Capítulo
30
[Narra
Alba]
No
sabía muy bien qué hora era, pero daba igual. Era sábado no había que ir a
trabajar así que no tenia porque preocuparme porque hora era. Sonreí recordando
la noche anterior. Me desperecé y al hacerlo noté que Louis no estaba. Pero su
lado aún estaba caliente, así que no debía hacer mucho tiempo que se había
levantado. Quizás era más tarde de lo que me parecía, pues Louis no era de
levantarse temprano. Solo tenía que incorporarme un poco para mirar la hora, pero
me daba tanta pereza…
Justo
andaba debatiéndome entre levantarme o intentar volverme a dormir cuando
abrieron la puerta. Seria Louis, así que cerré los ojos para hacerme la dormida
y darle un susto.
Esperé
a que estuviera lo suficiente cerca. Pero no lo oí acercarse. Al contario, oía
que andaba por el otro lado de la habitación y que dejaba algo sobre la cama.
Escuché el sonido de un vaso contra otro, o quizás contra un plato. El susto se
lo daría otro día, tenía mucha curiosidad por saber que estaba haciendo así que
abrí los ojos y me incorporé un poco.
-
¡Buenos días! – Le dije sonriente.
- ¡Ah! ¡Estás
despierta! Pues mejor… - ¿Mejor para qué? – ¡Buenos días!
Miré
hacia su lado de la cama y vi una bandeja con el desayuno. Era un té y un bol de
los cereales que tenían en casa. No era nada del otro mundo pero para mí el
detalle lo significó todo. Era increíble. Me incorporé más para buscarle y
darle un enorme beso. Pero al girarme de nuevo lo vi ahí de rodillas en el
suelo. Todo sonriente mirándome con una especie de anillo hecho con papel albal
y fixo. Le miré espantada. ¿No estaría haciendo lo que creía que estaba
haciendo?
- Alba,
yo me he llevado toda la noche pensando… – Empezó y me alejé un poco del hacia
el otro lado de la cama. Casi me caigo - Y bueno, es la única solución que se me ha
ocurrido… Y me parece que es perfecta pues sé que quiero pasar el resto de mi
vida contigo – Me incorporé y me bajé de la cama. Él me seguía con la mirada
- Alba Recio Campos, ¿quieres casarte
conmigo?
Salí
escopeteada de la habitación y abrí la puerta de la habitación de Harry, que
estaba justo enfrente y seria donde estaría Liz.
- ¡Louis me acaba de pedir
matrimonio! – Grité.
No fue
suficiente para despertar a Liz. Ni aunque le cayera una bomba al lado se
despertaría, pero Harry si lo hizo. Me miró con cara de loco.
- ¡Tu amigo me acaba de pedir
matrimonio!
En ese
momento apareció Louis en el umbral de la puerta.
- Es que no se qué otra solución
hay para que te quedes…
Le miré
con cara de ‘¿En serio es la única solución que se te ha ocurrido?’ y ‘¿En
serio se te ha ocurrido que nos podríamos casar?`. En ese momento me acordé de
una frase que me había dicho Niall en el balcón cuando me habló del padre de
Charlie, que una de las cosas de las que tenía miedo era de la locuras de los
famosos como casarse demasiado jóvenes. Parecía que el destino me estaba
poniendo en sobre aviso.
En
aquellos segundos a Harry le dio tiempo a procesar lo que estaba pasando y a
reaccionar.
-
¡BODA! ¡BODA! ¡BODA! – Empezó a gritar mientras saltaba en la cama.
- ¿Se
puede saber qué coño pasa hijos de puta? ¡QUIERO DORMIR! - ¡Bien! Liz se había
despertado, ella pondría un poco de serenidad a la situación
- ¡Que
Louis y Alba se casan! – Dijo Harry zarandeándola.
Ella me
miró con cara de ‘¿¡Qué coño!?’
- Louis
me ha pedido matrimonio – Dije yo.
- ¿Y
qué le has contestado? – Preguntó.
- ¿No
le has contestado? – Preguntó Harry. Louis negó desde el umbral de la puerta – ¡Pobre
Boo Bear!
- A ver
– Dije girándome hacia Louis y acercándome a él – Te quiero – Era la primera
vez que se lo decía y tenía que ser en esta situación y delante de Harry en
bóxers y Liz aun con la cara mojada por la baba – Muchísimo y no me quiero ir,
pero no creo que casarnos sea la solución. Somos muy jóvenes, y la vida da
muchas vueltas. Pero que en ningún momento pienses que es porque no te quiero o
porque no quiero pasar el resto de mis días contigo, que quiero, pero no se… Ya
sabes, me entiendes, ¿verdad?
- Sí.
En realidad sabía que era una estupidez y una mala idea, pero es que estoy
desesperado ¿me entiendes tu a mi? – Me dijo clavando sus ojos azules en los
míos.
Me
acerqué a él y le besé.
-
¿Entones no hay bo…? ¡Ouch! – Harry había empezado a hablar pero Liz le había
pegado un manotazo en la barriga, supongo que para que no se cargara el momento-
¿Por qué me has pegado?
- ¿Por
qué no me has pedido tu a mí que me case contigo? – Le dijo de repente muy
seria.
Louis y
yo nos giramos y nos quedamos mirando la escena. Los dos en la cama con los
pelos revueltos y aun con cara de dormidos.
- Bueno
tú no te vas, ósea, lo más seguro es que te quedes.
- ¡Eso
no es excusa! ¿Por qué no me has pedido matrimonio? ¡Es súper romántico!
- ¿Me
hubieras dicho que si? – Preguntó Harry interesado.
- ¿Estás
loco? Apenas llevamos dos semanas y además somos muy jóvenes – Contestó ésta
indignada.
- ¿¡Entonces!?
- Pero
una cosa no quita a la otra. Ha sido un gesto súper romántico, y a ti no se te
ha ocurrido tenerlo conmigo – Se levantó de la cama y se dirigió a la puerta –
Ahora me voy a desayunar, tengo hambre – Y con las mismas pasó entre Louis y yo
y se dirigió a la cocina.
Harry
iba a decir algo pero sonó su móvil que estaba en la mesilla. Lo cogió y lo
miró.
- Es Niall, dice que baja que se
ha quedado sin leche.
No me
di cuenta de lo que estaba pasando. Harry se levantó lentamente y pasó a
nuestro lado para salir de la habitación. Cruzó una mirada con Louis. De
repente éste se puso muy tenso. En cuanto Harry salió al pasillo empezó a correr
y Louis detrás de él. Yo no entendía nada. Serian cosas suyas. Me fui a la
cocina aún en shock por todo lo que acaba de pasar.
Al
llegar a la cocina escuché que abría la puerta.
- ¡Hola
a tod... -Escuché que empezaba a decir Niall.
- ¡Lou
le ha pedido matrimonio a Alba y esta le ha dicho que no! ¡Ya he avisado a
todos por ‘WhatssApp’ para que bajen! – Gritó Harry interrumpiéndole.
Ahora
lo entendía. Corrían para ver quien llegaba antes y le abría la puerta a Niall
y así le contaba la noticia. Supongo que Louis la hubiera contado de otra forma
para no quedar tanto en ridículo.
- Este
niño es tonto… – Escuché que murmuraba Liz – ¡DEJA DE GRITAR QUE ES MUY
TEMPRANO! – Gritó.
Miré el
reloj de la cocina. Eran las 11 y media pasadas, la verdad es que no era tan
tarde. Niall apareció riéndose a carcajadas por la cocina con Harry, detrás iba
Louis refunfuñando ‘A ver si a alguno se le ocurre una idea mejor’ me pareció oír
que murmuraba.
- He hecho
café para todos – Dijo Liz.
Yo volví
a la habitación y recogí la bandeja del desayuno. El té aun estaba caliente.
Cuando llegué de nuevo a la cocina ya estaban allí Liam y Danielle. Por un momento
recordé la serie Friends. Aquel piso era como el de Monica. Todo el mundo
entraba y salía como si nada. Sonreí y me uní al grupo.
- ¡No
te puedes casar! – Decía Liam – ¡El primero en casarme iba a ser yo!
- Bueno,
eso habría que hablarlo – Dijo Danielle
- Ah, ¿no
te vas a casar conmigo en unos años? – Le preguntó.
- Si –
Respondió esta.
- Pues
eso, yo y Dan íbamos a ser los primeros. Y lo sabíais – Dijo.
- ¿Podemos
dejar de hablar de estupideces y pensar algo para que Alba se quede? Queda una
semana – Dijo Louis.
Niall
iba a hacer otro comentario pero Harry le hizo un gesto para que parara.
Desayunamos todos en silencio, pensando. Yo realmente no veía ninguna solución.
- Y si…
- Empezó Harry – Ah no…
Volvimos
todos a enfrascarnos en nuestros pensamientos.
Sin
darme cuenta Zayn estaba en la cocina. Obviamente las bromas volvieron a
empezar. Niall, Zayn y Harry no pararon de reír y de hacer bromas. Louis se las
tomó a bien y les siguió el juego. Hasta yo me uní a ellos.
- Quizás
lo de casaros no es tan mala idea… – Dijo Zayn - ¡Es verdad! – Dijo cuando
todos le miramos – Queda una semana y somos, uno, dos, tres… ¡Ocho cerebros
pensando y no se nos ocurre nada!
- Lo
que si está claro es que dentro de una semana, nos vamos todos a España – Dijo
Liam.
-
¿Cómo? – Preguntó Liz sorprendida, yo también lo estaba.
- ¿No
creeríais que os íbamos a dejar iros así como así? Lo teníamos ya pensado, y
hemos pedido días libres.
- Lo
teníamos decidido hasta antes de saber que Liz se quedaba – Añadió Zayn.
- Oye,
hablando de eso – La miré - ¿Has hablado ya con tu madre?
- No,
ahora mismo la llamo – Dijo.
[Narra
Liz]
Con
todo el lío de la no-proposición de boda de Alba me había olvidado por completo
que había quedado para hablar con mi madre aquella mañana. Salí de la cocina,
me dirigí al cuarto y cogí mi móvil que se estaba cargando. Me senté en la cama
de Harry y la llamé.
- Hola,
holita vecinito – Le dije cuando descolgó.
- ¿Qué
pasa cariño? – Me dijo a modo de respuesta.
- Nada,
aquí, terminando de desayunar con Alba – Obviamente no le había dicho a mi
madre toda la movida que hubo, con el piso, y eso. Ni que vivíamos con dos
chicos. Era moderna, pero no tanto- Sabes, he estado pensando, y bueno, si me
dejas, claro. Si no te importa, yo creo que sería una gran experiencia y tal…
Me
había puesto de pie y daba vueltas por la habitación. Era una manía que tenia
mientras hablaba por teléfono.
- No
des tantos rodeos y ve al grano Elizabeth – Mi madre me conocía demasiado bien.
- He
pensado en estudiar la carrera aquí, o al menos el primer año y si me va bien
quedarme…
-
¿Allí? ¿Sola?
- A
ver, he hecho amigos, y el piso lo puedo seguir alquilando, también puedo
seguir con el trabajo – En realidad nada de eso era verdad- Además no me han
admitido en lo que quiero estudiar allí, pero aquí no tendría problema y tengo
la nacionalidad… Y a lo mejor Alba también se queda.
- Me
extraña que los padres de Alba la vayan a dejar – Tenía razón, sus padres eran
bastante antigüillos para estas cosas.
- ¿Y
tú? ¿Me vas a dejar? – Mi madre era muy lista y me conocía, no podía venirle
con tonterías ni adornarle la situación. Con ella había que ser directa, esto
era lo que pasaba, esto era lo que quería. Ya solo me quedaba desear con todas
mis fuerzas que dijera que sí.
-
Bueno, la verdad, es que es una experiencia, y quieras o no ese es tu país… - Dijo.
- ¿Eso
es un sí? – Empecé a dar saltos por el cuarto y a bailar.
- Es un
ya veremos-déjame pensarlo ¿vale? – Me dijo.
-
Perfecto. Te quiero mama. Y estoy bien, sana y feliz – Le dije.
- Eso
es un alivio – Contestó.
- Te
dejo que he quedado – Era mentira pero quería contarle a todos que lo más
seguro era que si. Conocía a mi madre y sus ya veremos y este parecía que era más
un sí que un no.
- Vale,
llámame pronto y abrígate. Los abuelos te mandan recuerdos y muchos besos. Te
quiero.
- Y yo,
mama.
Colgué.
Seguí dando vueltas y bailando. Luego paré. Respiré hondo y me tranquilicé.
- Venga
relájate – Me dije a mi misma en voz alta.
- Estás
loca – Escuché a Harry detrás mía.
Me giré.
- Tienes
la mala costumbre de espiarme, la última vez te llevaste una buena torta por
ello.
- Verdad,
pero esta vez me he cerciorado de estar lo suficientemente lejos.
Se
acercó a mí y me rodeó con los brazos.
- Ahora
no estás lo suficientemente lejos – Le dije sonriendo.
- La
verdad es que no – Me besó – Oye, por cierto Elizabeth Petters, ¿quieres casarte
conmigo? – Me susurró sonriendo.
- Algún
día – Contesté y le volví a besar.
[Narra
Niall]
La
mañana del sábado había sido perfecta. Todos juntos en el apartamento de Louis
y Harry. Nos habíamos reído mucho con lo de la petición de matrimonio pero en
el fondo entendía a Louis, no sé que hubiera hecho yo en su situación.
Seguramente algún acto desesperado como ese. Pero aun así la cantidad de bromas
buenas que salían de aquella situación no se podían dejar pasar. El propio
Louis hizo algunas. Hasta él se dio cuenta lo cómico que era todo. Parecía
sacado de una serie de televisión y nuestras vidas ya eran bastantes
surrealistas como para añadirle una boda.
Entre
una cosa y otra nos dio la hora de comer. Y nos quedamos todos juntos a comer
allí también. Pedimos unas pizzas y pusimos la tele aunque no le echamos mucha
cuenta.
Había
sido un día de los que a mí me gustaban. Tranquilos en casa. En pocas semanas
tendríamos terminado el disco y otra vez volverían las giras, firmas y viajar
de un lado para otro. Lo cual me encantaba. Vivía experiencias increíbles y
conocía gente fantástica, pero a veces se agradecía estar tranquilos con unos
amigos sin hacer nada y riendo por tonterías, como si fuéramos chicos normales
de nuestra edad, lo cual no éramos.
- Os va
encantar España – Les dije a los chicos.
- ¿Eso
no lo deberíamos decir nosotras? – Dijo Alba riendo.
- Eh,
que yo también he estado allí ‘amigas’ – Dije esa última palabra en español – Y
puedo decir que les va a encantar.
- ¡Estoy
con él os va a encantar! – Dijo Liz – A ver, no es nada del otro mundo, pero
tiene sitios realmente preciosos y lo mejor es la gente. La gente es simpática
y agradable por naturaleza, no como aquí que sois unos sosos.
- Te
recuerdo que eres de aquí – Dijo Zayn – Un poco de ‘respecto’ – Dijo imitando a
Ali G.
- ¡Qué
mal te ha salido! – Le dijo Louis – Es más así… - Y se puso a hacer tonterías.
- Tú te
callas que te han dado calabazas – Le dijo Harry.
- No le
han dado calabazas – Se quejó Alba – No ha sido así.
- No te
metas Alba – Dijo Liam en tono conciliador – Tu aquí no te metas. La presión
por nuestra parte que le corresponde después de lo que ha hecho se la merece, y
lo sabes.
- Amen
– Dije yo.
Me lo
estaba pasando tan bien que se me olvidó estar pendiente de la hora y cuando
miré ya eran las seis de la tarde y aún tenía que ducharme y arreglarme para no
llegar tarde a mi cita con Charlie.
-
Amores míos, me voy – Dije levantándome – He quedado y me tengo que acicalar.
- Dales
besos a Charlotte – Dijo Danielle.
-
¿Quién ha dicho que haya quedado con ella? – Dije haciéndome el interesante
Todos
me miraron con cara de ‘no nos engañas’.
- Bah,
dejadme. Me voy – Me despedí de ellos desde la puerta.
- Te
queremos Nialler – Gritó Zayn y todos gritaron cosas como ‘¡Si!’ y eso, aunque
me pareció escuchar a Louis diciendo ‘Yo no’.
[Narra
Harry]
La
buena noticia de Liz nos alegró a todos. Pero obviamente al que más a mí. Por
eso decidí llevarla a cenar a algún lado para celebrarlo. Aunque no estuviera
confirmado intuía que su madre diría que sí y eso se merecía una celebración.
Así que sobre las siete nos levantamos y nos empezamos a arreglar. Zayn, Liam y
Danielle decidieron que ya era hora de dejar de ser ocupas e irse a su casa.
Zayn había quedado con Josh y Andy para ir a tomar algo y lo más seguro es que
Liam fuera con ellos. Louis y Alba tendrían la casa sola para ellos, y por fin
algo de intimidad. Nos lo habíamos tomado todos a broma pero era obvio que
ellos tenían muchas cosas serias de las que hablar y no habían tenido ni un
segundo en todo el día.
Quería
que el sitio de la cena fuera secreto pero como Liz no sabía que ponerse, pues
según el restaurante se tenía que poner una cosa u otra me acabó sacando que
sería un restaurante de lujo. Podía llegar a ser muy pesada.
No
tardé mucho en arreglarme. Me duché rápidamente y me puse una blusa blanca y
unos pitillos negros con una americana. Iba muy yo. Me gustaba ese estilo. Liz
tardo más. La esperé sentado en el sofá mientras Louis y Alba se hacían la cena
en la cocina. Los escuchaba reír y cuchichear. Me daba mucha pena lo de Alba,
ella era increíble y me caía genial y además era muy importante para las dos
personas más importantes para mí, así que no quería que se fuera para nada.
Pensando
en ello estaba cuando Liz apareció por la puerta. Llevaba unos tacones de
plataforma marrones y unos pitillos vaqueros oscuros, conjuntado con una blusa
en tono salmón que le quedaba genial. Llevaba el pelo recogido en una cola
tirante y alta y los ojos maquillados con eyeliner. Estaba guapísima. Me
sonrió. Tenía la sonrisa más grande del mundo.
-
Preciosa – Le dije.
- Como
siempre - Rió ella.
Bajamos
al garaje y cogimos el coche. El restaurante estaba en el centro de Londres.
Aparqué algo lejos pues es casi imposible aparcar por esa zona. Además hacia
buena noche y nos gustaba pasear.
Tuve
que pararme a firmar un par de autógrafos casi en la entrada del restaurante.
Liz como siempre se quedó apartada y no hizo ningún comentario. Pensé en la
discusión de hacia unos días por una situación como esta.
Pero
esta vez ella seguía igual de feliz cuando retomamos nuestro camino y entramos
en el restaurante. Aún así yo no dejaba de darle vueltas a como debía de sentirse
cada vez que leía en los periódicos cosas sobre mí, muchas de ellas mentira, o
al oírme decir a los demás que solo era una amiga.
Pronto
olvidé aquellos pensamientos y me centré en ella. La cena fue maravillosa. La
comida estuvo buenísima y como era un restaurante de categoría no nos
molestaron en ningún momento. La clientela estaba acostumbrada a gente famosa
al igual que los camareros.
Hablamos
de todo un poco y obviamente del hecho de que se quedara aquí y de que Alba se
tuviera que ir. Veía como se le entristecía la mirada al hablar sobre ello, así
que cambie de tema pronto y como era tan entusiasta y hablaba por los codos se
podía hablar con ella de cualquier tema, así que no me fue difícil.
Al
salir del restaurante había un par de paparazzi. Esto era algo relativamente
nuevo. Antes no éramos los suficientemente famosos para que nos siguieran. Pero
en los últimos meses ya había pasado en un par de ocasiones, supongo que se
habría corrido la voz de que estaba allí con una chica.
En
cuanto nos vieron comenzaron las miles de preguntas: ¿Cómo estás? ¿Es tu novia?
¿Dónde está Louis? ¿Es verdad que ya tiene otra novia? ¿Qué tal los demás? Lo
típico. Contestaba a todas brevemente mientras me abría camino hasta el otro
lado de la calle, no le echaba mucha cuenta. Hasta que una pregunta me
sobresaltó:
- ¿Es
esta otra chica de usar y tirar del jovencito Harry Styles?
No me
sentó bien la pregunta en general. Pero sabía que a la que no le sentaría nada
bien seria a Liz. En ese momento y un pensamiento se apoderó de mí. Paré.
Apreté más fuerte la mano de Liz. Miré al paparazzi que había soltado tremenda
pregunta y le dije:
- No es
ninguna cualquiera, es mi novia así que te exijo un poco más de respeto.
Sabía
que Liz me estaría mirando con la boca abierta o quizás enfadada porque le
había dicho al mundo que ella y yo estábamos juntos, pero me daba igual. El
mundo lo tenía que saber o sería peor, habría rumores, más preguntas incómodas
y demás. Porque yo no pensaba dejar de salir por ahí con ella así que lo mejor
era reconocerlo de una vez. Y que fuera de mi boca.
Me giré
hacia ella y le planté un beso en los labios. Al principio la pilló por
sorpresa pero después noté como se relajaba y se dejaba llevar.
- Ahora,
por favor, déjenos pasar – Dije cuando terminé.
Pensé que
ahora vendrían incluso más preguntas y atosigamiento. Pero para mi sorpresa se echaron
a un lado y me dejaron pasar sin problemas. Quizás les había pillado tan de
sorpresa que no habían sabido reaccionar.
Al fin
salimos de allí y pudimos continuar camino hacia el coche, más tranquilos. Aún
cogidos de la mano.
- Lo siento
– Le dije.
- ¿Por
qué? – Contestó – Ha sido más romántico que… ¡Que te pidan matrimonio! La
verdad…
- Pensé
que…
- Bah,
algún día tendría que pasar y más si me voy a quedar. Además, ahora también
tengo una anécdota romántica que contar a mis nietecitos.
-
Nuestros nietecitos.
-
Bueno, sí, eso, lo que sea – Contesto riendo pero me apretó la mano.
Le
devolví el apretón mientras seguíamos cambiando por aquella calle de Londres
rumbo al coche y con unas sonrisas de idiotas.
[Narra
Niall]
Llegué
a su casa diez minutos antes. No sabía qué hacer. Quizás sus padres nos e
habían ido aún y la liaba si llamaba al telefonillo. Le di un toque y me llamó.
- ¿Qué
haces? ¿Por qué me llamas? – Me dijo - ¿Vas a llegar tarde o algo?
- No,
no ya estoy aquí abajo – Dije nervioso. ¿Por qué estaba nervioso? – Es que no
recuerdo que piso era.
- El
tercero B. Anda llama, que te abro.
Le
colgué y llamé. Abrí la puerta y pasé al portal, avancé hasta el ascensor, nunca
había llegado más lejos de ahí. No sabía cómo sería su casa ni su cuarto ni
nada.
Subí
por las escaleras. No tenía ganas de esperar a que llegara el ascensor y
después tener que estar dentro de él, ahí, quieto.
Cuando
llegué al rellano supe perfectamente cuál era su casa, básicamente porque ella
estaba allí con la puerta abierta esperándome apoyada en el quicio de esta.
Vino
corriendo hacia mí y dio un salto y yo la agarré. Sus piernas rodeaban mi
cuerpo, sus manos se apoyaron en mi cuello y sus labios buscaron los míos. Me
besaba mientras sonreía. Estaba feliz.
Ahí
estábamos los dos besándonos en medio del rellano. Ojala hubiera podido parar
ese momento y que no acabara nunca.
Se bajó
al suelo y me miró sonriente. Llevaba una camiseta de estar por casa y unos
pantalones de chándal cortos. Iba bastante informal.
- He preparado la cena – Dijo cogiéndome la
mano y llevándome hacia la puerta de su casa.
En
cuanto crucé el umbral escuché una música. En seguida caí en que canción era,
‘Tell the world’ de Olly Murs. Olly era un buen amigo nuestro y había sido
nuestro telonero así que me sabía todas sus canciones.
- No
sabía que te gustaba Olly – Le dije.
- ¡Me
encanta! – Contestó – Voy a enseñarte mi humilde morada.
La casa
era pequeña. Nada del otro mundo. Tenía un salón comedor, al lado se encontraba
la cocina y un baño. Después había un pasillo donde estaban los dos cuartos, el
de sus padres y el de ella, y otro baño más. La verdad es que era una típica
casa de familia.
Su cuarto
fue lo último que me enseñó. Le daba vergüenza. En cuanto entre entendí el por qué.
No tenía nada que ver la decoración de éste con la personalidad de Charlie.
Ella era más madura y artística. El cuarto era demasiado rosa y tierno. Era más
un cuarto de una chica de ocho años que de una de dieciséis.
- Mi
madre no me deja cambiarlo – Dijo – Pero aun me queda enseñarte mi parte
favorita.
Se giró
hacia el armario, que era blanco y bastante grande. Abrió las puertas. Y
entonces vi que tenía las caras interiores de las puertas del armario llenas de
pegatinas, fotos, recortes de revistas. Y sobre todo, dibujos, que me apostaba
lo que fuera, había hecho ella. Eran preciosos.
- No le
hace mucha gracia pero como no se ve, me dejo hacerlo – Dijo triunfante.
- ¡Es
genial! – Le dije.
Sonrió.
- Venga
y ahora a comer que te he hecho pasta. Espero que esté buena. Creo que me he
pasado un poco al cocerla, aunque bueno he hecho el tiempo que ponía en la
receta pero aun así…
La
callé con un beso.
-
Seguro que esta buenísimo.
Y lo
estaba. Había hecho espaguetis a la boloñesa y le habían salido geniales. No
paramos de reírnos durante toda la cena. Me encanta hablar con ella, era todo
fácil y sencillo. Hacía mucho que no me sentía así con nadie, hablábamos de
todo y éramos nosotros mismos. Seguía teniendo su punto tímido pero, para mi
gusto, eso la hacía más sexy.
Tras la
cena nos sentamos en el sofá. Pusimos la tele pero no tardé mucho en dejar de
echarle cuenta y centrarme en ella. Le besé el hombro. Me miró. Yo seguí
subiendo hacia su cuello dándole besos. Llegué a la mejilla y me dirigí hacia
su boca.
Pero
ella giró la cara antes de que yo llegara, dándome ella el beso a mí. Me
sorprendió y sonreí ante ese descaro impropio en ella.
Empezamos
besándonos y no se muy bien cómo, acabé tumbado en el sofá con ella encima mía.
Aún besándonos y acariciándonos.
No
aguanté mucho aquella situación. Sabía que ella había insinuado que hoy
acabaríamos haciéndolo pero no quería presionarla. Aún así mi cuerpo reacción
ante esa situación.
Se dio
cuenta y rió. Se levantó del sofá sin decirme nada. Me cogió la mano y me
levantó. Me llevó hasta su cuarto y me dejó sentado en su cama.
No
sabía qué hacer, ella estaba tomando las riendas de la situación y eso me
gustaba. Se quitó la camiseta y se quedó en sujetador. Tuvo un momento de
timidez, se lo noté, pero le volvió la seguridad que estaba teniendo y se bajó
los pantalones. Estaba en ropa interior delante de mí. No era la primera vez
que la veía así, pero era diferente, ahora estaba de frente, no se ocultaba ni
estaba ruborizada, estaba segura y sexy.
Se
acercó a mí, la rodeé con los brazos y la tiré a la cama conmigo. Yo me
encargué de quitarle el sujetador y de hacer el resto. Se notaba que estaba
nerviosa pero segura de que era lo que quería hacer. Pero ahora todo esto era
nuevo para ella así que yo me hice con las riendas de la situación.
La
primera vez fue torpe por su parte y con dudas. Pero yo me empeñé en que todo
fuera bien y pudiera tener un buen recuerdo de este día. Pues no lo olvidaría.
A la segunda la cosa fue mucho mejor, ella estaba más tranquila y relajada y
disfrutamos mucho más los dos.
- A
partir de hoy lo vamos a hacer todos los días – Dijo.
Reí por
su frase y la besé.
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA Louis que romántico que es pedirle matrimonio a Alba con un anillo de papel albal jajajaja solo a él se le ocurre esa solución, y lo que hizo Harry me parece tan tan bonito que si soy yo Liz, muero en ese mismo instante *.* Niall y Charlie son puro amor, son tan tiernos :3 PD: TU NOVELA = PERFECCIÓN <3
ResponderEliminarSi te digo que este es con uno de los capítulos que más me he reído, creetelo. Oye, pues a mi no me parece tan mala la idea de casarse eh, no sé, el pobre es la única que ha encontrado! De verdad, yo solo imaginarme la escena de Harry y Liz en la cama con todos los pelos mientras pelean porque Liz dijo que quería que le pidiese matrimonio, es que no puedo parar de reír! Mira, la madre de Liz tiene que dejar a su hija en Londres, porque junto a Harry es una de las parejas más adorables de este mundo y sería muy injusto que se separasen! Y sin ninguna duda, esta cena entre Harry y Liz ha sido una de las mejores, sobre todo en el momento en el que Harry defendió a Liz cuando el estúpido paparazzi ese le dijo que era una más! En ese momento me alegre mucho, pero luego pensé en Liz y creí que se había enfadado pero seguí leyendo y por suerte no se enfado, pero pensandolo bien ¡¿como se va a enfadar con lo adorable que fue Harry?! Ahora toca hablar de los más románticos del capítulos, hoy se lo llevan Niall y Charlotte. ¿Que decir de ellos? Pues que son de lo más adorables juntos y ese momento tan romántico que han vivido no lo cambio por nada! Ella es una gran chica y se ve! Esta pesada que te ha dejado este comentario tan largo se va. Tía, cada día me enamoras más y lástima que estoy se acaba :/. En fin, te quiero! <3
ResponderEliminarPD: @1Derfulguys
Deberían casarse todos, lo tengo claro. Nada más que añadir, sigue siendo tan perfecta como siempre <3
ResponderEliminarVale, primero, ¿FRIENDS? ¿MI SERIE PREFERIDA? ¿EN SERIO? ME HAS MATADO. SDJKFHSDKFHKFH. ME LO HE IMAGINADO Y TODO. LIZ SERÍA RACHEL, HARRY SERÍA ROSS, ALBA SERÍA MÓNICA Y LOUIS QUE ES EL DE LOS CHISTES SERÍA CHENDLER. KSDFJGHKJHGKDJHGJKH. Vale, el fangirling ya acabó. Ahora, ese matrimonio fallido con un papel albal (jejeje, Alba, albal, ¿lo pillas? Vale, ya me callo.) pero romántico es la idea más original que he visto. Y la guinda ha sido lo de Niall y Charlotte. Y después cuando Harry le dice al paparazzi que son novios. ksdjfhsdkjfhkdsjghksjhgjkh. Mi capítulo preferido.
ResponderEliminarme encantaaa!!!!!!!!!! siguela muuuuuuuuuuuy prontooo!!! jajaj
ResponderEliminarHola lo que hace el aburrimiento pues acaber leendome este fin con dos días así que porfavor como me enamore de este fic tan perfecto quiero que me avises mi twitter es @gemmaf Gracias y contiuna así!
ResponderEliminarHola leo esta novela desde hace tiempo, pero nunca comente nada. Sigue así me encanta esta novela hasta ahora es la mejor que he leído sobre los chicos. Tiene que haber una solución para que Liz y Alba no tengan que irse a España. Sígueme en twitter por favor @harry_ss10 ;) saludos desde Venezuela
ResponderEliminarEeeeh! no hay derecho! yo también quiero que me pidan no- matrimonio con un anillo de papel!! menudas ideas tiene mi Lou... Yo de Harry le hubiera largado una ostia al periodista ese, descarado... Esto no puede terminar! es demasiado... nose, algo, no hay palabras... Lou y Alba, Harry y Liz, Niall y Charlie... asdfgkbkvf! Perfecto.
ResponderEliminarHola:) soy una lectora nueva qe me he leido tu novela de tiron y como no, ME A ENCANTADO!!!! Tu novela supera la perfeccion mas perfecta <3 Escribes genial y espero qe subas pronto el proximo capitulo(: y qe me avises xD Tu lectora nueva qe te adora : @mariuaps
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