había encantado. Lo había
pasado muy mal al dejarlo con Jesús y no había tenido nada serio desde
entonces. Echaba de menos ese sentimiento de importarle a alguien, de que
alguien se preocupara por ti.
Comencé
a andar y llegué a la casa. Era temprano, tenía tiempo, así que decidí arreglarme
con tranquilidad para estar perfecta. Cuando entré en mi cuarto para coger la
ropa vi una bolsa negra y un sobre blanco encima. Me acerqué, cogí el sobre, lo
abrí y leí ‘Para que no te quejes de ropa interior. Póntelo esta noche. Por mi
como si sólo te pones eso.’ Me reí, ¿Cómo se podía acordar? Creo que fue el primer
día que nos conocimos, o quizás el segundo… Ni si quiera yo lo recuerdo bien...
Pero es que le dije que no tenía ropa interior sexy, a diferencia de Liz que si
tenía ropa interior para momentos íntimos, yo solo tenía con dibujitos y
palabras.
Abrí la
bolsa y vi un conjunto de sujetador y bragas brasileñas bastante sexy, pero sin
pasarse. Tenía algunas partes de encaje y era negro con detalles en gris perla.
Me lo pondría esa noche sin dudarlo. Había algo más en la bolsa, un anillo. Era
dorado y doble, de estos para dos dedos, era de una pluma. ¡Me encantaba!
Me
dirigí al baño de los chicos, que tenía una bañera enorme. Me preparé un buen
baño con espuma y me puse música, estaba sola en la casa así que la puse un
poco alta. Puse el modo aleatorio y una vez más mi iPod me demostró lo que me
quería y conocía. La primera canción que sonó fue ‘Kiss Me’ de Ed Sheeran, no
podía ser más perfecto. También sonó ‘Moments’ cuando ya salía del baño.
Fui en
toalla hasta mi cuarto pero en el camino por el pasillo me encontré con Harry
que salía de su cuarto, parecía que no había salido de la casa en años. Estaba
pálido y con todo el pelo despeinado.
- Pensé
que estaba sola en casa- Le dije.
- Menos
mal que tienes buen gusto musical – Dijo sonriendo.
- ¿No
has salido? – Le pregunté.
- No,
después de los ensayos me vine a casa, estaba cansado. Tu qué ¿poniéndote guapa
para esta noche? - Me dijo con una
sonrisa de pillín, supongo que Louis se lo habría contado.
- Se
hará lo que se pueda – Le dije sonriendo.
- Yo me
iré a casa de Zayn para dejaros intimidad – Movió las cejas de arriba abajo.
- Lo
mismo ha dicho Liz – Comenté.
- ¿Ah
si? – Paró un momento y continuó - Bueno me voy a arreglarme – Comentó y se dirigió
al otro baño.
Ya en
mi cuarto de nuevo, comencé a vestirme. Había elegido un vestido coral sencillo
y así lo podía combinar con dorado y ponerme el anillo. Me dejé el pelo suelto
y procedí a maquillarme. Quería estar guapa, pero a la vez sexy. Y creo que más
o menos conseguí el resultado deseado. Y por una vez en mi vida había terminado
de arreglarme, me había echado la colonia y había preparado el bolso y todo, y
aún no era la hora, quedaban quince minutos.
Llamaron
a la puerta. Sería Harry, le dije que pasara.
- Me
voy… ¡Guau! Estás muy guapa – Me dijo.
-
Gracias, gracias - Hice una pequeña reverencia de agradecimiento.
-
Pásatelo bien anda, nos vemos mañana – Dijo.
- Dale
recuerdos a Zayn – Grité mientras se iba.
A las
ocho en punto cogí el bolso y la blazer que llevaba como abrigo, cerré la
puerta y me dirigí hacia el portal.
[Narra
Liz]
Otra
vez estaba en casa de Danielle. Justo como esta mañana, o esta madrugada se
podría decir.
Salí
del piso de los chicos atropelladamente. Muy decidida en ir a buscar a Rhys y confesarle
que le había engañado. Pero la realidad me dio en toda la cara al salir al frío
de la noche londinense. Eran las seis de la mañana, ¿a donde pensaba ir?
Estaría durmiendo y no era plan de presentarme en su casa, además no sabía donde
vivía. Pero, ¿a donde iba a ir? Tenía muy claro que no quería volver a ese
piso, no con Harry en él. Podía ir a casa de Niall, Zayn o Liam, pero por alguna
extraña razón no quería, no sé si porque eran sus amigos, si porque eran chicos
y yo necesitaba a una chica a mi lado, a una amiga, o porque seguía estando demasiado
cerca de Harry. Así que no tenia donde
ir y no sabía que estaba haciendo Alba ni donde estaba pero no quería
molestarla si estaba con Mark. De repente su imagen llegó a mi cabeza. Bueno no
teníamos lo que podía decirse una relación de hermanas, pero se le veía buena
persona y comprensible y era lo más parecido a una amiga después de Alba que tenía
en Londres así que la llamé, había apuntado su numero el día de la Première.
- ¿Danielle?
– Pregunté cuando descolgó.
- Si,
dime Liz ¿Qué pasa? ¿Pasa algo? – Me preguntó, se le notaba preocupada.
- No
bueno, no del todo, ¿Podría…? ¿Podría dormir en tu casa? A ver, si estas con
Liam o no quieres o lo que sea, no pasa nada – Sabia que la estaba poniendo en
un compromiso.
- No,
no, no te preocupes. Ven cuando quieras te estaré esperando.
Me dio
su dirección y me pillé un taxi que luego pagó ella porque no llevaba dinero
encima. Vivía en un pequeño apartamento de fachada antigua, pero por dentro era
bastante moderno y estaba decorado muy a su estilo.
Y otra
vez estaba sentada en ese sofá azul eléctrico que tenía en el salón-comedor,
igual que aquella mañana. Apenas podía dormir. Danielle no me había hecho ni
una pregunta, me había traído unas mantas y una almohada y se había sentado a
mi lado. Empecé a llorar en cuanto me sentí segura para hacerlo. No podía decir
nada concreto, sólo palabras sueltas, como Harry, Rhys, cuernos y ‘solo sexo’
pero creo que captó la idea principal aunque las lágrimas no me dejaban
articular más.
Cuando
sonó el despertador para el trabajo apenas era persona. Pero conseguí
levantarme. Menos mal que había dejado mi ropa de trabajo en la taquilla porque
si no tendría que haber ido a por ella a casa. Camino al trabajo no pude eludir
más pensar en todo lo que había pasado. ¿Qué me dolía más? ¿Haberme traicionado
a mi misma a la vez que traicionaba la confianza de Rhys? ¿O las palabras de
Harry? ’Ha sido solo sexo’. Sabía perfectamente que era lo segundo y eso lo
complicaba todo más. ¿Dónde estaba la Liz independiente y que se quería más a si
misma que a cualquier persona? ¿La que no iba a dejar que nadie le hiciera
daño? Y ahora me importaban más las palabras de Harry que haberle hecho daño a
otra persona y haber traicionado mis ideales.
Mientras
estaba en el trabajo le mande un sms a Rhys, le dije que ese viernes no salía,
que estaba en casa de una amiga y que si podíamos quedar que tenía que hablar
con él. Me contestó que esa anoche ya había hecho planes, que nos veríamos el sábado
sin falta que estaba deseando verme y besarme. Si no fuera porque estaba en el
trabajo me habría puesto a llorar.
Tras el
trabajo me dirigí de nuevo a casa de Danielle. Me había dicho que me podía
quedar el tiempo que quisiera. Al llegar me encontré con que Liam estaba allí, me
miró con cara comprensiva y me dio un tierno abrazo. Supuse que Danielle le
habría comentado algo. No me enfadé por ello, lo entendía, los novios se lo
cuentan todo. Aun así mire a Liam y le dije ‘No le digas nada a Harry’ el asintió
simplemente y me dio un beso en el pelo.
Salieron
a cenar y a dar una vuelta. Me preguntaron si quería acompañarlos pero les dije
que no, que me quedaría en casa. Hice un poco de zapping mientras comía los
restos de comida que Danielle me había dejado. Era muy tierna y se preocupaba
por mí. Dejé un canal en el que estaban echando la sexta película de Harry
Potter, aunque apenas le eché cuenta. Más bien pensaba en mi, Rhys, Harry y en
mi vida antes de Harry. También pensé en Louis y en Alba. Sabía que ella
estaría en el séptimo cielo pero no quería que se precipitase ni nada de eso,
pero ahora no servía para nada y menos para dar consejos así que ya se los daría
mas adelante cuando tuviera fuerzas, si es que alguna vez las tenía. De vez en
cuando empezaba a llorar sin ningún sentido aparente. A ver, motivos y ganas
tenía pero eran veces en las que ni si quiera estaba pensando en Harry, ni en
Rhys y aun así me ponía a llorar. Seguía tumbada en el sofá con la ropa puesta
aunque Danielle me había dejado un pijama pero se me había pasado ponérmelo y
al final me iba a dormir con la misma ropa con la que salí de casa de los
chicos. Tenía que ir a por ropa, lo sabía, pero intentaría alargar ese momento lo máximo posible. Ahora quería
dormir, mis sueños se habían convertido en un lugar mejor que la realidad, por
mi me pasaría el resto del verano durmiendo o aquí escondida en casa de
Danielle, no quería enfrentarme a la realidad, ni a Rhys, ni a Harry ni a mí
misma.
Aunque sabía
que mañana me tendría que enfrentar a uno de mis problemas, Rhys. Así que ahora
mismo no sabía si quería dormir porque entonces la mañana llegaría demasiado
pronto. Estaba siendo cobarde, lo sabia, pero me daba igual ¿No existía nada
para parar el tiempo?
[Narra
Louis]
Cuando
salió a la calle estaba preciosa. Más de lo habitual, si eso era posible.
Llevaba el pelo suelto, me encantaba cuando lo llevaba así porque su pelo negro
era precioso. Llevaba un vestido coral que le destacaba la piel morena por el
sol. Se acercó hasta mi sonriente. Yo estaba apoyado en mi coche, miré el
reloj, las ocho en punto. Levanté la vista y ya estaba al lado mía.
- No te
has retrasado ni un minuto. Se ve que tenias ganas ¿eh? – Le dije sonriendo.
- Mas
quisieras… - Empezó- Bah, paso, es verdad tenía ganas ¿Qué pasa no puedo o qué?
– Terminó riendo.
- Yo sí
que tenía ganas – Le abrí la puerta del coche y le hice una reverencia para que
subiera – Por favor señorita.
- Mira
que eres tonto – Eso fue lo que dijo pero sabia por la cara que tenía que
estaba encantada y eso me encantaba a mí.
En el
camino en el coche no dejó de preguntar a donde la llevaba. Si estaba muy
lejos. Si habría comida. Si había comida que tipo de comida sería. Se le notaba
nerviosa y eso me gustaba. Yo también estaba nervioso pero sabía que no iba a
ir mal. Mi técnica en las primeras citas siempre es hacer bromas y sabía que
eso no sería un problema con Alba y que me las seguiría y no se quedaría con
cara de ‘¿Qué haces?’
Llegamos
al restaurante que había elegido a las ocho y media. Estaba bastante alejado
del centro de Londres, no era que no quisiera que me vieran con Alba, aunque
también creía que era un poco pronto, pero sobre todo quería intimidad. Quería
que pudiéramos disfrutar los dos solos de la cita.
Era un
restaurante de comida típica inglesa. Pensaba que un italiano era demasiado
típico y yo me considero más original. No sabría si le gustaría, pero,
conociendo lo mucho que le gustaba la comida, no creía que hubiese problemas.
No
sentamos en una de las mesas de madera. Alba no paraba de mirar a todos lados.
- El
restaurante es muy… Muy… - No encontraba un adjetivo.
- ¡MUY
HARRY POTTER! – Dijo casi gritando. Al ver su cara de emocionada me tuve que
reír.
-
¡Exacto! – Comenté riendo.
Pedimos
cervezas para beber. Alba quiso probar la ‘Guiness’, aunque no le gustó mucho.
Le encantó toda la comida. Quiso probarla toda y como no podía me hizo
prometerle que la llevaría otro día. Dejé que probara de mi plato también y yo comí
del suyo. Fue un momento en plan película. La verdad es que la cena se me pasó
volando y en nada habíamos terminado con el postre un brownie para cada uno. Me
gustaba que Alba no tuviera ningún tipo de vergüenza con la comida. Si quería repetir
o probar de mi plato o pedir mucha, le daba igual. Otra cosa más que la hacía
perfecta, además de lo bien que me lo pasaba con ella. Hacía tiempo que no lo
pasaba tan bien.
Después
de cenar fuimos a tomar unas copas al pub de un hotel cercano. Era bastante
moderno y lujoso. A Alba le impresionó bastante y eso me encantaba. Me
encantaba ese brillo en su mirada como de una niña que está en Disney Land por
primera vez. Se acercó a mí.
- Esto
es genial enserio – Me dijo – Muchas gracias
- Tú te
lo mereces – No quería sonar muy pasteloso pero era la verdad.
Nos
sentamos en unos taburetes al lado de la barra, y el momento llegó. Ese momento
que quería que llegase pero a la vez no, teníamos que hablar de nosotros, de
que iba a pasar. Ésta vez fue ella quién empezó una vez teníamos nuestras copas
servidas.
- ¿Qué
va a pasar ahora? – Preguntó mirándome directamente a los ojos
- Yo ya
te dije lo que siento, lo que quiero, anoche – Le dije.
- Si
¿pero y que pasa ahora con todas las razones que me diste para no estar juntos?
-
Siguen ahí, obviamente. No podemos ignorar que te vas en un mes, que soy famoso,
que lo dejé hace poco después de una relación de casi dos años… Pero tampoco
podemos ignorar lo que sentimos por más tiempo. Necesito estar contigo aunque sea
un mes, aunque nos cueste… Porque sé que si no aprovecho este mes contigo, me
voy a arrepentir toda la vida.
- Yo
siento lo mismo, pero tengo miedo – Agachó la mirada – Esto me supera…
- Pero sé
que podemos, tú y yo podemos vivir aquí y ahora. Disfrutar. Sin miedos, ni
arrepentimientos, sólo ser felices.
-
¿Podemos? ¿Y que pasará cuando me tenga que ir?
- Eso
lo hablaremos cuando llegue el momento. Somos jóvenes nos merecemos vivir
nuestra aventura de amor de verano – Rió ante mi frase de película- Disfrutarla… No es sólo que nos la merezcamos
es que yo al menos la necesito. Te necesito.
Se
acerco a mí para besarme.
- ¡Ah
no! Para – Le dije.
Me miró
extrañada.
- Es
que no pienso dejar que me beses… Esta vez me toca a mí.
Después
de esto me acerqué a ella y la besé. La besé como estaba deseando hacer desde
que acabó nuestro último beso. La besé como había querido hacerlo desde que la
conocí y como había estado imaginándome desde hacía semanas. Paramos y la miré.
Estaba llorando.
- ¿Pero
qué haces llorando, imbécil? – Le dije riendo.
- ¿Eres
tonto o qué? Lloro de felicidad, estúpido. No sabes cuánto deseaba esto – Me
besó.
- Yo
también lo deseaba mucho – Le dije cuando paramos.
Se
acercó a mi y me susurró al oído, ‘Llevo tu regalo puesto’. Eso me excitó
mucho. Me gustaba que fuera tan lanzada y me gustaba aun mas imaginármela con
el conjunto puesto. Y sin él.
- Tengo
una habitación reservada en el hotel – Le dije.
- ¿Ósea
que ya lo tenias todo pensado y sabias lo que iba a pasar? – Me dijo con cara
escéptica.
- Lo
suponía, es difícil no caer en mis encantos de seductor.
Me miró
riendo.
-
También es verdad – Comentó.
La
besé. Pagué las copas. La besé. Nos dirigimos a recepción, cogí la llave y la
besé. Nos dirigimos al ascensor. Y en el ascensor la besé. Y en el pasillo. Y
junto a la puerta. Y cuando abrí. Solo quería besarla.
La
habitación era bastante bonita. No era una suite pero estaba bien. Tenía una
cama enorme. Sólo de pensar en lo que íbamos a hacer en ella me excitaba aún más.
Y supongo que a ella también, porque dejó de ser la Alba dulce y pasó a ser un
poco más atrevida.
[Narra
Harry]
Todo mi
mundo había cambiado de repente. Bueno, más que mi mundo, mi manera de verlo.
Ahora nada tenía sentido. Nada encajaba, nada me parecía bien y lo peor es que
sabía porque me sentía así. Estaba enamorado. Sólo el simple hecho de pensarlo
me hacía sentirme raro. Pero no podía seguir mintiéndome a mí mismo, estaba
enamorado de Liz. No podía dejar de pensar en ella. En que ahora estaría
reconciliándose con Rhys, besándolo, haciéndole lo que me hizo a mí.
Cuando
me di cuenta había apretado tanto la camisa que tenía en la mano que tendría
que plancharla de nuevo, así que la deje en la cama y cogí otra. Había quedado
con Zayn para cenar ya que Liam y Danielle habían quedado juntos y Louis y
Niall tenían sus respectivas citas.
Ni si quiera
sabia donde estaba Liz. Ésta le había dicho a Alba que había dormido en casa de
Danielle pero eso no era cierto. ¿Por qué no le había contado la verdad a su
mejor amiga? ¿Dónde habría pasado el resto de la noche en verdad? ¿De verdad
había ido a casa de Danielle? Y el día de hoy, ¿dónde habría estado? ¿Y esta
noche?... Alba había dicho que no vendría a casa para dejarles espacio, supongo
que se quedaría en casa de Rhys. Solo pensarlo me ponía enfermo… ¿Cómo había llegado a esto? ¿Cómo podía
haberme enamorado de Liz? Ahora que ya lo sabía y lo aceptaba lo único que
quería era tenerla conmigo, a mi lado y que ella sintiera lo mismo por mí. Pero
era obvio que no era así, sino no se hubiera ido y ya habría vuelto. A veces me
arrepiento de lo que le dije pero creo que fue lo mejor… Si estaba así era porque
no sentía lo mismo por mí, si se arrepentía, así que lo mejor es que pensara
que para mí también fue solo sexo. Así no se tendría que rayar por mí. Así
podría ser feliz con Rhys o con quien quisiese.
Cuando
llegué a casa de Zayn me estaba esperando ya vestido. Habíamos decidido ir a
cenar a algún lado y no quedarnos en casa encerrados. Nos tomamos un par de
cervezas en su casa, hablamos de esto y de aquello, nada importante.
Al rato
nos montamos en mi coche y nos dirigimos a un bar muy de moda en el centro de
Londres.
Nada
más entramos, la gente se fijó en nosotros y nos reconoció. Pero era un bar
bastante frecuentado por famosos así que la gente que iba estaba acostumbrada.
Nos sentamos en una mesa que estaba al lado de una en la que había unas cuantas
chicas. Bastantes guapas por cierto.
Durante
la cena Zayn no dejó de lanzarle miraditas a una de ellas. Al final les pidió
que se unieran a nosotros. Ellas también habían terminado de comer y estaban
tomando unos cócteles y nosotros nos habíamos pedido unas copas.
La
conversación no estuvo mal, eran simpáticas. Aun así mi mente estaba en otro
lugar. Zayn no dejaba de hablar con la chica con la que se había echado
miraditas. Era muy mona, igual que sus amigas. Una de ellas tenía un claro
interés por mí. Esas cosas las noto, me hace gracia ver como las chicas
coquetean conmigo, me divierte. Pero hoy no tenía ganas de devolverle el
coqueteo. Aun así, aunque no le presté mucha atención, la chica siguió.
Finalmente decido coquetear un poco, total no le hago mal a nadie. Liz esta con
Rhys… ¡Que coraje! Solo de pensarlo me ponía de mal humor, así que continué mi
conversación con la chica para olvidarme del tema.
Al rato
propusieron irnos a una discoteca. Yo no tenía muchas ganas pero al final
decidí ir. Las chicas fueron en taxi menos la de Zayn y la mía que se vinieron
en mi coche. Durante el camino a la discoteca Zayn se estuvo besando con la
chica todo el tiempo en el asiento trasero. La chica que quería conmigo iba
sentada de copiloto.
Estuvo
todo el tiempo tocándome la pierna y subiendo hacia mi entrepierna. Lanzándome
miraditas y jugueteando con mi pelo. Normalmente me gustaban las chicas
lanzadas pero en ese momento me dio asco. Sólo podía pensar que Liz no hubiera
sido tan lanzada con un desconocido. No era una mojigata pero tampoco una
guarra. Era perfecta.
No le
eché mucha cuenta a la chica. Con la excusa de que estaba conduciendo no se me
notaba tanto que es que no me interesaba. Pero una vez nos bajamos del coche
Zayn y su chica se fueron para la discoteca y yo me quedé cerrando el coche con
la chica. Christina creo que me había dicho que se llamaba.
La miré.
Me quede mirándola un rato. Supongo que malinterpretaría mi mirada porque se vino
lanzada a besarme. Le quité la cara. Lo volvió a intentar, creería que era un
juego.
- No –
Le dije – No puedo.
-
¿Tienes novia? – Preguntó.
- Mas o
menos – Contesté abriendo el coche – Lo siento – Le dije – Dile a Zayn que me
he ido.
Dejé el
coche aparcado en casa pero no subí. Necesitaba pensar y además Louis y Alba
estarían ya arriba. Me metí las manos en los bolsillos y me puse a caminar sin
rumbo.
Me encantaaaaaaaaaa. Por fin Louis y Alba pueden disfrutar un poco, aunque me has dejado con la intriga de qué pasara en el hotel *.* Me ha gustado mucho que Harry rechace así a la chica esa, menos mal. Aunque en este capitulo ni se han visto Harry y Liz :S Espero que ella no se reconcilie con Rhys.. Enhorabuena, me ha encantado :) Escribe prontoo el 21. (Emma_lovestyles)
ResponderEliminarOyeeeeeeee!!!! quieres matarme de la ansiedad? Joder, esque me encanta tanto que no puedo creerme que Harry y Liz esten así! Ahora que Louis y Alba finalmente están bien (o eso parece) Harry y Liz tendrian que estarlo tambien ¿no? me E.N.C.A.N.T.A. Simplemente.
ResponderEliminarFdjkspsbsldbdiblb ME ENCANTA! Pobre Liz jo es que este Harry es tonto! Y Alba y Louis ya era hora de que estuvieran juntos :D Espero que escribas pronto el 21 y que en ese se encuentren Harry y Liz y lo arreglen todo ya :D Una vez más me encanta como escribes!! (@JustSayYesZ)
ResponderEliminares tan jkgfkdvcdgvbdjhvfdn!! ES PERFECTA!! ME ENCANTA!! me da mucha rabia lo ue le dijo harry, pero tambien que liz no este con él, y que este con el rhys ese. louis y alba son monisimos *___*, estoy super enganchada y tengo muchismas ganas de ver que pasa con rhys y harry, espero que subas el capitulo 21 pronto por que estoy deseando leerlo, redactas genial y la novela es muy hermosa, siguiente!! :) xx
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog. Espero que rhys no se reconcilie con liz. Sigue escribiendo porque escribes muy bien. Bss
ResponderEliminaruf, me encanta! quiero más y más partes de Harry y Liz hajshajhsaj, que complicada se ha puesto la cosa xddd
ResponderEliminarcontinua por favor! @justdreamnyc.
Buf, me encanta, tan perfecto como siempre... Me muero por saber qué pasa con Lou y Alba, y bueno, a ver qué hace Liz con Rhys, ojalá se vaya a comer carrots y la deje con Harry, que los dos lo están deseando xdddd Besos.xx
ResponderEliminarSoy @ShadyRapsToMe de Twitter
ResponderEliminarQuiero a Liz con Harry!! ¿Por qué siempre se complican tanto las cosas?
Me ha encantado!! Siguienteeee yaa!!